Cuarto Corazón
30 de marzo de 2015
Sin saber a ciencia cierta quien llegó primero, si la poesía o la música, Freddy Laffita arranca de cuajo las canciones a su guitarra, temas como “Pedradas al espejo”, “Pared adentro”, “La última primavera”, “Qué falta le hace”, “El predicador”, “Cuarto corazón”, “Carmen”, “Atando cabos”, “Al borde de mí cara” y “Leve resplandor”, son canciones que aparecen en su sencillo Atando Cabos. Precisamente un corte de este sencillo sirve para nombrar un nuevo proyecto musical que bajo la dirección del experimentado y querido trovador, ha nacido en Las Tunas. Cuarto Corazón, una suerte de refugio para aquellos que gustan de la trova más pura.
Colmado de irreverencia, nacido de una generación contestataria y partidaria de la canción protesta e inteligente, Freddy se atreve a faltarle el respeto a toda regla musical. Creador de canciones que se convirtieron en himnos generacionales como “Canción del simple”, son el ejemplo fehaciente de una motivación profunda por su profesión, un delirio creativo que embriaga a los más jóvenes y entre ellos, dos ex integrantes de Kereya: Nelson y Alejandro, percusionista y bajista respectivamente. Estos talentosos muchachos que de algún modo se formaron bajo su tutela, son hoy parte de una banda que promete abrirse camino de la mano de su líder, un hombre distante de las simulaciones, aguardando el momento preciso para tocar con golpe de magia el corazón de otros. Sin adulaciones, incisivo en sus palabras hechas canciones, se preocupa con creces por la felicidad del prójimo, Freddy utiliza Cuarto Corazón como una vía para hacernos olvidar tiempo y espacio, nos convierte en cómplices de sus creaciones musicales, regala sus canciones.
Los recurrentes: el amor y el desamor. Recorriendo todas las esquinas de la ciudad atesora versos, palabras nunca dichas, secretos insospechados. Todo se traduce en canciones, alguna parte ajena a la voluntad de la vida le dio ese don, cronista de una época, una generación se ha ganado el respeto de muchos y el odio de no pocos, ese es el precio del talento innato.
Cuarto Corazón es una agrupación que hace de la hipertextualidad un modo para un fin, recrear la vida misma, los procesos sociales más crudos de un modo inteligente y audaz para llegar a los entendidos y los incautos. El presente es el límite, el rumbo lo dará la propia existencia.
Levantarse de noche por cualquier frase, o por una canción completa es el modus operandi de este loco trovador. Freddy se ha dado cuenta de que las canciones que nacen “de un tirón” son las que más le gustan a la gente. Aunque tal vez lo tilden de “despreocupado”, no presta demasiada atención a lo que hace, es un acto que surge por el sólo hecho de hacerlo. Sólo sabe que es un solo hombre sobre la tierra.
“Papa, tú eres trovador.” Alguien le dijo alguna vez y así ha sido siempre, Cuarto Corazón es el vivo ejemplo del profundo sentimiento paternal que embarga a este hombre que vive para y por su música. Meditabundo, con su vestimenta característica, sus frases de siempre, rodeado de personas “no cuerdas” pero inmensamente felices, saboreando la dicha de estar sin dinero, pero con el alma efervescente de poesía, es un grupo de sinónimos para su personalidad, la descripción perfecta para un alma que ilumina muchos espacios de Las Tunas. Aquel nativo de Baracoa, nuestro tunero es parte indudable de la cultura de un pueblo que agradece sus empeños, sus creaciones su ser y estar.
Cuarto Corazón recién comienza su difícil camino, los más jóvenes no son novatos, talentosos y soñadores, alimentan junto a Freddy el sueño del éxito, el reconocimiento, sus presentaciones van más allá de un simple espectáculo, son luz, latidos.
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30 de marzo de 2015
Sin saber a ciencia cierta quien llegó primero, si la poesía o la música, Freddy Laffita arranca de cuajo las canciones a su guitarra, temas como “Pedradas al espejo”, “Pared adentro”, “La última primavera”, “Qué falta le hace”, “El predicador”, “Cuarto corazón”, “Carmen”, “Atando cabos”, “Al borde de mí cara” y “Leve resplandor”, son canciones que aparecen en su sencillo Atando Cabos. Precisamente un corte de este sencillo sirve para nombrar un nuevo proyecto musical que bajo la dirección del experimentado y querido trovador, ha nacido en Las Tunas. Cuarto Corazón, una suerte de refugio para aquellos que gustan de la trova más pura.
Colmado de irreverencia, nacido de una generación contestataria y partidaria de la canción protesta e inteligente, Freddy se atreve a faltarle el respeto a toda regla musical. Creador de canciones que se convirtieron en himnos generacionales como “Canción del simple”, son el ejemplo fehaciente de una motivación profunda por su profesión, un delirio creativo que embriaga a los más jóvenes y entre ellos, dos ex integrantes de Kereya: Nelson y Alejandro, percusionista y bajista respectivamente. Estos talentosos muchachos que de algún modo se formaron bajo su tutela, son hoy parte de una banda que promete abrirse camino de la mano de su líder, un hombre distante de las simulaciones, aguardando el momento preciso para tocar con golpe de magia el corazón de otros. Sin adulaciones, incisivo en sus palabras hechas canciones, se preocupa con creces por la felicidad del prójimo, Freddy utiliza Cuarto Corazón como una vía para hacernos olvidar tiempo y espacio, nos convierte en cómplices de sus creaciones musicales, regala sus canciones.
Los recurrentes: el amor y el desamor. Recorriendo todas las esquinas de la ciudad atesora versos, palabras nunca dichas, secretos insospechados. Todo se traduce en canciones, alguna parte ajena a la voluntad de la vida le dio ese don, cronista de una época, una generación se ha ganado el respeto de muchos y el odio de no pocos, ese es el precio del talento innato.
Cuarto Corazón es una agrupación que hace de la hipertextualidad un modo para un fin, recrear la vida misma, los procesos sociales más crudos de un modo inteligente y audaz para llegar a los entendidos y los incautos. El presente es el límite, el rumbo lo dará la propia existencia.
Levantarse de noche por cualquier frase, o por una canción completa es el modus operandi de este loco trovador. Freddy se ha dado cuenta de que las canciones que nacen “de un tirón” son las que más le gustan a la gente. Aunque tal vez lo tilden de “despreocupado”, no presta demasiada atención a lo que hace, es un acto que surge por el sólo hecho de hacerlo. Sólo sabe que es un solo hombre sobre la tierra.
“Papa, tú eres trovador.” Alguien le dijo alguna vez y así ha sido siempre, Cuarto Corazón es el vivo ejemplo del profundo sentimiento paternal que embarga a este hombre que vive para y por su música. Meditabundo, con su vestimenta característica, sus frases de siempre, rodeado de personas “no cuerdas” pero inmensamente felices, saboreando la dicha de estar sin dinero, pero con el alma efervescente de poesía, es un grupo de sinónimos para su personalidad, la descripción perfecta para un alma que ilumina muchos espacios de Las Tunas. Aquel nativo de Baracoa, nuestro tunero es parte indudable de la cultura de un pueblo que agradece sus empeños, sus creaciones su ser y estar.
Cuarto Corazón recién comienza su difícil camino, los más jóvenes no son novatos, talentosos y soñadores, alimentan junto a Freddy el sueño del éxito, el reconocimiento, sus presentaciones van más allá de un simple espectáculo, son luz, latidos.
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