Las diversas geografías del universo underground cubano
20 de abril de 2015
Asociados al movimiento musical underground cubano aparecen una serie de factores socio- económicos y culturales con una indiscutible influencia en los matices que adquiere el fenómeno a lo largo y ancho de la isla. Las migraciones internas, las redes sociales, tradiciones, sistemas de comunicación, vinculación de los territorios con el desarrollo del turismo internacional, entre otros, llaman la atención a la hora de analizar el predominio de un género u otro en las grandes macro-regiones cubanas: occidente, centro del país y oriente.
Si Usted es un asiduo lector de la página web de PMU o de su boletín electrónico, se habrá percatado de la constante alusión al surgimiento o rescate en la capital de los espacios dedicados al hip hop. El número de artistas que se dedican a cultivar el género es notablemente superior en La Habana que en el resto de Cuba. Por supuesto que el elemento cuantitativo nos haría pensar rápidamente en que la concentración poblacional en la ciudad es mucho mayor que en el resto de las provincias, pero creo que, además habría de pensarse en otros elementos que lo propician. Uno en el que he puesto énfasis es la migración procedente de otros puntos de la geografía cubana.
La creación de barrios en la periferia de la capital que albergan a muchos de estos inmigrantes, cuyas condiciones de vida no son las ideales, ha generado históricamente una diferenciación cultural y social. La identificación de estos con los sectores y grupos afro y latinos que vivieron de forma similar en los Estados Unidos y se expresaron a través del hip hop, explicaría su defensa y creencia en el género.
Esto por una parte, mientras que por otra está la cuestión de las redes sociales. Y entendamos este último factor no sólo con las miras puestas en la tecnología, sino en los entes sociales como tal. Cierta descentralización del poder en la capital y apertura a otras posibles visiones ha generado la proliferación de peñas y espacios que abren sus puertas al rap. Allí se establecen relaciones de afinidad entre sus creadores y seguidores que han llegado a abarcar las esferas privada y pública. Con códigos, tanto verbales como gestuales que expresan su manera de ver el mundo en confianza.
Otras realidades se aprecian en territorios de la isla donde existe una constante afluencia del turismo internacional. En Trinidad por ejemplo, aparecen numerosos grupos de pequeño formato que se dedican a la trova tradicional cubana, mayormente. En cualquier esquina, de forma lícita y tratándose pocas veces de profesionales, te encuentras con el sonido de clave, maracas, guitarra y güiro.
No obstante, si tuviéramos que hablar del predominio de un género, o al menos de su constancia y alcance en el centro de Cuba, deberíamos pensar en el punk rock. Como ya mencioné en un artículo anterior, es evidente la fuerza del punk en esta macro-región. Las ciudades de Santa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus han estado desde fines del siglo XX, muy ligadas en el propósito de hacer este tipo de música y difundirla.
En ese camino ha contribuido el surgimiento temprano de agrupaciones que hacen el género, pero también la creación de lazos de amistad entre los coterráneos de lo que una vez fuera la provincia Las Villas. Las comunicaciones a través del transporte ferroviario han generado no sólo relaciones económicas, sino también culturales. En el punk estas se expresan a través de la supervivencia por más de una década de agrupaciones como Akupunktura, Arrabio y Limalla, cuyos miembros son, en lo fundamental, buenos amigos, a la vez que han generado la aparición de otras como Pollo X Pescao y Gatillo.
En el caso de Oriente, numerosos entrevistados han referido la permanencia del metal a la hora de cultivar el género rock. No obstante, Santiago de Cuba se levanta como una ciudad tan plural como La Habana y se inserta mucho más en el hip hop, al mismo tiempo que se desarrollan proyectos que experimentan con las raíces africanas y culturas caribeñas, muy arraigadas en la zona.
Las evidentes diferencias en el desarrollo del movimiento musical underground a lo largo de la isla hablan de la interrelación de este con numerosos factores. Aquí sólo hemos mencionado algunos, pero muchos otros podrían llenar páginas como estas. La historia, los fenómenos sociales y la infraestructura de los territorios al combinarse, traen resultados diversos, mas no predeterminados. Los componentes psicológicos, así como el talento que tengan nuestros creadores, también son piezas clave en toda la amalgama de géneros que abarca el universo underground cubano.
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20 de abril de 2015
Asociados al movimiento musical underground cubano aparecen una serie de factores socio- económicos y culturales con una indiscutible influencia en los matices que adquiere el fenómeno a lo largo y ancho de la isla. Las migraciones internas, las redes sociales, tradiciones, sistemas de comunicación, vinculación de los territorios con el desarrollo del turismo internacional, entre otros, llaman la atención a la hora de analizar el predominio de un género u otro en las grandes macro-regiones cubanas: occidente, centro del país y oriente.
Si Usted es un asiduo lector de la página web de PMU o de su boletín electrónico, se habrá percatado de la constante alusión al surgimiento o rescate en la capital de los espacios dedicados al hip hop. El número de artistas que se dedican a cultivar el género es notablemente superior en La Habana que en el resto de Cuba. Por supuesto que el elemento cuantitativo nos haría pensar rápidamente en que la concentración poblacional en la ciudad es mucho mayor que en el resto de las provincias, pero creo que, además habría de pensarse en otros elementos que lo propician. Uno en el que he puesto énfasis es la migración procedente de otros puntos de la geografía cubana.
La creación de barrios en la periferia de la capital que albergan a muchos de estos inmigrantes, cuyas condiciones de vida no son las ideales, ha generado históricamente una diferenciación cultural y social. La identificación de estos con los sectores y grupos afro y latinos que vivieron de forma similar en los Estados Unidos y se expresaron a través del hip hop, explicaría su defensa y creencia en el género.
Esto por una parte, mientras que por otra está la cuestión de las redes sociales. Y entendamos este último factor no sólo con las miras puestas en la tecnología, sino en los entes sociales como tal. Cierta descentralización del poder en la capital y apertura a otras posibles visiones ha generado la proliferación de peñas y espacios que abren sus puertas al rap. Allí se establecen relaciones de afinidad entre sus creadores y seguidores que han llegado a abarcar las esferas privada y pública. Con códigos, tanto verbales como gestuales que expresan su manera de ver el mundo en confianza.
Otras realidades se aprecian en territorios de la isla donde existe una constante afluencia del turismo internacional. En Trinidad por ejemplo, aparecen numerosos grupos de pequeño formato que se dedican a la trova tradicional cubana, mayormente. En cualquier esquina, de forma lícita y tratándose pocas veces de profesionales, te encuentras con el sonido de clave, maracas, guitarra y güiro.
No obstante, si tuviéramos que hablar del predominio de un género, o al menos de su constancia y alcance en el centro de Cuba, deberíamos pensar en el punk rock. Como ya mencioné en un artículo anterior, es evidente la fuerza del punk en esta macro-región. Las ciudades de Santa Clara, Cienfuegos y Sancti Spíritus han estado desde fines del siglo XX, muy ligadas en el propósito de hacer este tipo de música y difundirla.
En ese camino ha contribuido el surgimiento temprano de agrupaciones que hacen el género, pero también la creación de lazos de amistad entre los coterráneos de lo que una vez fuera la provincia Las Villas. Las comunicaciones a través del transporte ferroviario han generado no sólo relaciones económicas, sino también culturales. En el punk estas se expresan a través de la supervivencia por más de una década de agrupaciones como Akupunktura, Arrabio y Limalla, cuyos miembros son, en lo fundamental, buenos amigos, a la vez que han generado la aparición de otras como Pollo X Pescao y Gatillo.
En el caso de Oriente, numerosos entrevistados han referido la permanencia del metal a la hora de cultivar el género rock. No obstante, Santiago de Cuba se levanta como una ciudad tan plural como La Habana y se inserta mucho más en el hip hop, al mismo tiempo que se desarrollan proyectos que experimentan con las raíces africanas y culturas caribeñas, muy arraigadas en la zona.
Las evidentes diferencias en el desarrollo del movimiento musical underground a lo largo de la isla hablan de la interrelación de este con numerosos factores. Aquí sólo hemos mencionado algunos, pero muchos otros podrían llenar páginas como estas. La historia, los fenómenos sociales y la infraestructura de los territorios al combinarse, traen resultados diversos, mas no predeterminados. Los componentes psicológicos, así como el talento que tengan nuestros creadores, también son piezas clave en toda la amalgama de géneros que abarca el universo underground cubano.
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