Creciendo con el hip hop…y viviendo por el hip hop: MC León
20 de abril de 2015
¿Qué es la pasión? ¿Hasta dónde, verdaderamente, podemos ir sin ella? La pasión puede degradar, pero puede proteger, puede descomponer el trabajo, pero también componer una vida. ¿Qué pasa si ponemos el discurso a la inversa? La pasión puede regenerar, pero implica riesgos, puede componer el trabajo, pero también descomponer una vida. Válido igualmente, ¿no? Pues es así que los discursos maniqueístas terminan por encerrarnos en la lógica o en la irracionalidad. ¿Somete a examen las verdades antes de creer? ¿Ha intentado poner el sentido del discurso a la inversa para ver si pierde su validez? ¿Qué pasaría si se ponen a dialogar los extremos? Surge la dialéctica, útil herramienta para detectar la falacia.
Cultivar (puede entenderse también como producir) es lo que realmente da frutos (obsérvese la tautología), pero nunca sin crear, innovar, trascender las condiciones que nos son impuestas. Ciertamente, el discurso de lo que “pudiera ser” es más frágil, pero también más auténtico (y por eso supremo), así que a partir de los hechos (lo que somos, lo que heredamos) podemos apostar por nuevas realidades, tratando de no coartar sino de multiplicar. Y hablo de pasión y de oficio porque cuando estos se conjugan se puede obtener lo mejor, y lo que ya es bueno, mejora, y lo malo se hace digno.
Toda esta reflexión me la suscitó un joven MC de 17 años que aun cursa 12 grado. Brian Yasseft Chang Castillo, MC León (“se soltó el león, hey, hey, hey!!!!”), está lleno de proyectos y de entusiasmo. Llegué mientras estaba haciendo una “pistilla” (beats) y ahora comparto con ustedes lo que me contó.
“Ahora tengo 3000 proyectos, mi disco en solitario, un disco con un rapero sudafricano que se llama G-Ruak, otro con un haitiano que se llama Blood, con Los Compinches tengo unos proyecticos, cosas visionarias, futuristas, aparte de mi grupo de rap metal que queremos presentarnos pronto. Tendencia son como los padrinos del grupo que se va a llamar Guerrilla”.
MC León ya ha recibido dos veces premios en el Festival Creciendo con el Hip Hop, y si alguna otra certeza tiene en la vida, es que el hip hop lo es todo para él.
“Muchas veces cuando vengo de la escuela me digo: no sé que me haría si no tuviera el hip hop. La Dame Blanche, de Francia, nombre que viene de historias de fantasmas de mitología francesa, me presentó a su esposo que es productor musical y ahí comenzaron las conexiones con los demás raperos, además de los que ya mencioné, Jonijo de Zambia y Big CK de Etiopía.
El amor, la legalización de la marihuana, la vida de incomprensiones por parte de algunos, todo lo que ha vivido son los temas de sus textos. También reconocí algunas influencias de Nach en su lírica y su civismo. Intenta la experimentación auspiciado por el grupo de rock también pinareño, Tendencia, a quien le une lazos de parentesco y de arte por supuesto, con una vertiente muy interesante de la canción protesta y contracultura: el rap metal.
“Yo no veo muy diferente el rock del rap, ambos son géneros underground y si escuchas con detenimiento, la base rítmica, o sea, la percusión no tienen mucha diferencia. ¿Qué tienen pelos largos? Los raperos también tienen pelos largos, pero se hacen trenzas. Por eso digo que soy un rapero free. El rap y el rock son géneros marginados, por qué no pueden estar juntos, sólo hace falta empastar. Rap metal es mucho más fuerte que cantar sobre un background, es increíble lo que puedes hacer con tu propia banda”.
“¿Qué haría si no tuviera la capacidad para hacer beats, escribir canciones, cantar?” Con esta pregunta, insoluble para él, se despidió lo que considero un hijo de una sociedad donde, más o menos, se borraron los valores familiares, la tradición y se sustituyeron por los de la nación, la patria, el hombre nuevo que se quería construir, olvidando el argumento ontológico de anterioridad del individuo, de la familia y de la comunidad. Es una suerte que con las mínimas posibilidades de comunicación, sobre todo en el interior de Cuba, haya podido contactar y establecer relaciones con cohesión emocional, profundidad, continuidad y plenitud, que le permitieron abrir su mente, apostar por nuevas maneras, y ver unión y potencialidades donde se presentaba la diferencia. Es la libertad (de pensar-actuar, independientemente) y la pasión que emana que nos devuelve la creatividad y la productividad, hay que ir por ella donde quiera que se encuentre. ¡Pruebe a refutar esto!.
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20 de abril de 2015
¿Qué es la pasión? ¿Hasta dónde, verdaderamente, podemos ir sin ella? La pasión puede degradar, pero puede proteger, puede descomponer el trabajo, pero también componer una vida. ¿Qué pasa si ponemos el discurso a la inversa? La pasión puede regenerar, pero implica riesgos, puede componer el trabajo, pero también descomponer una vida. Válido igualmente, ¿no? Pues es así que los discursos maniqueístas terminan por encerrarnos en la lógica o en la irracionalidad. ¿Somete a examen las verdades antes de creer? ¿Ha intentado poner el sentido del discurso a la inversa para ver si pierde su validez? ¿Qué pasaría si se ponen a dialogar los extremos? Surge la dialéctica, útil herramienta para detectar la falacia.
Cultivar (puede entenderse también como producir) es lo que realmente da frutos (obsérvese la tautología), pero nunca sin crear, innovar, trascender las condiciones que nos son impuestas. Ciertamente, el discurso de lo que “pudiera ser” es más frágil, pero también más auténtico (y por eso supremo), así que a partir de los hechos (lo que somos, lo que heredamos) podemos apostar por nuevas realidades, tratando de no coartar sino de multiplicar. Y hablo de pasión y de oficio porque cuando estos se conjugan se puede obtener lo mejor, y lo que ya es bueno, mejora, y lo malo se hace digno.
Toda esta reflexión me la suscitó un joven MC de 17 años que aun cursa 12 grado. Brian Yasseft Chang Castillo, MC León (“se soltó el león, hey, hey, hey!!!!”), está lleno de proyectos y de entusiasmo. Llegué mientras estaba haciendo una “pistilla” (beats) y ahora comparto con ustedes lo que me contó.
“Ahora tengo 3000 proyectos, mi disco en solitario, un disco con un rapero sudafricano que se llama G-Ruak, otro con un haitiano que se llama Blood, con Los Compinches tengo unos proyecticos, cosas visionarias, futuristas, aparte de mi grupo de rap metal que queremos presentarnos pronto. Tendencia son como los padrinos del grupo que se va a llamar Guerrilla”.
MC León ya ha recibido dos veces premios en el Festival Creciendo con el Hip Hop, y si alguna otra certeza tiene en la vida, es que el hip hop lo es todo para él.
“Muchas veces cuando vengo de la escuela me digo: no sé que me haría si no tuviera el hip hop. La Dame Blanche, de Francia, nombre que viene de historias de fantasmas de mitología francesa, me presentó a su esposo que es productor musical y ahí comenzaron las conexiones con los demás raperos, además de los que ya mencioné, Jonijo de Zambia y Big CK de Etiopía.
El amor, la legalización de la marihuana, la vida de incomprensiones por parte de algunos, todo lo que ha vivido son los temas de sus textos. También reconocí algunas influencias de Nach en su lírica y su civismo. Intenta la experimentación auspiciado por el grupo de rock también pinareño, Tendencia, a quien le une lazos de parentesco y de arte por supuesto, con una vertiente muy interesante de la canción protesta y contracultura: el rap metal.
“Yo no veo muy diferente el rock del rap, ambos son géneros underground y si escuchas con detenimiento, la base rítmica, o sea, la percusión no tienen mucha diferencia. ¿Qué tienen pelos largos? Los raperos también tienen pelos largos, pero se hacen trenzas. Por eso digo que soy un rapero free. El rap y el rock son géneros marginados, por qué no pueden estar juntos, sólo hace falta empastar. Rap metal es mucho más fuerte que cantar sobre un background, es increíble lo que puedes hacer con tu propia banda”.
“¿Qué haría si no tuviera la capacidad para hacer beats, escribir canciones, cantar?” Con esta pregunta, insoluble para él, se despidió lo que considero un hijo de una sociedad donde, más o menos, se borraron los valores familiares, la tradición y se sustituyeron por los de la nación, la patria, el hombre nuevo que se quería construir, olvidando el argumento ontológico de anterioridad del individuo, de la familia y de la comunidad. Es una suerte que con las mínimas posibilidades de comunicación, sobre todo en el interior de Cuba, haya podido contactar y establecer relaciones con cohesión emocional, profundidad, continuidad y plenitud, que le permitieron abrir su mente, apostar por nuevas maneras, y ver unión y potencialidades donde se presentaba la diferencia. Es la libertad (de pensar-actuar, independientemente) y la pasión que emana que nos devuelve la creatividad y la productividad, hay que ir por ella donde quiera que se encuentre. ¡Pruebe a refutar esto!.
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