El oro no puede sustituir mi pasión
27 de abril de 2015
Hace algunos años, Mayde fue alumna mía en la Universidad de la Habana. Recuerdo como si fuera hoy el día en que la conocí, todos presentándose con timidez, todos menos ella. Cuando le preguntaban que hacía antes de empezar la universidad, nos comentaba que era parte de la ENA, la Escuela Nacional de Arte, y que tocaba el piano desde los 8 años, pero que decidió por una carrera universitaria porque además de tocar, uno de sus grandes sueños era subir la escalinata de la Universidad de La Habana. Cinco meses después de esta conversación, May como le decimos cariñosamente, ganó el Premio de Oro del festival de cultura de nuestra facultad, junto a su piano.
Hoy May participa en cualquier actividad de la universidad y muchas veces ha estado en el Aula Magna de acompañante de la coral universitaria o haciendo solos de Mozart, Frank Fernández, entre otros. Es indiscutible que Mayde es una chica con muchísimo talento que llegará muy lejos.
PMU: ¿Cómo supiste que era el piano el instrumento que tocarías?
Mayde: Desde muy chica fui siempre hiperactiva y mi madre para mantenerme entretenida, me puso en cuanto círculo de interés había o en todo tipo de manifestaciones. Fui karateca, toqué en la banda de la escuela, bailaba para una comparsa en la casa de cultura, estuve en el coro lírico de la Habana, recibí clases de guitarra y baile español, además de las de piano. En cuanto tuve un piano ante mí supe que era eso lo que deseaba, fue un sentimiento instantáneo. La melodía me enamoró y la complejidad me sedujo. Sabía que el piano y yo estaríamos mucho tiempo ligados.
PMU: ¿Cuándo termines la carrera, qué tienes decidido, seguir con tu profesión de filóloga o dedicarte a la música?
Mayde: En realidad aun no lo tengo decidido. Me encanta mi carrera y la música más bien es como una pasión. No lo hago por un interés económico, ni por buscarme la vida, simplemente por amor, por lo cual no niego que me encantaría seguir tocando. He dedicado gran parte de mi vida a ella y no me gustaría tirarlo por el piso.
PMU: ¿Cuál ha sido el momento más emocionante en el que has tocado el piano en la universidad?
Mayde: Para mí sin lugar a dudas, fue mi primera vez en el Aula Magna. Este es un lugar bellísimo, imponente y además, me sentía muy nerviosa. Estaba haciendo el acompañamiento al himno de la universidad cantado por la coral de la UH, estaba el rector y muchísimas personalidades, recuerdo que fue el acto por el día del maestro, hace par de años atrás.
PMU: ¿qué aspiraciones tienes para el futuro?
Mayde: Me gustaría mucho poder ejercer mi estilo y al mismo tiempo hacer fusiones con otros estilos de música. Tengo proyectos con un grupo de amigos de la ENA (Escuela Nacional de Arte) que ahora están en el ISA (Instituto Superior de Arte) para hacer música en conjunto. Pero aún no lo tengo del todo claro. El arte de las letras, el buen hablar y las ciencias de la filología me gustan casi tanto como la música. Odio el reguetón y la música de mal gusto, pero al mismo tiempo amo al mundo underground, lo que para algunos es una contradicción, pero yo lo tengo claro. También me gusta hacer las cosas bien hechas y con paciencia, ganarme al público, compartir pasiones, dictaminarme retos y sobre todas las cosas, encontrar a un cantante que tenga el mismo compromiso musical que yo poseo, el cual no puede ser sustituido por todo el oro del mundo.
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27 de abril de 2015
Hace algunos años, Mayde fue alumna mía en la Universidad de la Habana. Recuerdo como si fuera hoy el día en que la conocí, todos presentándose con timidez, todos menos ella. Cuando le preguntaban que hacía antes de empezar la universidad, nos comentaba que era parte de la ENA, la Escuela Nacional de Arte, y que tocaba el piano desde los 8 años, pero que decidió por una carrera universitaria porque además de tocar, uno de sus grandes sueños era subir la escalinata de la Universidad de La Habana. Cinco meses después de esta conversación, May como le decimos cariñosamente, ganó el Premio de Oro del festival de cultura de nuestra facultad, junto a su piano.
Hoy May participa en cualquier actividad de la universidad y muchas veces ha estado en el Aula Magna de acompañante de la coral universitaria o haciendo solos de Mozart, Frank Fernández, entre otros. Es indiscutible que Mayde es una chica con muchísimo talento que llegará muy lejos.
PMU: ¿Cómo supiste que era el piano el instrumento que tocarías?
Mayde: Desde muy chica fui siempre hiperactiva y mi madre para mantenerme entretenida, me puso en cuanto círculo de interés había o en todo tipo de manifestaciones. Fui karateca, toqué en la banda de la escuela, bailaba para una comparsa en la casa de cultura, estuve en el coro lírico de la Habana, recibí clases de guitarra y baile español, además de las de piano. En cuanto tuve un piano ante mí supe que era eso lo que deseaba, fue un sentimiento instantáneo. La melodía me enamoró y la complejidad me sedujo. Sabía que el piano y yo estaríamos mucho tiempo ligados.
PMU: ¿Cuándo termines la carrera, qué tienes decidido, seguir con tu profesión de filóloga o dedicarte a la música?
Mayde: En realidad aun no lo tengo decidido. Me encanta mi carrera y la música más bien es como una pasión. No lo hago por un interés económico, ni por buscarme la vida, simplemente por amor, por lo cual no niego que me encantaría seguir tocando. He dedicado gran parte de mi vida a ella y no me gustaría tirarlo por el piso.
PMU: ¿Cuál ha sido el momento más emocionante en el que has tocado el piano en la universidad?
Mayde: Para mí sin lugar a dudas, fue mi primera vez en el Aula Magna. Este es un lugar bellísimo, imponente y además, me sentía muy nerviosa. Estaba haciendo el acompañamiento al himno de la universidad cantado por la coral de la UH, estaba el rector y muchísimas personalidades, recuerdo que fue el acto por el día del maestro, hace par de años atrás.
PMU: ¿qué aspiraciones tienes para el futuro?
Mayde: Me gustaría mucho poder ejercer mi estilo y al mismo tiempo hacer fusiones con otros estilos de música. Tengo proyectos con un grupo de amigos de la ENA (Escuela Nacional de Arte) que ahora están en el ISA (Instituto Superior de Arte) para hacer música en conjunto. Pero aún no lo tengo del todo claro. El arte de las letras, el buen hablar y las ciencias de la filología me gustan casi tanto como la música. Odio el reguetón y la música de mal gusto, pero al mismo tiempo amo al mundo underground, lo que para algunos es una contradicción, pero yo lo tengo claro. También me gusta hacer las cosas bien hechas y con paciencia, ganarme al público, compartir pasiones, dictaminarme retos y sobre todas las cosas, encontrar a un cantante que tenga el mismo compromiso musical que yo poseo, el cual no puede ser sustituido por todo el oro del mundo.
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