Last Rejection, fuerza y constancia de la música underground



Hay pocas publicaciones sobre el desarrollo de la música electrónica en Cuba, por eso usaremos la perspectiva de una aficionada banda que fusiona dicho género con otros, para que nos ayude a introducir este artículo.

El grupo cubano Last Rejection se funda en agosto del 2014, conformado por René Blanco (bajo y guitarra) y Ricardo Longo (DJ y director). El nombre Last Rejection significa: último rechazo, y la razón de este nombre es porque en proyectos anteriores fueron rechazados, de una forma u otra, por las instituciones de cultura. Razón más que justificada para que decidieran hacer hasta lo imposible para que las negaciones hasta ese momento fuesen las últimas.

Last Rejection basa sus criterios sobre estas oposiciones: las instituciones a las cuales se presentaron sólo les interesan los profesionales y no los aficionados, dándole prioridad a una música comercial que ellos no están interesados en realizar para pertenecer a alguna entidad.

Estos muchachos defienden la música electrónica como género musical, fusionándola con el rock and roll, el reggae y el hip hop. Esta inclinación está marcada por la influencia que todos los integrantes de la banda tuvieron en sus diferentes etapas de desarrollo de adolescentes, para después consumirla en su juventud como género de preferencia.

El género está en proceso de crecimiento en la isla, se han hecho grandes proyectos con la música electrónica y la alternativa, pero para Last Rejection “si se diera más importancia y promoción, se llegaría mucho más lejos”. Esto los ha privado de estar en un lugar más cimero dentro del género, desde su fundación.

El discurso que se propone esta joven agrupación en su carrera musical tiene como objetivo llevarle a cada persona una propuesta diferente y un mensaje más que claro: “la buena música no se hace solamente en los grandes conservatorios o con grandes orquestas, la música es libre y cualquiera que se lo proponga puede ser tan libre como ella misma”.

Para lograr más efectividad en el mensaje lanzado en cada producción, Last Rejection trabaja para un público joven, aunque también para los no tan jóvenes que gustan de este estilo. Pudiéramos decir que son amantes a los retos, si tenemos en cuenta lo antes mencionado, así como la realidad de que la música que realizan no es escuchada por todo tipo de público.

La falta de recursos, un punto que no se puede dejar de tocar en cada artista underground que entrevistamos, ser aficionado y muchas veces, las decepciones al solicitar una actuación en casas de cultura o eventos comunitarios por ejemplo, los llevan por un empedrado camino en su carrera artística. Todo ello interviene de manera negativa en el desarrollo de la producción y promoción de su trabajo. Hasta el momento, Last Rejection declara que gracias a sus seguidores y a unos pocos colaboradores, pueden llegar a elaborar mecanismos fáciles de promoción.

Dos demos totalmente independientes y grabados de forma rústica en un cuarto de 3 x 3, con un micrófono Shure y una laptop HP, son las producciones que integran su catálogo musical. La colaboración del cantante de rap JuanK y el cantante del grupo Planeta Cuba, Yariel García, así como compartir escenarios con la compañía de rap Malcolm Beybe y el Proyecto Afrothree, ha constituido un punto clave en el trabajo que han realizado hasta la fecha.

Igualmente, el proyecto Ángeles Caídos seleccionó varias de sus composiciones como banda sonara para sus coreografías exhibidas en la Casa de la Cultura de la Habana Vieja, enriqueciendo así el currículo de la banda.

Last Rejection finaliza esta entrevista transmitiéndole a todo el movimiento underground “que tengan fuerza y constancia. La música underground es muy poderosa y es capaz de cambiar muchas cosas. No podemos bajar la guardia, debemos apoyarnos con el tema de la promoción y la producción, aunque nos dividamos en diferentes géneros. La música underground es una sola”.

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