Hacemos lo que nos gusta
25 de mayo de 2015
Su nombre es Iracema, aunque todos le dicen Iri. Actualmente es la vocalista del grupo “Subiendo a la cumbre”, el cual toca una fusión de rock con pop. Su trabajo como todo vocalista, se enfoca en dar la imagen y la voz del grupo, aunque su única labor en la vida no es la música, ya que como le comenta a PMU, es también empleada del popular club habanero KingBar.
¿Cómo llevas el tema del bar y el de la música al mismo tiempo? “¿La verdad? Bien complicado. No tengo días fijos a la semana para trabajar y las presentaciones no siempre son cuando uno las quiere, por lo que me he buscado par de problemas. Pero nada, aquí estoy y aquí estamos, nos va bien y hacemos lo que nos gusta, el tiempo siempre se hace”.
¿Qué tipo de problemas te has buscado, y porque no te dedicas a la música a tiempo completo? “Simplemente porque lo que hacemos no da para comer, dividir el poco dinero que nos pagan en las presentaciones entre seis es complicado. De hecho, mi parte casi siempre digo que se la repartan entre los demás del grupo. Yo tengo la suerte de tener un buen trabajo, de los otros cinco integrantes cuatro son estudiantes y el bajista perdió su trabajo. Vaya, en otras palabras, amo lo que hago por encima de todo, si en un futuro me da mucho dinero porque tenemos éxito, felicidades, pero no es el enfoque actual que tengo sobre ello”.
¿Dificultades que has tenido con el grupo y a la hora de presentarte? “¡Ay, de eso ni hablar! Creo que sería más corto responder las facilidades que he tenido. Ya sabes, esto es Cuba, sinónimo de problemas y tropiezos. A veces quisiera hundirme en el mapa o que la tierra me tragara, pero después reflexiono y pienso que las dificultades quizás sean una señal de sacrificio para llegar a la cima”.
¿Has pensado en colgar los guantes alguna vez? “Bueno, pensar es una cosa, reflexionar al respecto es otra. Si tienes un problema grande es lo primero que te viene a la cabeza, pero cuando te das cuenta que lo puedes solucionar o buscar una alternativa, ese pensamiento negativo se disuelve”.
¿Te has marcado algún compromiso con tus letras hacia tu pueblo? “Me he marcado no, mi grupo y yo nos hemos marcado un serio compromiso. Vivimos asqueados del reguetón y sus letras sin sentido. Creemos que el pueblo merece ver otro tipo de trabajo con más compromiso. No sé si lo han visto, pero hay un chiste que anda por Internet donde se muestra una fórmula para crear música con reguetón, en la cual salen una serie de frases para que las mezcles. ¿Y sabes qué? Con ese chiste haces más de 100 canciones sin exagerar. ¿Entonces? ¿Dónde está la seriedad y credibilidad de ese ritmo?”
Partiendo de lo que me dices ¿Qué enfoque le das a tus letras? “Yo en lo particular no soy compositora, tenemos a Tony, el baterista, que se encarga también de componer, pero bueno, todos opinamos y sugerimos. Ahora mismo tenemos varias temáticas diferentes, por ejemplo, tratamos el tema del aborto, la discriminación racial, las drogas y hasta tenemos una canción de los baches en las calles, inspirado en la famosa canción de Buena Fe”.
Para culminar ¿Crees que la música cubana va por buen camino? “Para nada, va por pésimo camino. Las grandes figuras de antes de la Revolución se extinguieron, ahora hay solo una manada de personas intentando hacer música para comer, y para colmo, los que están en la cima como por ejemplo Gente de Zona, que de cierta forma son un paradigma para la sociedad, las letras solo hablan de sexo y de fiesta. Para mí, en un plano generalizado y exceptuando unos pocos, es una vergüenza. Pero bueno, soluciones hay, intenciones son las que faltan”.
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25 de mayo de 2015
Su nombre es Iracema, aunque todos le dicen Iri. Actualmente es la vocalista del grupo “Subiendo a la cumbre”, el cual toca una fusión de rock con pop. Su trabajo como todo vocalista, se enfoca en dar la imagen y la voz del grupo, aunque su única labor en la vida no es la música, ya que como le comenta a PMU, es también empleada del popular club habanero KingBar.
¿Cómo llevas el tema del bar y el de la música al mismo tiempo? “¿La verdad? Bien complicado. No tengo días fijos a la semana para trabajar y las presentaciones no siempre son cuando uno las quiere, por lo que me he buscado par de problemas. Pero nada, aquí estoy y aquí estamos, nos va bien y hacemos lo que nos gusta, el tiempo siempre se hace”.
¿Qué tipo de problemas te has buscado, y porque no te dedicas a la música a tiempo completo? “Simplemente porque lo que hacemos no da para comer, dividir el poco dinero que nos pagan en las presentaciones entre seis es complicado. De hecho, mi parte casi siempre digo que se la repartan entre los demás del grupo. Yo tengo la suerte de tener un buen trabajo, de los otros cinco integrantes cuatro son estudiantes y el bajista perdió su trabajo. Vaya, en otras palabras, amo lo que hago por encima de todo, si en un futuro me da mucho dinero porque tenemos éxito, felicidades, pero no es el enfoque actual que tengo sobre ello”.
¿Dificultades que has tenido con el grupo y a la hora de presentarte? “¡Ay, de eso ni hablar! Creo que sería más corto responder las facilidades que he tenido. Ya sabes, esto es Cuba, sinónimo de problemas y tropiezos. A veces quisiera hundirme en el mapa o que la tierra me tragara, pero después reflexiono y pienso que las dificultades quizás sean una señal de sacrificio para llegar a la cima”.
¿Has pensado en colgar los guantes alguna vez? “Bueno, pensar es una cosa, reflexionar al respecto es otra. Si tienes un problema grande es lo primero que te viene a la cabeza, pero cuando te das cuenta que lo puedes solucionar o buscar una alternativa, ese pensamiento negativo se disuelve”.
¿Te has marcado algún compromiso con tus letras hacia tu pueblo? “Me he marcado no, mi grupo y yo nos hemos marcado un serio compromiso. Vivimos asqueados del reguetón y sus letras sin sentido. Creemos que el pueblo merece ver otro tipo de trabajo con más compromiso. No sé si lo han visto, pero hay un chiste que anda por Internet donde se muestra una fórmula para crear música con reguetón, en la cual salen una serie de frases para que las mezcles. ¿Y sabes qué? Con ese chiste haces más de 100 canciones sin exagerar. ¿Entonces? ¿Dónde está la seriedad y credibilidad de ese ritmo?”
Partiendo de lo que me dices ¿Qué enfoque le das a tus letras? “Yo en lo particular no soy compositora, tenemos a Tony, el baterista, que se encarga también de componer, pero bueno, todos opinamos y sugerimos. Ahora mismo tenemos varias temáticas diferentes, por ejemplo, tratamos el tema del aborto, la discriminación racial, las drogas y hasta tenemos una canción de los baches en las calles, inspirado en la famosa canción de Buena Fe”.
Para culminar ¿Crees que la música cubana va por buen camino? “Para nada, va por pésimo camino. Las grandes figuras de antes de la Revolución se extinguieron, ahora hay solo una manada de personas intentando hacer música para comer, y para colmo, los que están en la cima como por ejemplo Gente de Zona, que de cierta forma son un paradigma para la sociedad, las letras solo hablan de sexo y de fiesta. Para mí, en un plano generalizado y exceptuando unos pocos, es una vergüenza. Pero bueno, soluciones hay, intenciones son las que faltan”.
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