El baile como elemento de interacción en escenarios underground



Uno de los tres canales esenciales de comunicación por el que se generan relaciones es el baile coreográfico, ya que permite realzar considerablemente el valor recreativo y de esparcimiento en los escenarios de música enfatizando en lo underground, valor que se reconoce en la sociedad cubana actual.

La participación consciente en la música underground puede intensificarse en cada individuo, merced al movimiento o la demostración danzaria, lo que para los cubanos es tan válido como escuchar la música contemplativamente. El baile nos permite conectar cuerpo, mente y alma, así como entablar relaciones e interrelaciones a nivel social.

En consecuencia, excepto allí donde música y baile son ofrecidos por músicos y conjuntos selectos de bailarines que ejecutan corografías elaboradas de antemano, los individuos pueden responder al impacto que la música bailable tiene en ellos, saliendo al escenario de baile para expresarse con el vocabulario corporal propio de la cultura a la que pertenecen.

Dado que el baile y la música comparten elementos comunes, como el ritmo, la sincronización del compás, la dinámica y el flujo de energía, sus estructuras pueden integrarse estrechamente de tal forma que la danza resulte una dimensión visual de la música y viceversa, o que ambas actividades se tornen complementarias. Estos propósitos exigen una íntima colaboración entre músicos y bailarines.

En ediciones pasadas hicimos referencia a Company Yoruba, agrupación que exponemos en este artículo como ejemplo para mejor entendimiento. A estos jóvenes les resulta sumamente difícil que el público recepcione la fusión que hacen del hip hop con la música yoruba o folklórica, y se ven en la imperiosa necesidad de incluir bailarines y performances a las proyecciones escénicas. En sus conciertos se visten con la ropa propia de la cultura folklórica afrocubana para representar a los dioses Changó y Oshún, lo que les proporcionó más aceptación dentro de los seguidores del rap para con los ritmos que interpretan.

Una razón por la que el baile ocupa un lugar importante en la esfera cubana underground, y específicamente para esta joven agrupación cubana, es que puede ser utilizada en y por sí misma, para expresar valores sociales y religiosos. La participación en la danza puede ser expresión de la identidad de un individuo o de su filiación a un grupo determinado, puede ser un acto ceremonial o de culto, o una forma de tributo u homenaje. Los religiosos cuando entran en un estado alterado de conciencia, pueden representar dramáticamente la presencia activa de los dioses mediante el ritual bailable y hacer sus deseos manifiestos.

Otra razón más para poner énfasis en las coreografías dentro del escenario underground es que éstas son capaces de comunicar mensajes específicos por medio de sus propias formas o gestos simbólicos. Así como estos se emplean como códigos de comunicación, o como un medio de destacar lo que se dice, puede también desarrollar su propio vocabulario de gestos de danza con fines equivalentes.

De este modo, el baile coreográfico amplía el campo de interacción ocasionado por la música underground, ya que un compositor de esta categoría musical puede expresar sus inquietudes socio-políticas-económicas a sus seguidores y su disposición de conducirlos a la reflexión valiéndose de gestos adecuados en los bailes. Aunque son pocas en Cuba, las agrupaciones underground suelen también utilizar la danza para expresar sentimientos y/o mensajes de angustia, temor, desesperación, reconocimiento, alegría entre otros.

Debido a tales posibilidades y a la interacción que de lo transmitido se origina, y también al hecho de que la danza es invariablemente el principal foco de atención cuando se combina con otros medios de comunicación, la sociedad cubana se refiere a un acontecimiento musical con danza con la misma palabra que emplea para el pasatiempo, calificándola cuando viene al caso, con calificativos como adecuada, seria, majestuosa, firme, entre otros.

Cabe resaltar en este final de artículo, que en nuestra cultura musical danzaría, los instrumentos musicales juegan un papel primordial. Así, el son de tambores (o sus equivalentes funcionales), el canto (o sus equivalentes instrumentales) y la danza son conceptualmente los principales componentes de un acontecimiento musical pleno. Estas herramientas son utilizadas en todas, o casi todas las agrupaciones musicales underground en Cuba y tributan a la entrega de un mejor espectáculo danzario-musical.

Las interpretaciones integrales de música y danza pueden incluir otros conjuntos instrumentales importantes, como los instrumentos de viento, los instrumentos de percusión, o los instrumentos de cuerda y los tambores. En todos ellos pueden comprenderse distintos niveles estructurales de organización acompasada y tonal.

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