Libres en las redes y clandestinos en las calles
1 de junio de 2015
Con aires misteriosos de novela policíaca, nos pidieron, ante todo, confidencialidad. Así que luego de terminar la entrevista, editamos y censuramos poniendo entre corchetes todo lo que no era publicable. ¿Cautelosos o paranoicos? No importa, PMU sigue una política de puertas abiertas y sobre todas las cosas, respeta las opiniones y posturas de nuestros artistas.
Carlitos, Joan y El Titi son los integrantes de Tres en uno, una agrupación que se inició de manera espontánea disfrazada de pasatiempo o relax para divertir a las amistades y familiares. El origen de su nombre viene dado por el fuerte vínculo que existe entre estos tres amigos y por sus similitudes en cuanto a timbres vocales y destrezas artísticas. Ellos nunca imaginaron que este entretenimiento iría poco a poco adquiriendo seriedad y que hasta llegarían a tener su propio espacio de presentación dentro de la urbe habanera. (Por razones personales de los músicos, por su seguridad y respeto a sus derechos, no es posible revelar el lugar exacto donde suelen exhibirse).
Sí podemos decir que el ciberespacio fue para ellos un territorio libre y desarrollador. Gracias a algunos videos colgados en Facebook y a sus activas participaciones en Twitter, fueron acumulando seguidores hasta hacerse de un pequeño público en las redes sociales. Mientras, en paralelo y en el espacio físico, se enfrentaban a la batalla del artista aficionado en Cuba. Sufrieron, como muchos, el menosprecio y el peloteo de muchas personas representantes de instituciones encargadas de fabricar y comercializar arte en nuestra isla. Comentarios como “es que ya no son tan jóvenes”, “su música es cualquier cosa y carece de un sello propio”, “ya tenemos muchos cantantes urbanos en Cuba”, parecían perseguirlos a todas partes.
Fueron bastantes piedras para tropezar, pero como en la ranchera, ellos siguieron rodando sin dejarse achicar. Siguieron buscando un experto conocedor de la música urbana y popular, y de mente abierta, que apostara por ellos. Hasta que en el 2012, luego de dos años de continua promoción y atención a sus seguidores internautas, apareció una salida alentadora. Como suele suceder, los nuevos se arriesgan por lo nuevo ya que al no tener nada que perder, lo tienen todo por delante.
Fue Kamil, un joven ambicioso, gerente y representante cubano que apenas se iniciaba en el negocio de la farándula, quien les tendió una mano. Llamó su atención la originalidad de estos muchachos al combinar en sus composiciones frases de jazz y música clásica con hip hop instrumental, haciendo sonar los instrumentos de percusión sin perder los matices de la timba cubana. “Hay muchos temas y discos musicales que son favoritos para conocedores de música y para melómanos, pero existen discos que marcan un antes y un después”, estas fueron sus palabras.
Y es en este pintoresco y atractivo centro turístico del Centro Histórico habanero, de cuyo nombre no debo acordarme, donde Tres en uno da a conocer los temas que conforman su primer sencillo. “Un disco de mezcla cubana a lo underground y hecho en casa”, según nos cuentan sus creadores.
Tal vez el misterio que les rodea se trate de alguna estrategia para que todo aquel que le pique la curiosidad salga en su búsqueda hasta que posea la emoción de encontrarlos. Por el momento, nosotros sólo podemos develar un detalle: esta historia está basada en hechos reales.
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1 de junio de 2015
Con aires misteriosos de novela policíaca, nos pidieron, ante todo, confidencialidad. Así que luego de terminar la entrevista, editamos y censuramos poniendo entre corchetes todo lo que no era publicable. ¿Cautelosos o paranoicos? No importa, PMU sigue una política de puertas abiertas y sobre todas las cosas, respeta las opiniones y posturas de nuestros artistas.
Carlitos, Joan y El Titi son los integrantes de Tres en uno, una agrupación que se inició de manera espontánea disfrazada de pasatiempo o relax para divertir a las amistades y familiares. El origen de su nombre viene dado por el fuerte vínculo que existe entre estos tres amigos y por sus similitudes en cuanto a timbres vocales y destrezas artísticas. Ellos nunca imaginaron que este entretenimiento iría poco a poco adquiriendo seriedad y que hasta llegarían a tener su propio espacio de presentación dentro de la urbe habanera. (Por razones personales de los músicos, por su seguridad y respeto a sus derechos, no es posible revelar el lugar exacto donde suelen exhibirse).
Sí podemos decir que el ciberespacio fue para ellos un territorio libre y desarrollador. Gracias a algunos videos colgados en Facebook y a sus activas participaciones en Twitter, fueron acumulando seguidores hasta hacerse de un pequeño público en las redes sociales. Mientras, en paralelo y en el espacio físico, se enfrentaban a la batalla del artista aficionado en Cuba. Sufrieron, como muchos, el menosprecio y el peloteo de muchas personas representantes de instituciones encargadas de fabricar y comercializar arte en nuestra isla. Comentarios como “es que ya no son tan jóvenes”, “su música es cualquier cosa y carece de un sello propio”, “ya tenemos muchos cantantes urbanos en Cuba”, parecían perseguirlos a todas partes.
Fueron bastantes piedras para tropezar, pero como en la ranchera, ellos siguieron rodando sin dejarse achicar. Siguieron buscando un experto conocedor de la música urbana y popular, y de mente abierta, que apostara por ellos. Hasta que en el 2012, luego de dos años de continua promoción y atención a sus seguidores internautas, apareció una salida alentadora. Como suele suceder, los nuevos se arriesgan por lo nuevo ya que al no tener nada que perder, lo tienen todo por delante.
Fue Kamil, un joven ambicioso, gerente y representante cubano que apenas se iniciaba en el negocio de la farándula, quien les tendió una mano. Llamó su atención la originalidad de estos muchachos al combinar en sus composiciones frases de jazz y música clásica con hip hop instrumental, haciendo sonar los instrumentos de percusión sin perder los matices de la timba cubana. “Hay muchos temas y discos musicales que son favoritos para conocedores de música y para melómanos, pero existen discos que marcan un antes y un después”, estas fueron sus palabras.
Y es en este pintoresco y atractivo centro turístico del Centro Histórico habanero, de cuyo nombre no debo acordarme, donde Tres en uno da a conocer los temas que conforman su primer sencillo. “Un disco de mezcla cubana a lo underground y hecho en casa”, según nos cuentan sus creadores.
Tal vez el misterio que les rodea se trate de alguna estrategia para que todo aquel que le pique la curiosidad salga en su búsqueda hasta que posea la emoción de encontrarlos. Por el momento, nosotros sólo podemos develar un detalle: esta historia está basada en hechos reales.
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