Mujeres de mi tierra
1 de junio de 2015
En un mini-restaurante particular ubicado en La Habana Vieja, llamado El Bosquecito, conocimos al cuarteto femenino de música d’Eva. Con un formato de composición poco frecuente en la actualidad, cuatro jóvenes habaneras buscan –según su directora– imprimirle un sello de modernidad sonora a un repertorio de tradicionales canciones cubanas.
El acople vocal unido a una exquisita gracia escénica del conjunto, llaman poderosamente la atención de los parroquianos. La agrupación está integrada por Yaneris Carbonell, Raquel García, Sady Montano y ElemAngel Bello, quienes además de cantar, ejecutan los instrumentos musicales: dos guitarras, un viejo equipo de percusión y las maracas que, por supuesto, no pueden faltar. “Somos multifacéticas”, nos dice sonriendo su directora Yaneris Carbonell.
PMU: ¿Cómo surgió la agrupación y por qué el nombre d’Eva?
Yaneris: A la hora de seleccionar un nombre que pusiese de relieve la composición femenina de nuestro cuarteto, se nos ocurrió que nada mejor que el de Eva, la compañera de Adán, ya que de esta forma rendimos un cierto homenaje a la primera mujer de la civilización. En cuanto al surgimiento del cuarteto, éste era un sueño que teníamos hace años Raquel García y una servidora, cuando formábamos parte de la agrupación vocal Los Cónsules, que se presentaba en el restaurante La Casona, en el Vedado.
Nuestro objetivo en esos momentos era buscar el sustento para sobrevivir, pues la situación económica en nuestro país no es fácil para nadie, pero no estábamos satisfechas con lo que hacíamos y dado también a que en ese establecimiento estatal rigen las regulaciones para los artistas no profesionales, las presentaciones eran inestables, pues solamente cubríamos espacios cuando nos llamaban. Deseábamos algo nuevo que cumpliera nuestras expectativas artísticas y laborales. Digamos, ser más independientes como artistas y como personas.
Practicamos mucho durante algún tiempo. Nos esforzábamos en formar un cuarteto de mujeres solamente que diera difusión a la música tradicional cubana la cual consideramos está cayendo en el olvido. Si de algún modo requeríamos de cierto beneficio económico, en ningún momento nos marcamos como objetivo lucrar con el cuarteto, sino interpretar la música que realmente nos gusta y darla a conocer a las nuevas generaciones. Por ello decidimos abandonar Los Cónsules y nuestros menguados vínculos con las instituciones. Para este empeño se nos incorporaron Sady Montano y ElemAngel Bello que es nuestra solista principal. Y ya desde hace dos años, el cuarteto d’Eva se hace sentir.
PMU: ¿Qué aceptación han tenido?
Yaneris: Hemos tenido buena aceptación porque no es común ver cuartetos integrados solamente por mujeres, esto llama mucho la atención y aún más cuando son muchachas jóvenes interpretando música cubana tradicional. El público que asiste a este lugar por primera vez se siente sorprendido con un espectáculo de este tipo. Nadie espera esto. El dueño de El Bosquecito confió en nosotras y nos brindó la oportunidad de cantar en su establecimiento. Las relaciones de trabajo que establecimos son ventajosas tanto para él como para nosotras Creo que no lo hemos decepcionado. Quiero significarle que igualmente nos presentamos en peñas y fiestas de amigos.
PMU: ¿Dificultades?
Yaneris: Han sido bastantes, fundamentalmente con los instrumentos musicales que son personales y llevan mucho tiempo con nosotras, pero ni soñar con reemplazarlos, y también problemas con el audio y los sonidistas. A favor nuestro tenemos el apoyo incondicional que nuestras familias nos han brindado desde el principio, pues el camino recorrido no ha sido nada cómodo para nosotras.
Interpretamos música cubana tradicional, boleros, sones, guarachas y chachachá y además, hacemos fusiones entre estos géneros.
Contamos con un disco costeado por nosotras mismas llamado d’Eva, música cubana y en el cual interpretamos, entre otras, las siguientes piezas musicales: “Son de la Loma”, “Quizás, quizás”, “El cafetal”, “Obladíobladá”, “Las mulatas del chachachá”, “Aléjate”, “Regresa amor”, “Algo contigo”, “Quién será” y “La Guantanamera”.
No grabamos este disco con la idea de comercializarlo, optamos por obsequiárselo a las personas que aprecian nuestro arte, que a la larga es una manera de promoción más sana y desinteresada.
Recientemente comenzamos a ensayar piezas musicales compuestas por nosotras mismas, pero no las insertaremos en nuestro repertorio hasta que nos aseguremos de que hayamos alcanzado el mejor nivel de interpretación posible. Con esto queremos respetar a nuestro público para que éste a su vez, nos respete. Nos consideramos un ejemplo de que las jóvenes mujeres cubanas que se dedican a la música pueden demostrar que tienen muchos caminos para hacer realidad sus sueños a pesar de las muchas dificultades que se les puedan presentar.
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1 de junio de 2015
En un mini-restaurante particular ubicado en La Habana Vieja, llamado El Bosquecito, conocimos al cuarteto femenino de música d’Eva. Con un formato de composición poco frecuente en la actualidad, cuatro jóvenes habaneras buscan –según su directora– imprimirle un sello de modernidad sonora a un repertorio de tradicionales canciones cubanas.
El acople vocal unido a una exquisita gracia escénica del conjunto, llaman poderosamente la atención de los parroquianos. La agrupación está integrada por Yaneris Carbonell, Raquel García, Sady Montano y ElemAngel Bello, quienes además de cantar, ejecutan los instrumentos musicales: dos guitarras, un viejo equipo de percusión y las maracas que, por supuesto, no pueden faltar. “Somos multifacéticas”, nos dice sonriendo su directora Yaneris Carbonell.
PMU: ¿Cómo surgió la agrupación y por qué el nombre d’Eva?
Yaneris: A la hora de seleccionar un nombre que pusiese de relieve la composición femenina de nuestro cuarteto, se nos ocurrió que nada mejor que el de Eva, la compañera de Adán, ya que de esta forma rendimos un cierto homenaje a la primera mujer de la civilización. En cuanto al surgimiento del cuarteto, éste era un sueño que teníamos hace años Raquel García y una servidora, cuando formábamos parte de la agrupación vocal Los Cónsules, que se presentaba en el restaurante La Casona, en el Vedado.
Nuestro objetivo en esos momentos era buscar el sustento para sobrevivir, pues la situación económica en nuestro país no es fácil para nadie, pero no estábamos satisfechas con lo que hacíamos y dado también a que en ese establecimiento estatal rigen las regulaciones para los artistas no profesionales, las presentaciones eran inestables, pues solamente cubríamos espacios cuando nos llamaban. Deseábamos algo nuevo que cumpliera nuestras expectativas artísticas y laborales. Digamos, ser más independientes como artistas y como personas.
Practicamos mucho durante algún tiempo. Nos esforzábamos en formar un cuarteto de mujeres solamente que diera difusión a la música tradicional cubana la cual consideramos está cayendo en el olvido. Si de algún modo requeríamos de cierto beneficio económico, en ningún momento nos marcamos como objetivo lucrar con el cuarteto, sino interpretar la música que realmente nos gusta y darla a conocer a las nuevas generaciones. Por ello decidimos abandonar Los Cónsules y nuestros menguados vínculos con las instituciones. Para este empeño se nos incorporaron Sady Montano y ElemAngel Bello que es nuestra solista principal. Y ya desde hace dos años, el cuarteto d’Eva se hace sentir.
PMU: ¿Qué aceptación han tenido?
Yaneris: Hemos tenido buena aceptación porque no es común ver cuartetos integrados solamente por mujeres, esto llama mucho la atención y aún más cuando son muchachas jóvenes interpretando música cubana tradicional. El público que asiste a este lugar por primera vez se siente sorprendido con un espectáculo de este tipo. Nadie espera esto. El dueño de El Bosquecito confió en nosotras y nos brindó la oportunidad de cantar en su establecimiento. Las relaciones de trabajo que establecimos son ventajosas tanto para él como para nosotras Creo que no lo hemos decepcionado. Quiero significarle que igualmente nos presentamos en peñas y fiestas de amigos.
PMU: ¿Dificultades?
Yaneris: Han sido bastantes, fundamentalmente con los instrumentos musicales que son personales y llevan mucho tiempo con nosotras, pero ni soñar con reemplazarlos, y también problemas con el audio y los sonidistas. A favor nuestro tenemos el apoyo incondicional que nuestras familias nos han brindado desde el principio, pues el camino recorrido no ha sido nada cómodo para nosotras.
Interpretamos música cubana tradicional, boleros, sones, guarachas y chachachá y además, hacemos fusiones entre estos géneros.
Contamos con un disco costeado por nosotras mismas llamado d’Eva, música cubana y en el cual interpretamos, entre otras, las siguientes piezas musicales: “Son de la Loma”, “Quizás, quizás”, “El cafetal”, “Obladíobladá”, “Las mulatas del chachachá”, “Aléjate”, “Regresa amor”, “Algo contigo”, “Quién será” y “La Guantanamera”.
No grabamos este disco con la idea de comercializarlo, optamos por obsequiárselo a las personas que aprecian nuestro arte, que a la larga es una manera de promoción más sana y desinteresada.
Recientemente comenzamos a ensayar piezas musicales compuestas por nosotras mismas, pero no las insertaremos en nuestro repertorio hasta que nos aseguremos de que hayamos alcanzado el mejor nivel de interpretación posible. Con esto queremos respetar a nuestro público para que éste a su vez, nos respete. Nos consideramos un ejemplo de que las jóvenes mujeres cubanas que se dedican a la música pueden demostrar que tienen muchos caminos para hacer realidad sus sueños a pesar de las muchas dificultades que se les puedan presentar.
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