¿Cómo romper la impotencia? Crowdfandeando… (I Parte)
8 de junio de 2015
Hay aspectos de los que todavía no hemos dado cobro en el tema crowdfunding o ponina, en su versión cubana. ¿Permite el crowdfunding una lectura que todavía resulte informativa para nuestra propia necesidad de orientación?
En el horizonte ampliado de posibilidades futuras, la actualidad del instante cobra prominencia y pregnancia frente a la normatividad de lo puramente vigente, que no hace más que trasladar su peso del pasado al presente. Esta vitalidad debe ser aprovechada. No solo hablamos de la capacidad de imposición que tienen los intereses organizados, el llamado poder social, sino de encontrar una intención y una vía y hacerlo funcionar.
Aquí el testimonio de Marta María Ramírez (martamar77@gmail.com), creativa de la campaña para el crowdfunding del disco Antes que lo prohíban, primer disco cubano financiado con micro-mecenazgo desde Cuba, a favor de Jorgito Kamankola (kamankola@gmail.com).
PMU: ¿Cuáles fueron las motivaciones para organizar el crowdfunding?
Marta: Era un trabajo en el que creía y si hubiera estado en cualquier lugar del planeta, igual hubiera ayudado con la campaña. Es toda una exploración y un descubrimiento, porque según mi experiencia de vida, es más fácil desaprender que aprender, pero si nos pasamos toda la vida quejándonos del discurso oficial hay que hacer algo. Descubrí a mucha gente haciendo la pregunta, ¿Por qué tengo que aportar para que este disco se venda? ¿Por qué hay que pagar por este disco, en vez de tomarme una cerveza?
Y esa es la pregunta, pues si nos pasamos la vida quejándonos de que lo único que se vende en Cuba es el Buena Vista y su imagen Wim Wenders, que no digo que no sea Cuba sino que no es la única parte, que hay mucha música cubana o que no me gustaría que a los otros músicos los descubriera un productor siendo viejos y limpiando zapatos en una esquina de Centro Habana, -aunque limpiar zapatos me parece un trabajo súper legítimo-, siempre que sean buenos músicos y tengas vida útil. Entonces, pudiera gastar en una cerveza con amigos y lo mismo puedo apoyar a un músico.
Hay que buscar alternativas ahora que se va a poner más difícil, porque se van a terminar los subsidios, para acabar de rematar el contexto desfavorable que tiene la música cubana.
PMU: ¿Cuál es la lección entonces?
Marta: La lección es ¿cómo cagarse en el mercado? Aunque en Cuba el problema es la inexistencia de un mercado, o la existencia de uno muy pobre y corrupto. Ni siquiera se está reflejando estadísticamente cómo ese comercio cultural o economía de la cultura, para llamarle de otra manera, impacta en nuestras naciones. La inversión en cultura es inversión en calidad de vida y bienestar. Digo, además, que llegar a Cuba aunque sea con el crowdfunfing y en una plataforma electrónica, pueden hacerlo muy pocas personas.
PMU: ¿Cómo se organizó el crowdfunding?
Marta: Trabajamos 45 días con 6 horas de diferencia con respecto al lugar donde se iba a presentar el disco, España, que es donde Jorge se había presentado y se iba a presentar. y no es solo poner ahí y decir que ibas a dar tales o más cuales recompensas, fue un proceso interesante que llevaba una estrategia, pues el límite es la disponibilidad del bolsillo del contribuyente determinado por la sensibilización con la propuesta.
Robertico Ramos y yo hicimos una propuesta que no fuera solo propaganda de “vaya a verme que yo soy el mejor”, no se puede vender un producto así en el mundo cuando la gente tiene muchas opciones. Además, la conectividad no es buena: dependíamos de amigos para subir los videos, tuvimos que hacer alianzas para poder manejar a redes sociales que no son de las que se tienen acceso desde Cuba, y pactar con esas personas el mensaje para tratar de ser coherentes. Jorge tuvo que estar tiempo frente a la máquina respondiendo mensajes de manera personal, aunque también nos apoyamos en otras personas: Rosario Ivoné (desde Cuba), Robertico Ramos (desde Cuba), Paloma López (desde España) y Jorge Fuentes (desde México).
La documentación de este encuentro con Marta María y esta interesante experiencia, cierra en otro artículo a continuación…
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8 de junio de 2015
Hay aspectos de los que todavía no hemos dado cobro en el tema crowdfunding o ponina, en su versión cubana. ¿Permite el crowdfunding una lectura que todavía resulte informativa para nuestra propia necesidad de orientación? En el horizonte ampliado de posibilidades futuras, la actualidad del instante cobra prominencia y pregnancia frente a la normatividad de lo puramente vigente, que no hace más que trasladar su peso del pasado al presente. Esta vitalidad debe ser aprovechada. No solo hablamos de la capacidad de imposición que tienen los intereses organizados, el llamado poder social, sino de encontrar una intención y una vía y hacerlo funcionar.
Aquí el testimonio de Marta María Ramírez (martamar77@gmail.com), creativa de la campaña para el crowdfunding del disco Antes que lo prohíban, primer disco cubano financiado con micro-mecenazgo desde Cuba, a favor de Jorgito Kamankola (kamankola@gmail.com).
PMU: ¿Cuáles fueron las motivaciones para organizar el crowdfunding?
Marta: Era un trabajo en el que creía y si hubiera estado en cualquier lugar del planeta, igual hubiera ayudado con la campaña. Es toda una exploración y un descubrimiento, porque según mi experiencia de vida, es más fácil desaprender que aprender, pero si nos pasamos toda la vida quejándonos del discurso oficial hay que hacer algo. Descubrí a mucha gente haciendo la pregunta, ¿Por qué tengo que aportar para que este disco se venda? ¿Por qué hay que pagar por este disco, en vez de tomarme una cerveza?
Y esa es la pregunta, pues si nos pasamos la vida quejándonos de que lo único que se vende en Cuba es el Buena Vista y su imagen Wim Wenders, que no digo que no sea Cuba sino que no es la única parte, que hay mucha música cubana o que no me gustaría que a los otros músicos los descubriera un productor siendo viejos y limpiando zapatos en una esquina de Centro Habana, -aunque limpiar zapatos me parece un trabajo súper legítimo-, siempre que sean buenos músicos y tengas vida útil. Entonces, pudiera gastar en una cerveza con amigos y lo mismo puedo apoyar a un músico.
Hay que buscar alternativas ahora que se va a poner más difícil, porque se van a terminar los subsidios, para acabar de rematar el contexto desfavorable que tiene la música cubana.
PMU: ¿Cuál es la lección entonces?
Marta: La lección es ¿cómo cagarse en el mercado? Aunque en Cuba el problema es la inexistencia de un mercado, o la existencia de uno muy pobre y corrupto. Ni siquiera se está reflejando estadísticamente cómo ese comercio cultural o economía de la cultura, para llamarle de otra manera, impacta en nuestras naciones. La inversión en cultura es inversión en calidad de vida y bienestar. Digo, además, que llegar a Cuba aunque sea con el crowdfunfing y en una plataforma electrónica, pueden hacerlo muy pocas personas.
PMU: ¿Cómo se organizó el crowdfunding?
Marta: Trabajamos 45 días con 6 horas de diferencia con respecto al lugar donde se iba a presentar el disco, España, que es donde Jorge se había presentado y se iba a presentar. y no es solo poner ahí y decir que ibas a dar tales o más cuales recompensas, fue un proceso interesante que llevaba una estrategia, pues el límite es la disponibilidad del bolsillo del contribuyente determinado por la sensibilización con la propuesta.
Robertico Ramos y yo hicimos una propuesta que no fuera solo propaganda de “vaya a verme que yo soy el mejor”, no se puede vender un producto así en el mundo cuando la gente tiene muchas opciones. Además, la conectividad no es buena: dependíamos de amigos para subir los videos, tuvimos que hacer alianzas para poder manejar a redes sociales que no son de las que se tienen acceso desde Cuba, y pactar con esas personas el mensaje para tratar de ser coherentes. Jorge tuvo que estar tiempo frente a la máquina respondiendo mensajes de manera personal, aunque también nos apoyamos en otras personas: Rosario Ivoné (desde Cuba), Robertico Ramos (desde Cuba), Paloma López (desde España) y Jorge Fuentes (desde México).
La documentación de este encuentro con Marta María y esta interesante experiencia, cierra en otro artículo a continuación…
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