¿Cómo romper la impotencia? Crowdfandeando… (Final)



Si tiene una buena idea y la fuerza para lucharla, el crowdfunding es una muy digna opción a considerar. Aquí la continuación del encuentro con Marta María Ramírez, creativa de la campaña para el crowdfunding del disco Antes que lo prohíban, primer disco cubano financiado con micro-mecenazgo desde Cuba, a favor de Jorgito Kamankola.

PMU: Pero sacamos de todo esto que es posible…

Marta: Sí, es posible, pero posible no significa fácil. Fue un reto, un descubrimiento y hasta una sorpresa. Trabajamos para eso, teníamos que ir reajustando todo según lo que la gente aportaba, cuánto aportaba y lo que preguntaban. Recordemos que son personas underground, descentralizadas, fuera del sistema, un muchacho joven sin un disco que está haciendo su primer disco.

Primero, hay que pensar que se puede hacer porque es posible, pero garantizar que se tiene cierta conectividad. Tienes que tener al artista en cuestión participando, implicado totalmente y ocupado, y con todo eso crearte una estrategia, es decir: qué quieres decir, cómo lo quieres decir, cuál es el público que nos interesa.

Otro paso a tener en cuenta es seleccionar la plataforma y estar segura que acepta cubanos, el Embargo existe todavía. Por ejemplo, Goteo y Verkami acepta cubanos.

Luego, seleccionar el monto a solicitar. la propia plataforma te va diciendo si es viable o no. Tú mandas tu proyecto con unas características que ellos pautan, a partir de eso le pones un valor a tu proyecto y empiezas a generar recompensas según la cantidad de cosas de las que tú dispongas, no solo teniendo en cuenta la cantidad de dinero, sino lo que se tenga para ofrecer: discos, cubiertos, origamis, copas, dentro del disco: reconocimientos, créditos, etc., un reconocimiento al aporte económico. Así se estableció: el que aportara cierta cantidad se le daba una recompensa de acuerdo a su aporte. Fue desde la macroestrategia hasta la estrategia personalizada, la cosa así muy puntual con los socios. No se puede dejar fuera esta zona de amigos que también pudiera aportar algo.

PMU: Antropológicamente, hay una justificación para que la gente se implique…

Marta: La gente quiere impactar de alguna manera, y ese impacto te sorprendería. me sorprendió saber que son parte de las utopías que, gente como tú y como yo, nos hemos creado para poder sobrevivir, o sea, a nosotros nos gusta participar, nosotros queremos participar y hacemos cosas en pos de esa participación. Querer participar, querer tomar decisiones, hacer algo por participar. Mucha gente está involucrada en dinámicas que no son participativas y las han desaprendido. Se trata solo del hecho de permitir que la gente decida: yo te digo los valores de mi disco alto y claro, pero tú tienes que decidir, la decisión es tuya. yo trabajo mi especialidad que es decir por qués, pero la decisión es tuya.

PMU: La gente ya no siente la potencia de su individualidad, del acto de delegar poder.

Marta: No estoy convencida de que sea un proceso de anular la individualidad, sino de anular la colectividad. En Cuba pasa que en nombre de la unanimidad se anuló la colectividad que también es pluralidad, es participación… es muy mal visto en el imaginario cubano la anulación, el disenso, palabras como: independiente, alternativo, underground, son cosas malditas. Colectividad es pensar como grupo, moverte como grupo, como grupo de interés, que va desde tu familia, tu barrio, tu zona, tu espacio, espacios que no hay que olvidar aunque se piense como meta en algo más grande o abstracto.

PMU: Y, ¿el análisis histórico?

Marta: Empiezan a surgir iniciativas en medio de la crisis. Vamos a inventarnos otras formas de financiamiento de la cultura. Hay otras maneras que no sé si serán sostenibles, si logramos salir de esta crisis, pero realmente es legítimo el reinventarse, incluso hasta el formato: puedo producir música y ponerla a libre descarga y cobrar derecho de autor, o descarga a voluntad (pague lo que pueda), o regalarla, o darla a alguien para que la ponga en un bar. Ahora es el momento de decir tengo una oportunidad de hacer algo alternativo, tengo la oportunidad de burlarme de ese monopolio o de ese emporio, pero ¿cómo me burlo bien de esto? Ir en contra de todas las reglas, pero estar fundamentado filosóficamente. Faltaría ver si esta posibilidad sirve a los fines correctos, no ya a un disco, un soporte que contamina y casi ni se usa. Para pensar…

Me parece que es esto, es preguntarse ¿qué quiero? ¿Qué quiero hacer con esto? ¿A dónde quiero llegar? ¿Cuál es la posibilidad que abre estas oportunidades?, supuestamente emergentes, porque al final es lo de siempre: Verkami es una ponina y en Cuba siempre se hizo ponina. ¿Cuál es tu finalidad? ¿Es la misma que cuando hacía la ponina desde principio del siglo XX o habrá que reinventarse? Se discutió un poquito y al menos se fueron quedando con la idea.

Es un momento esperanzador si uno se lo toma críticamente, no es usar Verkami por usar Verkami, o hacer crowdfunding para estar a la moda. Es estar consciente del alcance de lo que hago a partir de las oportunidades que tengo.

Espero que aquí le vaya una esperanza, una salida para romper la impotencia.

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