Puro metal en la Maxim Rock



Varias bandas de diferentes lugares del país acudieron a la convocatoria de Combat Noise para hacer temblar la capitalina sala Maxim Rock, el pasado sábado 30 de mayo.

Entre lo underground y perverso del porno gore grind, o la estridencia total del death metal, casi un centenar de adictos al género se conjugaron con la intimidad del local, único de su tipo en La Habana, y sin dudas el espacio idóneo para entender el rock en toda su dimensión, como un verdadero estilo de vida.

Desde la vestimenta con franelas alegóricas a referentes convertidos en Biblia como Metallica, Pantera o Cannibal Corpse, hasta la supremacía del color negro o las cabelleras con término cerca de la cintura, cada actuación ratificó que la Maxim es un santuario del metal.

La apertura de la noche corrió a cargo de los pinareños de Abomination Rebourn, un piquete que nació cuando se desmembró Ruptura, y que consiguió dar un giro musical del hardcore al death metal.

Seis temas marcaron la presentación, que se convirtió en excelente motor de arranque, sobre todo por la interacción que logró con el público el vocal Alejandro Manuel, cuyo momento cumbre llegó en la canción “Pesadilla”, título del único demo de la banda producido de manera independiente en 2013.

Con decibeles de sobra en la pista se subieron a la tarima los holguineros de Mortuory, grupo que celebra los diez años de carrera con mayor apego a un género peculiar en Cuba: el porno gore grind, reconocido como lo más extremo, con letras inspiradas explícitamente en el sexo y el humor negro.

Los integrantes de Morturoy, quienes presumen de tres demos, un disco en vivo y un compilatorio por la década, sorprendieron al público al interpretar como regalo a la banda anfitriona Combat Noise el sencillo “Rotten Noise”, que descarga toda la fuerza del género en solo seis segundos.

Por supuesto, la respuesta de la consagrada agrupación no se hizo esperar y se subieron al trono para disparar frases y ritmos como pedradas, a través de la irreverencia de sus letras y el espasmo que su brutal provoca en sus seguidores.

El cierre estuvo a cargo de los noveles habaneros Treatment Choice y su mezcla de rap metal y hardcore, con una marcada influencia de ritmos folclóricos cubanos.

Las palmas para el cienfueguero Alexis de la Rosa, una de las nuevas perlas entre los vocales del rock en Cuba, por su capacidad para convertirse en un showman y crear una metamorfosis camaleónica de tema en tema.

Para Jean Mendoza, de 18 años y estudiante de guitarra, la velada fue espectacular. “No siempre se tiene la posibilidad de disfrutar del buen rock que se hace en distintos puntos de la Isla”, apuntó.

Por su parte, Liset Herrera, novia de Jean y cliente habitual de la Maxim, también dijo a PMU que le encantó la entrega de los músicos y que se percibe cada día de mejor manera un sello propio en lo que se hace en el país. “Por motivos como este siempre regreso al Maxim Rock, es satisfactorio que se siga desarrollando el talento joven, que se mantenga la esencia rockera en cada interpretación que potencia la creatividad de los músicos para fusionar otros elementos”, sentenció la joven estudiante de Ingeniería Eléctrica en la CUJAE.

En definitiva, la cita del puro metal en la sala habanera fue lo que esperaba la mayoría de los presentes, una ineludible combinación de emociones, adrenalina y mucho corazón, con los puños arriba o con la palma de la mano cercenada por el encogimiento de los dedos pulgar y del medio, un símbolo que es más que rock.

Ver fotos del evento

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.