Golpe Seko: la consistencia en la filosofía del hip hop
22 de junio de 2015
Decir Golpe SeKo (GSK) en Cuba es aludir a uno de los proyectos más consistentes de la música underground, desde finales de los 90 hasta la actualidad. Ni siquiera el cambio del siglo, los avatares de la vida, la esperanza de emigrar, el crecimiento de una familia, la construcción de una casa o la carencia de técnica, han hecho que se disuelva este grupo, como ha sucedido con otros tantos. Por eso la solidez de su nombre redunda en las producciones que nos entregan, que son varias por año.
Este grupo nació con el objetivo de promover, defender y difundir la cultura hip hop, llevar mensajes de paz y reflexión a la comunidad, principalmente a los jóvenes, hacer conciencia en los barrios, enriquecer la poesía urbana y defender los elementos de esta cultura.
Pero se ha quedado con algo más, con palabras que no se ponen en los currículos y que solo se perciben en conciertos, entrevistas o conversaciones formales. Ellos, los actuales GSK, han sabido sostener una lírica diferente que nadie ha podido copiar, han podido endurecer sus letras a tono con los tiempos de la calle, y hasta han logrado hacer de un símbolo añorado, el amor de una pareja de artistas, una especie de árbol que seguirá creciendo.
Las ideas que llevaron a unirse al hip hop a Darwin Sibadié Rizo, A.K.A Borrash el Independiente, antes músico autodidacta y B-Boy, se mantienen. Si le preguntas qué pensaba cuando a finales del año 1998 y principios de 1999 creó sus primeras canciones convirtiéndose en MC, básicamente te dirá lo mismo. Canta lo que siente, quiere expresarse, y hasta ahora así se mantiene. Pero mejor, pregúntale por el nombre del proyecto y entonces entenderás porque han logrado mantener la esencia: Golpe SeKo es el significado filosófico de la palabra rap en la cultura hip hop.
No hay mejor premio en la vida que el respeto de los semejantes. Y eso ha logrado Darwin, quien con un registro vocal cuidado e incomparable, se ha impuesto en este mundo callejero de lo alternativo, donde muchos dicen ser raperos, o del movimiento y de la cultura hip hop, pero sólo en tarimas o frente a un micrófono.
Quien haya seguido la carrera de Yaisel Perera Faure, A.K.A Yisi Kaliber, puede percibir cuánto ha evolucionado para bien y cuánto ha crecido. Era una artista autodidacta, y enamorada, que mientras cantaba, se licenciaba en Cultura Física, y fue perdiendo poco a poco el miedo al escenario.
A finales del año 2007 y principios del 2008 escribió y grabó sus primeras líricas y sus poesías. No fue hasta el 12 de marzo de 2009, que al ser invitada por los artistas de la Agencia Cubana de Rap (ACR) durante su gira nacional, cantó por primera vez en la Plaza Juvenil Ferreiro, y lo hizo muy bien.
Hoy en día, Yisi Kaliber es una pieza fundamental en GSK. Sin ella el equilibrio de las voces no alcanzaría el color que siempre se espera de este grupo. No obstante, también le incorpora algo más: su habilidad para rapear, su estilo en el spoken word y la fortaleza de su credo, pues es una defensora por excelencia de la afro cultura y los derechos de la mujer.
Otras figuras de la música underground estuvieron en GSK, marcando no sólo giros en su historia, sino, dentro de la misma tendencia, propuestas sugerentes.
Hubo una etapa en la que Darwin el Independiente cantaba con Oscar Delgado (Ozkaro MC), quien hoy está bien pega’o. El antes representante de la vieja escuela de hip hop santiaguero, se ha convertido en el autor de uno de los hits que más se baila: “Llora como lloré yo”, y que identifica al bakosó, otro de los hijos musicales que tiene la madre música santiaguera.
Las producciones GSK de esos años demuestran una crudeza verbal que hoy ha mejorado en ambos. Ahí está el demo titulado Round one Subtegolpesekorraneamente, que tuvo una continuación en el siguiente demo Round Two Inframundo. Todavía sorprenden cuando se escuchan, pues haciendo gala a sus nombres, cada canción es como un porrazo directo a la mente para conocer la realidad que abundaba cuando se abrían las puertas a las calles.
Ahora GSK está trabajando con el proyecto Guámpara Music, inyectando a la escena habanera y a las ondas internacionales con sus más recientes producciones. Su filosofía sigue siendo la misma: rapear es como golpear duro y seco.
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22 de junio de 2015
Decir Golpe SeKo (GSK) en Cuba es aludir a uno de los proyectos más consistentes de la música underground, desde finales de los 90 hasta la actualidad. Ni siquiera el cambio del siglo, los avatares de la vida, la esperanza de emigrar, el crecimiento de una familia, la construcción de una casa o la carencia de técnica, han hecho que se disuelva este grupo, como ha sucedido con otros tantos. Por eso la solidez de su nombre redunda en las producciones que nos entregan, que son varias por año.
Este grupo nació con el objetivo de promover, defender y difundir la cultura hip hop, llevar mensajes de paz y reflexión a la comunidad, principalmente a los jóvenes, hacer conciencia en los barrios, enriquecer la poesía urbana y defender los elementos de esta cultura.
Pero se ha quedado con algo más, con palabras que no se ponen en los currículos y que solo se perciben en conciertos, entrevistas o conversaciones formales. Ellos, los actuales GSK, han sabido sostener una lírica diferente que nadie ha podido copiar, han podido endurecer sus letras a tono con los tiempos de la calle, y hasta han logrado hacer de un símbolo añorado, el amor de una pareja de artistas, una especie de árbol que seguirá creciendo.
Las ideas que llevaron a unirse al hip hop a Darwin Sibadié Rizo, A.K.A Borrash el Independiente, antes músico autodidacta y B-Boy, se mantienen. Si le preguntas qué pensaba cuando a finales del año 1998 y principios de 1999 creó sus primeras canciones convirtiéndose en MC, básicamente te dirá lo mismo. Canta lo que siente, quiere expresarse, y hasta ahora así se mantiene. Pero mejor, pregúntale por el nombre del proyecto y entonces entenderás porque han logrado mantener la esencia: Golpe SeKo es el significado filosófico de la palabra rap en la cultura hip hop.
No hay mejor premio en la vida que el respeto de los semejantes. Y eso ha logrado Darwin, quien con un registro vocal cuidado e incomparable, se ha impuesto en este mundo callejero de lo alternativo, donde muchos dicen ser raperos, o del movimiento y de la cultura hip hop, pero sólo en tarimas o frente a un micrófono.
Quien haya seguido la carrera de Yaisel Perera Faure, A.K.A Yisi Kaliber, puede percibir cuánto ha evolucionado para bien y cuánto ha crecido. Era una artista autodidacta, y enamorada, que mientras cantaba, se licenciaba en Cultura Física, y fue perdiendo poco a poco el miedo al escenario.
A finales del año 2007 y principios del 2008 escribió y grabó sus primeras líricas y sus poesías. No fue hasta el 12 de marzo de 2009, que al ser invitada por los artistas de la Agencia Cubana de Rap (ACR) durante su gira nacional, cantó por primera vez en la Plaza Juvenil Ferreiro, y lo hizo muy bien.
Hoy en día, Yisi Kaliber es una pieza fundamental en GSK. Sin ella el equilibrio de las voces no alcanzaría el color que siempre se espera de este grupo. No obstante, también le incorpora algo más: su habilidad para rapear, su estilo en el spoken word y la fortaleza de su credo, pues es una defensora por excelencia de la afro cultura y los derechos de la mujer.
Otras figuras de la música underground estuvieron en GSK, marcando no sólo giros en su historia, sino, dentro de la misma tendencia, propuestas sugerentes.
Hubo una etapa en la que Darwin el Independiente cantaba con Oscar Delgado (Ozkaro MC), quien hoy está bien pega’o. El antes representante de la vieja escuela de hip hop santiaguero, se ha convertido en el autor de uno de los hits que más se baila: “Llora como lloré yo”, y que identifica al bakosó, otro de los hijos musicales que tiene la madre música santiaguera.
Las producciones GSK de esos años demuestran una crudeza verbal que hoy ha mejorado en ambos. Ahí está el demo titulado Round one Subtegolpesekorraneamente, que tuvo una continuación en el siguiente demo Round Two Inframundo. Todavía sorprenden cuando se escuchan, pues haciendo gala a sus nombres, cada canción es como un porrazo directo a la mente para conocer la realidad que abundaba cuando se abrían las puertas a las calles.
Ahora GSK está trabajando con el proyecto Guámpara Music, inyectando a la escena habanera y a las ondas internacionales con sus más recientes producciones. Su filosofía sigue siendo la misma: rapear es como golpear duro y seco.
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