Apretando el Gatillo



El panorama underground espirituano, referido al rock, continúa dominado indiscutiblemente por los punkeros. Las bandas Limalla y Gatillo, además de Asere que aún se prepara para salir a andar, han decidido alzar sus voces a favor de la música sincera, disparando certeramente a través de la crítica social. En el caso de Gatillo, ese interés rebasa las fronteras nacionales o cualquier otro límite. Acerca de estos y otros temas, conversamos con Orelvis Muro, director de la agrupación e integrante también de Limalla.

PMU: Muro, ¿cómo fue eso de tener tu propia banda? ¿Por qué hacer otro proyecto si ya estabas en Limalla?

Muro: Limalla hace un punk más fiestero y yo me fui más a lo radical, quería hacer algo más como hardcore punk. Tanto en las letras como en el sonido hay diferencias. Hacemos algo más fuerte. Limalla emplea mucho el recurso de la burla, pero Gatillo lo hace con más ira, más directamente.

PMU: Alguien me dijo en una ocasión que el punk cubano toma muy en cuenta el punk español, porque además de hablar el mismo idioma, los españoles y los cubanos le cantamos a los mismos problemas. ¿A qué le canta Gatillo?

Muro: Nosotros cantamos contra los salarios bajos, los trabajos mal remunerados. Yo tengo una ocupación, soy quien imprime los libros en la editorial de Sancti Spiritus y no me alcanza la plata para vivir una semana. Más o menos por ahí va la línea. También cantamos contra las guerras del mundo, dondequiera que haya un muerto ahí protestamos, contra los excesos de los militares. Por ejemplo, el tema “Cerdo” es contra el golpe de estado militar a José Manuel Zelaya en Honduras.

PMU: Entonces, creo que sí tienen mucho en común con los punkeros españoles y por otra parte, ¿por qué cantarle a América Latina?

Muro: Me interesa no solo porque estos acontecimientos estén ocurriendo cerca de nosotros, sino porque primero que todo soy latinoamericano y me interesa y me pronuncio acerca de lo que ocurre en nuestro continente.

PMU: ¿Alguna de estas canciones la han podido promover por la radio o la televisión?

Muro: Para salir en la televisión los músicos underground tienen que hacer maravillas y eso es en la televisión regional, mejor no hablemos de la nacional. Lo primero es la selección de los temas que vas a interpretar. Tiene que ser uno que no sea “muy fuerte”, porque de lo contrario no sales. Si la canción dice muchas verdades, entonces no puedes cantarla.

PMU: Ahora mismo ustedes son tres integrantes: Ángel Pozo, voz y bajista, Orlando Bate, percusionista y tú, ¿quién de ustedes se encarga de la composición y a cuánto asciende su repertorio?

Muro: Yo mismo compongo. Tenemos alrededor de 16 temas de los cuales hemos grabado alrededor de nueve, porque el problema de grabar sabes que es complicado. No obstante, ya salieron dos demos, uno es Palabras por Balas y el otro Fabricando tornillos. También montamos un tema con décimas, es decir, musicalizamos una décima de un escritor espirituano y la presentamos ante el público universitario y gustó mucho.

PMU: A otra persona pudiera resultarle raro escuchar una décima musicalizada al estilo punk, ¿por qué lo hicieron?

Muro: La décima estaba interesante, el poeta reflexiona sobre la muerte, era algo diferente que nos llamó la atención. Sobre todo porque nos interesa mucho que las letras de las canciones sean escuchadas y la gente se ponga a pensar. Nosotros no discriminamos, respetamos otros estilos y otros géneros, porque lo más importante es la música, pero realmente quisiéramos que hubiera miles que hablaran libremente en sus canciones.

PMU: En efecto, creo que no pudiste ponerle mejor nombre a la banda. Entonces, si tuvieras que explicar qué ha significado para ti Gatillo, ¿qué me dirías?

Muro: Para mí es todo por lo que yo vivo. Yo trabajo y todo es para gastármelo en la banda. Tanto mi esposa como yo hemos tenido que deshacernos de cosas y hacer sacrificios para que Gatillo no deje de existir, y el resto de la banda es exactamente igual. Cuando comenzamos siempre aclarábamos, aquí no esperes ninguna retribución que esto es al pecho. Hoy ya ni pensamos en la famosa retribución.

Como sucede cada vez que hablo con un punkero, el encuentro con Orelvis Muro me produjo una agradable sensación de desahogo al apretar el gatillo y disparar verdades.

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