Cantar es mi vida
29 de junio de 2015
De origen guantanamero y contrariamente a lo que pudiera pensarse, Ana Ibis Falcón siendo una niña, no parecía tener ningún tipo de inclinación hacia la música o el arte. La familia jamás la escuchó cantar. No obstante, su papá soñaba con verla triunfar en un escenario, obedeciendo tal vez a deseos artísticos reprimidos, pues en su juventud infructuosamente pretendió convertirse en cantante. Cuando Ana Ibis solo tenía nueve o diez años, su progenitor la presentó en una audición en su natal Guantánamo, a fin de que pudiera formar parte de un coro infantil llamado Vocecitas de Cristal. La directora del mismo, Antonia Luisa Cabal, percibió en ella muchas posibilidades e inmediatamente la aceptó. Formó parte de ese colectivo algo más de un año, según nos relata la propia Ana Ibis.
Aunque ya mayorcita le gustaba cantar en actividades de la escuela, una extrema timidez frenaba su desarrollo como cantante. Su padre la estimula entonces a participar en una audición de danza, pero no fue aceptada. Asegura a modo de jarana, que el baile no era lo suyo. “Tengo dos pies zurdos”, vuelve a bromear.
De vacaciones en La Habana, en casa de unas tías y deslumbrada por la ciudad, que contrastaba violentamente con la pobreza generalizada de su tierra guantanamera, decidió instalarse definitivamente en la capital donde vislumbró mejores posibilidades y descubrió que su verdadera vocación era cantar. Tomó clases con un profesor particular y aunque se ponía muy nerviosa y sudaba frío, al interpretar una melodía se olvidaba de todo a su alrededor y vivía plenamente la música.
PMU: ¿Cuáles son tus preferencias musicales?
Ana Ibis: No puedo decidir por ninguna, me gustan todos los géneros musicales, cada uno tiene para mí una magia especial.
PMU: ¿Influencias artísticas en la familia?
Ana Ibis: Tal vez, por parte de mi hermana y mi tía que gustan de cantar, pero no son profesionales, y como yo lo hacen por pura afición. Mis días más felices son cuando nos reunimos la familia y “los artistas”, como nos llaman, nos alternamos para descargar. La pasamos de maravillas.
PMU: ¿Sueños, ambiciones?
Ana Ibis: Como todo el mundo. Me gusta cantar todo tipo de música. Escribo poesías que quisiera algún día musicalizar y claro que me gustaría grabar un disco con mis propias canciones. Pero me imagino que usted sabe lo costoso y difícil que resulta grabar un disco, o tener acceso a los medios de difusión, o poder presentarse en un escenario de importancia aunque sea teniendo talento, renunciando a percibir un solo centavo.
Considero que la promoción en Cuba es muy pobre, los jóvenes no tenemos espacios para darnos a conocer, no se nos abren puertas. Por eso no entiendo ese cacareo oficial sobre el mundo de posibilidades que tiene la juventud en nuestra sociedad. Si no tienes quien te empuje o dinero para comprar, una de esas posibilidades, te mueres en el anonimato. Esas son varias de las razones por las cuales cada día me siento muy orgullosa de ser una artista underground.
PMU: Pese a todo eso, ¿tienes algún plan concreto en el mundo artístico?
Ana Ibis: Podía decirle que son muchos, aunque me resisto a vivir en un mundo de ilusiones y no precisamente por temor a morir de desengaños, sino porque debo tener bien puesto los pies sobre la tierra. Ahora mismo dependo económicamente de mi familia que también han soñado y sueñan viéndome como una artista reconocida, pero sé perfectamente que esa dependencia no va a ser para toda la vida. Es por ello que me afano para concluir mis estudios de lengua inglesa, lo que además de permitirme cantar en ese idioma, algo que me fascina, en un futuro podrá valerme para trabajar como intérprete, traductora o profesora. Ahora sí, dé como un hecho concreto que sea en español, inglés o en chino, nunca dejaré de cantar, me reporte o no beneficio económico alguno. Porque ahora y siempre, cantar es mi razón de vida, vivo para cantar.
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29 de junio de 2015
De origen guantanamero y contrariamente a lo que pudiera pensarse, Ana Ibis Falcón siendo una niña, no parecía tener ningún tipo de inclinación hacia la música o el arte. La familia jamás la escuchó cantar. No obstante, su papá soñaba con verla triunfar en un escenario, obedeciendo tal vez a deseos artísticos reprimidos, pues en su juventud infructuosamente pretendió convertirse en cantante. Cuando Ana Ibis solo tenía nueve o diez años, su progenitor la presentó en una audición en su natal Guantánamo, a fin de que pudiera formar parte de un coro infantil llamado Vocecitas de Cristal. La directora del mismo, Antonia Luisa Cabal, percibió en ella muchas posibilidades e inmediatamente la aceptó. Formó parte de ese colectivo algo más de un año, según nos relata la propia Ana Ibis.
Aunque ya mayorcita le gustaba cantar en actividades de la escuela, una extrema timidez frenaba su desarrollo como cantante. Su padre la estimula entonces a participar en una audición de danza, pero no fue aceptada. Asegura a modo de jarana, que el baile no era lo suyo. “Tengo dos pies zurdos”, vuelve a bromear.
De vacaciones en La Habana, en casa de unas tías y deslumbrada por la ciudad, que contrastaba violentamente con la pobreza generalizada de su tierra guantanamera, decidió instalarse definitivamente en la capital donde vislumbró mejores posibilidades y descubrió que su verdadera vocación era cantar. Tomó clases con un profesor particular y aunque se ponía muy nerviosa y sudaba frío, al interpretar una melodía se olvidaba de todo a su alrededor y vivía plenamente la música.
PMU: ¿Cuáles son tus preferencias musicales?
Ana Ibis: No puedo decidir por ninguna, me gustan todos los géneros musicales, cada uno tiene para mí una magia especial.
PMU: ¿Influencias artísticas en la familia?
Ana Ibis: Tal vez, por parte de mi hermana y mi tía que gustan de cantar, pero no son profesionales, y como yo lo hacen por pura afición. Mis días más felices son cuando nos reunimos la familia y “los artistas”, como nos llaman, nos alternamos para descargar. La pasamos de maravillas.
PMU: ¿Sueños, ambiciones?
Ana Ibis: Como todo el mundo. Me gusta cantar todo tipo de música. Escribo poesías que quisiera algún día musicalizar y claro que me gustaría grabar un disco con mis propias canciones. Pero me imagino que usted sabe lo costoso y difícil que resulta grabar un disco, o tener acceso a los medios de difusión, o poder presentarse en un escenario de importancia aunque sea teniendo talento, renunciando a percibir un solo centavo.
Considero que la promoción en Cuba es muy pobre, los jóvenes no tenemos espacios para darnos a conocer, no se nos abren puertas. Por eso no entiendo ese cacareo oficial sobre el mundo de posibilidades que tiene la juventud en nuestra sociedad. Si no tienes quien te empuje o dinero para comprar, una de esas posibilidades, te mueres en el anonimato. Esas son varias de las razones por las cuales cada día me siento muy orgullosa de ser una artista underground.
PMU: Pese a todo eso, ¿tienes algún plan concreto en el mundo artístico?
Ana Ibis: Podía decirle que son muchos, aunque me resisto a vivir en un mundo de ilusiones y no precisamente por temor a morir de desengaños, sino porque debo tener bien puesto los pies sobre la tierra. Ahora mismo dependo económicamente de mi familia que también han soñado y sueñan viéndome como una artista reconocida, pero sé perfectamente que esa dependencia no va a ser para toda la vida. Es por ello que me afano para concluir mis estudios de lengua inglesa, lo que además de permitirme cantar en ese idioma, algo que me fascina, en un futuro podrá valerme para trabajar como intérprete, traductora o profesora. Ahora sí, dé como un hecho concreto que sea en español, inglés o en chino, nunca dejaré de cantar, me reporte o no beneficio económico alguno. Porque ahora y siempre, cantar es mi razón de vida, vivo para cantar.
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