El público no necesita letras violentas, necesita reflexiones
13 de julio de 2015
Wilmer es Licenciado en Historia del Arte, en la Universidad de la Habana, desde hace más de siete años, pero a pesar de esto el mundo que siempre le ha rodeado desde pequeño es el de la música underground. Todos sus amigos del barrio son raperos, sus primos tocan hip hop y esto provocó que se decidiera desde hace par de años, a ser arreglista y compositor para ayudar a estas jóvenes promesas. “Siempre he estado rodeado de amistades que están en este mundo, pero yo siempre me había mantenido al margen hasta que hace año y medio Ramiro mi primo me pidió que le hiciera algunos arreglos a una composición que había hecho. Al principio lo tomé como un hobby, pero él quedó muy agradecido y me dijo que por qué no se los hacía todos, y que además, la cuadrilla del barrio también iba a necesitar de mi ayuda”.
Will, como todos le llaman, actualmente tiene mucho trabajo y una responsabilidad enorme con muchos chicos que empiezan en este mundo. “Todos quieren cantar, ser famosos, reconocidos, pero no se dan cuenta que a veces esas ansias de prisa pueden traer como consecuencia el fracaso, ya que muchos no tienen un arreglista que los ayude a perfeccionar lo que cantan. La música no es pararse en un escenario y empezar a tocar o cantar, lleva un trabajo profundo anterior. Yo en lo personal me esfuerzo mucho por hacer lo mejor que puedo los arreglos y así puedan tomarlos en serio cuando exponen mensajes complejos”.
Al preguntarle sobre su preferencia entre la composición y los arreglos, respondió sin vacilar. “La composición, por supuesto. El problema está dado en que los jóvenes no quieren que nadie les componga nada, ellos mismos quieren escribir sus canciones, dar sus propios mensajes y es bastante complicado incluso, hacerle arreglos a sus letras, pues no quieren entender que tienen falta de concordancia, que están repitiendo frases o palabras. También hago hincapié en evitar las groserías en las canciones, les explico que eso los va a limitar mucho en cuanto a público se trata. es decir, me gusta tratar el asunto como algo educativo, quizás son mis raíces de cuando empecé a trabajar que era profesor, ya hace un tiempo lo dejé, pero son cosas siempre se llevan con uno”.
En la actualidad en Cuba, la música underground está un poco censurada por los medios informativos, Will tiene su opinión al respecto. “La verdad, el tema de la política lo trato de evitar al máximo. Cuando hago alguna composición o algún arreglo siempre trato de omitirlo, y aconsejo a los músicos encaprichados en ello que le den la vuelta bonita y no se expresen tan directamente al respecto para que eviten la censura. En cualquier país del mundo hay leyes e injusticias, este no está exento de ello, por lo cual simplemente, de alguna manera hay que sobrellevarlo para sobrevivir. No me malinterpreten, con eso no digo que haya que ponerse de rodillas antes las injusticias, ni dejarlas de comentar en las canciones, simplemente evitar los ataques directos y groseros hacia los dirigentes, pues lo único que provocas es que te censuren en todos los medios y tus canciones no las oiga nadie”.
Para culminar le preguntamos si tenía algún mensaje para los jóvenes que empiezan en este mundo. “Simplemente que hagan las cosas con cordura, que sean pacientes y que hagan reflexiones en sus letras, no ataques. El ser humano no necesita violencia, necesita entendimiento”.
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13 de julio de 2015
Wilmer es Licenciado en Historia del Arte, en la Universidad de la Habana, desde hace más de siete años, pero a pesar de esto el mundo que siempre le ha rodeado desde pequeño es el de la música underground. Todos sus amigos del barrio son raperos, sus primos tocan hip hop y esto provocó que se decidiera desde hace par de años, a ser arreglista y compositor para ayudar a estas jóvenes promesas. “Siempre he estado rodeado de amistades que están en este mundo, pero yo siempre me había mantenido al margen hasta que hace año y medio Ramiro mi primo me pidió que le hiciera algunos arreglos a una composición que había hecho. Al principio lo tomé como un hobby, pero él quedó muy agradecido y me dijo que por qué no se los hacía todos, y que además, la cuadrilla del barrio también iba a necesitar de mi ayuda”. Will, como todos le llaman, actualmente tiene mucho trabajo y una responsabilidad enorme con muchos chicos que empiezan en este mundo. “Todos quieren cantar, ser famosos, reconocidos, pero no se dan cuenta que a veces esas ansias de prisa pueden traer como consecuencia el fracaso, ya que muchos no tienen un arreglista que los ayude a perfeccionar lo que cantan. La música no es pararse en un escenario y empezar a tocar o cantar, lleva un trabajo profundo anterior. Yo en lo personal me esfuerzo mucho por hacer lo mejor que puedo los arreglos y así puedan tomarlos en serio cuando exponen mensajes complejos”.
Al preguntarle sobre su preferencia entre la composición y los arreglos, respondió sin vacilar. “La composición, por supuesto. El problema está dado en que los jóvenes no quieren que nadie les componga nada, ellos mismos quieren escribir sus canciones, dar sus propios mensajes y es bastante complicado incluso, hacerle arreglos a sus letras, pues no quieren entender que tienen falta de concordancia, que están repitiendo frases o palabras. También hago hincapié en evitar las groserías en las canciones, les explico que eso los va a limitar mucho en cuanto a público se trata. es decir, me gusta tratar el asunto como algo educativo, quizás son mis raíces de cuando empecé a trabajar que era profesor, ya hace un tiempo lo dejé, pero son cosas siempre se llevan con uno”.
En la actualidad en Cuba, la música underground está un poco censurada por los medios informativos, Will tiene su opinión al respecto. “La verdad, el tema de la política lo trato de evitar al máximo. Cuando hago alguna composición o algún arreglo siempre trato de omitirlo, y aconsejo a los músicos encaprichados en ello que le den la vuelta bonita y no se expresen tan directamente al respecto para que eviten la censura. En cualquier país del mundo hay leyes e injusticias, este no está exento de ello, por lo cual simplemente, de alguna manera hay que sobrellevarlo para sobrevivir. No me malinterpreten, con eso no digo que haya que ponerse de rodillas antes las injusticias, ni dejarlas de comentar en las canciones, simplemente evitar los ataques directos y groseros hacia los dirigentes, pues lo único que provocas es que te censuren en todos los medios y tus canciones no las oiga nadie”.
Para culminar le preguntamos si tenía algún mensaje para los jóvenes que empiezan en este mundo. “Simplemente que hagan las cosas con cordura, que sean pacientes y que hagan reflexiones en sus letras, no ataques. El ser humano no necesita violencia, necesita entendimiento”.
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