Modificando la escena underground cienfueguera



Desde hace tres años se observa un incremento en la actividad de la escena underground cienfueguera. La existencia de festivales como el Cumanayagua Alternativa y el Black in Rock, da muestra de que la provincia es un punto de enlace entre la capital y el centro del país. Sin dudas, se ha convertido en una zona receptiva a las más diversas expresiones del movimiento.

Hoy, en una etapa de auge, diversos grupos y artistas emergentes intentan imponerse a pesar de las oposiciones hacia lo liberal, manifestadas por las instituciones culturales del territorio. Blackout, Divu, Ecos, Cuba 100 y Los Moddys son varias de las bandas que intentan imponerse utilizando las vías emergentes de promoción, como El Paquete, SMS y folletines independientes impresos o digitales.

Son muchos los artistas de la región que con sinceridad expresan a través de sus letras los problemas de nuestra sociedad, así como los sentimientos y experiencias de la pareja humana, para decir el amor, la emoción del recuerdo y la ilusión del futuro.

Lo que ciertamente ha ocurrido con lo underground es una marginación de los centros principales de promoción, explotación musical y de los focos de irradiación de los medios de comunicación, en aras de la saturación de géneros demasiado comerciales como el reggaetón, la salsa, el merengue electrónico y la canción política a favor del régimen imperante.

Por supuesto, que la música cubana requiere de una renovación constante y en estos momentos los artistas underground lideran el cambio. No se puede vivir apegado al nostálgico pasado, eternizándolo. Este tipo de música posee las condiciones para mantenerse como vehículo de comunicación entre las personas de diversas generaciones, de ahí que exhiba una pujante vigencia.

Parece que el público, un poco saturado de letras insulsas y prefabricadas, de ritmos frenéticos y sonoridades estridentes, ha visto en los géneros alternativos un remanso tranquilo a la libertad añorada.

Ramón Jiménez, uno de los organizadores del Cumanayagua Alternativa expresó a PMU: “La música underground está aquí, con nosotros, y forma parte de nuestra vida cotidiana. Tiene más fuerza que nunca, sea cual sea el estilo que se interprete. Su presencia se acrecienta en las nuevas figuras, estilos y obras en las que, respetando su esencia, se hacen aportes en los aspectos melódicos, temáticos, armónicos y especialmente, de instrumentación. El amplio talento existente le imprime fuerza telúrica a la música underground. Es como una reacción en cadena que alcanza todas las esferas del país”.

“Se habla de un resurgimiento del género que cada día gana mayor favor del público. En medio de la complicada situación social en que vivimos, repleta de carencias, necesidades e incomprensiones, una de las cosas que debemos alimentar todavía más es el alma. Cada artista debe propiciar un mensaje para reflexionar y hurgar en torno a nuestra realidad. Es una deuda que debemos saldar”.

“Concebir un espacio fijo dedicado a este tipo de música, implica un compromiso muy serio que demanda una labor organizativa minuciosa para evitar los comentarios negativos que siempre realizan los dirigentes arrogantes. De alguna manera se está modificando la escena underground en Cienfuegos y nuestro festival es parte de ello”, concluyó Jiménez.

Desafortunadamente, el desenfrenado comercialismo y “Don Dinero” provocan que los mayores espacios sean ocupados por música intrascendente, facilista, con un inmovilismo tal que todos los grupos se parecen entre sí y carecen de una propuesta interesante para los ávidos consumidores de las armonías prolíferas en sonoridad de paz, amistad, amor, y no de agresión o violencia.

La música alternativa es un reto que se introduce en los sabrosos predios de la confrontación social. Existe una reserva de sensibilidad y capacidad en los artistas y públicos cienfuegueros para apoyar al movimiento underground.

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