Créeme, pintando con música



Del 22 de mayo al 22 de junio del presente año, se respiraron los aires de la XII Bienal de la Habana, muestra de arte contemporáneo que invadió varios lugares de la capital. Algunos se preguntarán, ¿qué tiene que ver esto con la música underground? Y es que quiero hablar sobre la presentación del proyecto Créeme, en la Bienal anterior. Este proyecto estuvo basado en un performance visual-musical del artista plástico Michel Mirabal, que lo unió a varios artistas de hip hop underground de la talla de Raudel Escuadrón Patriota, Bárbaro “El Urbano” Vargas, Silvito “El Libre”, Maykel Xtremo, Charlie Mucha Rima y Soandry Vargas de Hermanos de Causa. Estos músicos, a su vez, unieron su arte junto a artistas más conocidos, pero que aceptaron el reto como Alexander Abreu, Israel Rojas, Vicente Feliú, y Juan Formell y los Van Van.

Todos juntos realizaron un concierto en el cine-teatro Acapulco, el 26 de mayo del 2012, como parte de las actividades colaterales de la XI Bienal, donde aunaron pintura, poesía y música. Comenzando con el himno nacional interpretado por el talentoso trompetista Alexander Abreu, cada integrante del proyecto fue exponiendo su arte, interpretando así los 14 temas que luego formarían parte de un fonograma con el nombre del proyecto. “La esperanza”, “La rumba”, “Manos”, “Alma sobre espinas”, “Soy”, “Muela”, “El puro”, “Contracorriente”, “Cristos”, “Escapando”, “Hasta las cuantas”, “Control”, “Créeme” y “Banderas”, son los tracks que componen este CD-DVD que no saliera hasta 2 años después de su grabación. ¿Motivos?, desconocidos, pero como dice el refrán “nunca es tarde si la dicha es buena”.

Lo que sí sabemos es que estos músicos estaban decididos a hacer vibrar las paredes del cine con su ponencia de ideas, todo en interés de las obras presentadas por Mirabal. Como dirían en el tema “Banderas”: “…lo importante no es quedar en la historia, lo importante es morir consciente que fuiste parte de ella por una causa limpia y bonita…”. Y quizás algunos nunca escucharon de este proyecto o no van a tener acceso al resultado, pero sí es un paso de avance para el hip hop underground. Porque, con ayuda o no de los organizadores de este evento, el hip hop que se disfrutó ese día en el cine Acapulco fue totalmente underground.

De qué otra manera podría decirse “…hasta las cuantas, que la gente está obstinada esperando que algo pase y por aquí no pasa nada…”, pasar por “…esta es la rumba, lo que se sabe no se pregunta, si la verdad no mata, la verdad entonces, no me interrumpas…” y llegar a “…que está bueno de sermones, de falsas promesas y de esas viejas justificaciones, o no notas que la realidad se impone… no te hagas el que no entiende, contracorriente no es contrarrevolucionario necesariamente, ¿y qué?, si decimos la verdad, si decimos lo que pasa por la mente …”.

Esta vez los exponentes del hip hop fueron como siempre críticos, pero manteniéndose fiel a sus textos, a su historia y a su bandera. Hay quien piensa que el rap cubano se ha debilitado producto del facilismo de las letras simples y los ritmos pegajosos del reggaetón, pero también hay quien cree que no es así y que mientras existan artistas como los de este proyecto, el rap se mantendrá ocupando un lugar en la cultura cubana, aunque tenga que aferrarse con uñas y dientes.

Al final, este trabajo fue realizado para disfrutarlo todos los cubanos, a quienes el propio Michel Mirabal les dejó un mensaje en el tema “Muela”: “A todos los cubanos piensen como piensen, vivan donde vivan, basta de rencores y divisiones. Recuerden que las cosas que nos unen son más que las que nos separan”.

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