Iluminando lo proscrito…Off Line Arte Subterráneo



“Vive iluminado, viaja iluminado, expande la luz, sé luz”, este precepto budista me recuerda mucho la intención (y la materialización) de los nuevos amigos que se nos suman, en una suerte de sinergia, para complementar el trabajo de PMU. No digo que sea su intención primaria, este es solo el criterio de alguien parcializado y comprometido con PMU.

Off Line Arte Subterráneo es un boletín que trabaja con la fina herramienta de la publicidad para iluminar, dar a conocer, poner a disposición del escrutinio público, lo ¿proscrito? Proscrito por una institucionalidad inflexible que dejó de buscar el ideal hace muchos años atrás y no oye los consejos de quienes tienen ansias de un mundo mejor para todos, no solo para unos pocos, y que quedó indiferente a la socialidad y los cambios que ella demanda.

El boletín llegó a mí en su edición número 4 y debo declarar que me ha sorprendido la claridad con que analizan temas solapados por censuras; falacias de la vida común, de la convivencia, de la identidad ontologizante como el racismo, la espiritualidad abierta y la publicidad diferente de la puramente propaganda política o lo puramente comercial. Han sabido reconocer la verdad de estos temas, la arbitrariedad en sus análisis, que muchas veces hacen más por la confusión que por la comunión. Encontraron la tesis: no hay seres (humanos) inferiores.

Hip hop cubano y raza es el tema de la cuarta edición, tratado brillantemente con un lenguaje cercano y asequible, muy profundo, apelando a la historia, a la memoria, a la reconstrucción enajenada de discursos impuestos, reivindicadora de lo auténtico, escapada de la educación formal, pero anclada en el sentido común con un lenguaje metafórico, pero no desprovisto de referentes teóricos conceptuales que saben separar lo que es la artificialidad creada para dominar y lo que es la naturaleza existente para integrar.

Amigos, sí, les llamo, porque así se le llama a los que comparten afinidades y se reconocen y aun, a veces, sin querer hacen más bien a nosotros que nosotros mismos. Luz, sí, es lo que sale de sus páginas, de sus increíbles diseños, de su publicidad orientada al underground, que no tiene pretensiones de universal y por esto lo es. Dice: “este soy yo, esto quiero, súmate si gustas”. No hay proselitismo, pero sí una invitación a un lugar donde se permite todo excepto la violencia, donde no hay locos ni delitos de expresión ni de pensamiento, pero conocen límites porque han rechazado el instrumento que los ha masacrado: la violencia, pues aunque se usa en la expresión y para canalizar el pus de la herida (de tantos años de represión y discriminación), a veces termina desgastando a quien la usa, convirtiendo al atacante en paranoico, esquizofrénico, demente. Son guerreros, poseen la fuerza, pero saben escoger las armas.

Tampoco olvidaron a los off line (casi toda Cuba) y llevan a un soporte, aunque menos sostenible, más ajustado a la realidad del momento, que no es para personas poco informadas o mal informadas. Es el baluarte contra la ignorancia, contra los sobrebuscados discursos que de tanto pujar al cielo terminan perdiendo la conexión con la realidad y aunque es al cielo a lo que siempre aspiramos, no podemos perder las raíces porque no queremos perder la condición de humanos, mundanos, terrenales, sino más bien promoverla, mejorarla. Causan sospechas los saltos al vacío, la propuesta de olvido, la libertad sin límites porque no estamos vacíos (no queremos estarlo, no se puede partir de ahí), no se olvida ni aún los errores porque éstos son aprendizaje; y la libertad sin límites anula el reconocimiento (y aun el respeto) del otro. Hay pues un compromiso con la alteridad, con la convivencia, con la pluralidad que nos hizo hombres, comunidad, más fuertes.

¿Qué nos proponen concretamente? Ahí están para nosotros:

• Cursos de superación artística gratis

• Eventos

• Estudios

• Conectar con el infinito

Allí están las puertas abiertas en Santa Mía de la Talla, Callejón de la Piedras # 20, frente al Cementerio Judío, Reparto Escala, Guanabacoa. Allí está el arte, allí está el amor, allí está la luz, allí está la vida…



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