¿Le teme el Estado cubano a los raperos?



No es intención de este artículo caer en un debate político/ideológico, ni nada parecido. Simplemente reflexionar sobre el temor o respeto que se les tiene a estos muchachos cubanos cuando levantan su voz en aras de decir verdades que nadie se atreve a convocar.

Hoy en día se vende indirectamente una imagen de los raperos cubanos que no es la más ideal para la sociedad. ¿La técnica para hacerlo? Simplemente ignorando/omitiendo sus letras que llevan mensajes implícitos, a veces con un tono bien fuerte que hieren visiblemente la sensibilidad de muchos de los que controlan el poder político en Cuba.

En honor a la verdad, hay que reflejar que existen artistas que la calidad musical deja mucho que desear. Otros tienen argumentos en sus letras que incitan a la violencia o su lenguaje resulta obsceno y desagradable para los oídos de muchos. Pero también hay que señalar que existe un movimiento de rap cubano haciendo muy buena música, los cuales han mejorado considerablemente sus partituras, para así incrementar el valor artístico que años atrás quizás no era el más ideal para esta rama musical.

¿Pero qué ha hecho el Estado cubano para contrarrestar este movimiento protesta? En los últimos años se ha puesto en marcha una nueva política de “aceptación” del movimiento rapero en aras de demostrar que estos muchachos se pueden sumar a su política de pasividad y de esta manera alejarse de contextos políticos que como se decía anteriormente, pueden herir sensibilidades. ¿El resultado? De cierta manera muchos raperos se han integrado a esta nueva política, dejando a un lado la crítica social y convirtiéndose indirectamente en marionetas del poder.

El objetivo del Estado cubano es claro, le da ciertos beneficios económicos con ciertas presentaciones en limitados lugares y mantiene a raya a muchachos que al desviar sus canciones a temas banales, simplemente pierden la esencia del rap, que fue creado esencialmente como canción protesta, para criticar males sociales hacia la construcción de una sociedad más justa.

En mi opinión personal, el rap cubano necesita un cambio, necesita más cobertura, necesita personas que los guíen musicalmente, que hagan cambios sensibles no en el mensaje esencial de sus letras, sino en cómo dicen lo que piensan. A veces son muchachos con ansias de criticar lo que ven sin medir consecuencias. La vida del artista es una carrera maratónica, no es una carrera de cien metros, por lo cual el tacto deber estar implícito en sus letras, ya que un disco completamente censurado puede echar por tierra su joven carrera.

Con esto no digo que deben callar su voz, sino utilizarla de forma inteligente, llevando mensajes claros, pero cifrados al mismo tiempo, donde los jóvenes cubanos puedan seguir identificándose con lo que quieran decir estos nuevos talentos.

Entonces, volviendo al inicio, podemos decir que el Estado sí les teme a estos muchachos, pero en resumen, han contraatacado inteligentemente dejando sin armas a algunos que han sido manipulados de forma subjetiva. Quizás esta generación necesite un líder objetivo que los saque del sueño que les han inducido, pues ganas de luchar todavía existe por parte de muchos.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
yuariel
4 de agosto, 2015 11:12 am (GMT-5:00)
Hace un tiempo no visitaba la página. Creo que han cambiado los contenidos para mejor, pero este tipo de materiales solo pone el dedo en la llaga o copia otras ideas mejor expresadas en artículos anteriores publicados aquí mismo. Esas ideas son válidas, pero no se puede tener temor al debate es como tirar la piedra y esconder la mano, como la gatica de María Ramos. Además, con el solo esbozo del asunto no es suficiente. Sin embargo, es válida la intención y se leen con agrado cosas que aquí nadie se atreve a decir abiertamente. Gracias PMU