La cábala del dos
3 de agosto de 2015
Para los muchachos de Faktoría, el dos es su número de suerte. Aunque parezca risible, ellos tienen el récord de tres veces dos y no me refiero al filme cubano de igual nombre, sino a las veces en que Selvin Dager Jiménez inició su carrera en las artes como director de una agrupación humorística a los 17 años en el Centro Provincial de la Música de Camagüey. La solución final, para bien, llegó cuando se unió en el 2006 a la joven Naylen Núñez Cano, juntos consolidaron el proyecto, trazaron nuevas estrategias de trabajo, pusieron el pie en el acelerador, cambiaron todo el repertorio incluyendo composiciones propias y por última vez dieron nueva vida a Faktoría.
Somos como una segunda mejor parte del grupo, dice Selvin, comenzamos a presentarnos donde pudiéramos, muchas veces “pasando el sombrero” entre los clientes o trabajando por la comida en varios de los hoteles del polo turístico de la playa de Santa Lucía.
Al principio, continúa, por el tipo de público al que nos enfrentábamos hacíamos música internacional. Después, gracias a las ideas de Naylen, empezamos a introducir en el repertorio otros temas y la acogida fue excelente. Desde entonces solo hacemos nuestros temas, compuestos y arreglados por los integrantes de Faktoría, sin muchas pretensiones, pero con mucho amor. Esa cualidad es lo único que le hemos exigido a los integrantes del grupo, a los más antiguos y a los que se han incorporado a lo largo de todos estos años, para nosotros quien no sea capaz de amar con intensidad lo que hace, no puede tener resultados, y esa fórmula nos ha funcionado a la perfección, concluye.
Entre las agrupaciones camagüeyanas underground, Faktoría es una de las que ha navegado con éxito en lo relativo al tema de las producciones discográficas. En 2008 vio la luz su primer disco independiente denominado Historia X, fonograma que estuvo entre los nominados a los premios del programa televisivo Cuerda Viva, en la categoría de Mejor Música Alternativa. Luego le tocó el turno a Atadura, que es un material grabado y editado en estudios independientes de La Habana, con la colaboración de otros músicos en algunos instrumentos y que es un material con mucha mayor elaboración, más pensado, fruto de la experiencia colectica y que también fue nominado en el mismo programa, pero esta vez en la categoría de Mejor Música Rock.
A partir de ahí, Faktoría entró en una nueva etapa de su quehacer artístico, de una música más suave con influencias caribeñas y la imprescindible influencia de los teclados. Ahora pasó a tonos más duros, pero sin llegar a lo abiertamente metal, que incorpora dos guitarras, batería, bajo y voz, con un sonido un poco más fuerte.
Ahora nos hemos decidido definitivamente por el rock, asegura Selvin, pero estamos abiertos a las mezclas con ritmos afrocubanos, el reggae, la trova y otros. Tenemos la apreciación de que ahora sonamos mejor y estamos a punto de consolidar un estilo propio, que concluya con una manera de hacer particular que nos identifique por encima del resto de las agrupaciones que en la provincia y en el país hagan o quieran hacer este tipo de música.
Hemos tenido la oportunidad de exponer nuestro nuevo sonido, que incluye cambio de imagen y proyección escénica con públicos diversos, y la aceptación ha sido buena y total, agrega. Eso nos demuestra que el cambio que hicimos en el formato, en los arreglos, en nuestro hacer, fue bueno, que vamos en el camino correcto.
Ahora la batalla es por consolidar nuestro lugar en el universo de la música alternativa cubana, confrontar lo más que podamos al público y ver qué pasa. Queremos ganar más y mayor prestigio en el ámbito underground, sobre todo en el musical, con un estilo mucho joven, provocativo, cuestionador y diverso. Sin embargo, para ello tenemos que superar lo que consideramos la principal dificultad que es la falta de apoyo y la carencia de un lugar fijo para nuestras actuaciones, para que la gente sepa dónde encontrarnos. Hasta ahora nos seguimos presentando donde tengamos la oportunidad, en plazas públicas, en actividades de centros de estudio o trabajo en los que nos invitan, en los carnavales, en las casas de cultura y hasta en las casas de los amigos.
Faktoría merece mayor reconocimiento artístico y social en el espectro artístico de la provincia, y su cábala sigue siendo el número dos. Esperemos que en esta oportunidad, la segunda sea la vencida.
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3 de agosto de 2015
Para los muchachos de Faktoría, el dos es su número de suerte. Aunque parezca risible, ellos tienen el récord de tres veces dos y no me refiero al filme cubano de igual nombre, sino a las veces en que Selvin Dager Jiménez inició su carrera en las artes como director de una agrupación humorística a los 17 años en el Centro Provincial de la Música de Camagüey. La solución final, para bien, llegó cuando se unió en el 2006 a la joven Naylen Núñez Cano, juntos consolidaron el proyecto, trazaron nuevas estrategias de trabajo, pusieron el pie en el acelerador, cambiaron todo el repertorio incluyendo composiciones propias y por última vez dieron nueva vida a Faktoría.
Somos como una segunda mejor parte del grupo, dice Selvin, comenzamos a presentarnos donde pudiéramos, muchas veces “pasando el sombrero” entre los clientes o trabajando por la comida en varios de los hoteles del polo turístico de la playa de Santa Lucía.
Al principio, continúa, por el tipo de público al que nos enfrentábamos hacíamos música internacional. Después, gracias a las ideas de Naylen, empezamos a introducir en el repertorio otros temas y la acogida fue excelente. Desde entonces solo hacemos nuestros temas, compuestos y arreglados por los integrantes de Faktoría, sin muchas pretensiones, pero con mucho amor. Esa cualidad es lo único que le hemos exigido a los integrantes del grupo, a los más antiguos y a los que se han incorporado a lo largo de todos estos años, para nosotros quien no sea capaz de amar con intensidad lo que hace, no puede tener resultados, y esa fórmula nos ha funcionado a la perfección, concluye.
Entre las agrupaciones camagüeyanas underground, Faktoría es una de las que ha navegado con éxito en lo relativo al tema de las producciones discográficas. En 2008 vio la luz su primer disco independiente denominado Historia X, fonograma que estuvo entre los nominados a los premios del programa televisivo Cuerda Viva, en la categoría de Mejor Música Alternativa. Luego le tocó el turno a Atadura, que es un material grabado y editado en estudios independientes de La Habana, con la colaboración de otros músicos en algunos instrumentos y que es un material con mucha mayor elaboración, más pensado, fruto de la experiencia colectica y que también fue nominado en el mismo programa, pero esta vez en la categoría de Mejor Música Rock.
A partir de ahí, Faktoría entró en una nueva etapa de su quehacer artístico, de una música más suave con influencias caribeñas y la imprescindible influencia de los teclados. Ahora pasó a tonos más duros, pero sin llegar a lo abiertamente metal, que incorpora dos guitarras, batería, bajo y voz, con un sonido un poco más fuerte.
Ahora nos hemos decidido definitivamente por el rock, asegura Selvin, pero estamos abiertos a las mezclas con ritmos afrocubanos, el reggae, la trova y otros. Tenemos la apreciación de que ahora sonamos mejor y estamos a punto de consolidar un estilo propio, que concluya con una manera de hacer particular que nos identifique por encima del resto de las agrupaciones que en la provincia y en el país hagan o quieran hacer este tipo de música.
Hemos tenido la oportunidad de exponer nuestro nuevo sonido, que incluye cambio de imagen y proyección escénica con públicos diversos, y la aceptación ha sido buena y total, agrega. Eso nos demuestra que el cambio que hicimos en el formato, en los arreglos, en nuestro hacer, fue bueno, que vamos en el camino correcto.
Ahora la batalla es por consolidar nuestro lugar en el universo de la música alternativa cubana, confrontar lo más que podamos al público y ver qué pasa. Queremos ganar más y mayor prestigio en el ámbito underground, sobre todo en el musical, con un estilo mucho joven, provocativo, cuestionador y diverso. Sin embargo, para ello tenemos que superar lo que consideramos la principal dificultad que es la falta de apoyo y la carencia de un lugar fijo para nuestras actuaciones, para que la gente sepa dónde encontrarnos. Hasta ahora nos seguimos presentando donde tengamos la oportunidad, en plazas públicas, en actividades de centros de estudio o trabajo en los que nos invitan, en los carnavales, en las casas de cultura y hasta en las casas de los amigos.
Faktoría merece mayor reconocimiento artístico y social en el espectro artístico de la provincia, y su cábala sigue siendo el número dos. Esperemos que en esta oportunidad, la segunda sea la vencida.
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