Cumanayagua Alternativa: espacio de resistencia para el arte underground (Parte I)



Intercambios, descargas, debates, presentaciones de libros y conciertos convirtieron al municipio cienfueguero de Cumanayagua en la catedral de la música libre de mecanismos comerciales y farándula. El III Festival Cumanayagua Alternativa volvió a reunir a noveles y experimentados exponentes de blues, country rock, smooth jazz, rock and roll, hip hop, repentismo y música de los años sesenta y setenta del pasado siglo. ¿Qué identifica a cada uno de los 12 participantes en el evento? La falta de espacios para promocionar su trabajo, la escasez de recursos para realizar su arte, pero también el talento, las motivaciones y, sobre todo, la humildad para llevar una opción cultural de calidad a las montañas del Escambray sureño.

Del 25 al 27 de julio, el Prado cumanayaguense se convirtió en escenario propicio para ofrecer una mirada diferente a la música cubana, desde una perspectiva underground, donde la libertad creativa, la colaboración y el compromiso afloraron en cada jornada. Siete espectáculos permitieron disfrutar del talento de casi una veintena de agrupaciones, porque a los grupos acreditados se sumaron varios invitados anfitriones y algunos llegados desde otros territorios.

Una frase, un tenor, un temba con swing, un hombre que vive para la música y no de ella, fue el más aplaudido y vitoreado del evento. Teo Barrios, debutante en el Festival, seguramente tendrá que repetir su estancia en el centro del país tras la excelente acogida de los lugareños y visitantes. En tres actuaciones y otros muchos momentos como invitado sobre el escenario, el sexagenario intérprete de canciones de la llamada Década Prodigiosa es un artista en toda la extensión de la palabra. Más de treinta canciones coreamos cuando Barrios estaba sobre la tarima. Además de su calidad vocal, el trabajador de Aduanas bailó e interactuó con los presentes como si estuviera en casa, o dicho a su manera, como si estuviera “In the house”.

Teo contó también, con un viejo “compinche” sobre el escenario. Gustavo “Disco Temba” García compartió con él el concierto del 25 de julio en la noche. Dos tenores del rock cubano, dos experimentados intérpretes, dos rocanroleros natos quedaron en el recuerdo de los pobladores, rompiendo barreras e interpretando la música anglosajona que siempre estuvo prohibida en Cuba

La trovadora villaclareña Yaydi Piñerio, por su parte, regaló letras llenas de fuerza en las que no escatima frases directas para exigir los derechos de las mujeres. La cantautora, radicada ahora en la provincia Sancti Spíritus, reconoce cuánto le aportó el Festival. “No tenía idea de que iba a encontrar tantos buenos amigos, de que iban a pasar tantas cosas bonitas, y que todo iba a fluir tan bien”.

Según declaró también, le pareció una buena experiencia, aunque no exenta de problemas. “Creo que se puede trabajar más en la colaboración de otras organizaciones independientes, no gubernamentales, que pudieran vincularse y aportar algo, aunque sea pequeño”.

La joven que se gana el sustento en las paladares de la ciudad turística Trinidad con una guitarra y un sombrero, aseguró que “quisiera estar en otras oportunidades y poder decir fue mejor que esta, que me gustó mucho porque es una locura muy sana y bonita”.

El intérprete de música mexicana Léster Lez, de La Habana, fue otro de los que deleitó al público con su voz que recuerda al azteca Luis Miguel. Lez, ganador del Octavo Concurso Nacional “La Nueva Voz”, en 2014, sintió el calor de la gente desde el inicio, porque en esos parajes de la geografía cubana los hombres y las mujeres son amantes de la ranchera.

Algo similar le ocurrió al repentista Alex Díaz Hernández, también de la capital de la Isla, quien sabía de antemano que su propuesta sería bien recibida. Lo curioso fue que Alex no entonó sus décimas de manera tradicional. Al viajar al Festival sin acompañamiento musical, el poeta tuvo que recurrir al acompañamiento de guitarras eléctricas, bajo y cajón flamenco en sus actuaciones. La sui géneris mezcla dio resultado. Los aplausos lo confirmaron, pero también las palabras de Díaz, quien desea apostar por una nueva estética en el repentismo cubano.

Hijo del popular repentista cubano Alexis Díaz Pimienta radicado en el exterior, Alex considera que “espacios como este pueden hacer que los jóvenes se interesen por el repentismo, porque ven a muchachos de sus mismas edades cultivando este género de una manera novedosa”.

Desde Guantánamo llegó el rapero Osmel Díaz junto a Neonelkis Salazar “DJ Toki” y Yorlandi Leliebre “El Menor” Gávila, tres muchachos que se complementan a la perfección. Osmel “golpeó” fuerte con sus canciones duras sobre temas polémicos como la violencia, la falta de valores, el consumismo, los malos dirigentes, y el desamor. El Menor es un showman con sus improvisaciones y energía sobre el escenario, siempre acompañado por las melodías del silencioso DJ Toki, sin duda un profesional de las mezclas.

Otros exponentes del rap underground apodados New Alianza, tampoco fueron complacientes con el establishment, pues abordaron tópicos que van desde al amor y la amistad hasta la hipocresía, la doble moral, la mentira y la manipulación. Daniel “Danger Pro” Veitía, Adrián Lucio “El Menor” y Dayán “DJ Chamo Orizondo” y Dianelis Duany debutaron por todo o alto en Cumanayagua Alternativa, y complacieron a todos con sus presentaciones.

En la segunda parte de estas conclusiones de este Festival underground que ya hizo historia en el centro de la Isla, seguiremos comentando todo lo sucedido en un evento que demostró, una vez más, que la música alternativa cubana puede llenar espacios y atraer públicos diversos.

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