Entre el coraje de aparecer y la autonomía del pensar... (Parte I)
7 de septiembre de 2015
Me sorprendí y un poco me afligí cuando me enteré de la existencia de una carta enviada por Soandry del Río a Julián González Toledo, Ministro de Cultura de Cuba, el 25 de mayo de 2015. Yo que me precio de estar bien informada, no conocía esta petición de escucha bajo los argumentos de promesas incumplidas, censura y discriminación. No es nada nuevo que se conozca hasta la última cifra de muertos en el Medio Oriente, pero se desconozca el acontecer nacional, en su totalidad, al menos, pareciera una suerte de mira hacia otro lado, hacia donde yo quiero, olvida lo que pasa justo a tu lado y que pudiera involucrarte más profundamente y donde tú sí pudieras actuar. ¿Es este un modelo que nos separa de la innovación sin interés en el éxito histórico, capaces de interrumpir procesos naturales, sociales e históricos, alguien reclamando un espacio de visibilidad, de expresión? Aquí lo que está en juego no es la vida (en un sentido biológico), sino el mundo (nuestra percepción y proyección de él).
Más adelante, una entrevista concedida en exclusiva para PMU por Soandry del Río, uno de los signatarios de la mencionada carta que puede leer completa en el perfil de Facebook de Soandry del Río y en una publicación del Diario de Cuba.
PMU: ¿Cuál fue el motivo de la carta?
Soandry del Río: Fue iniciativa mía por toda una serie de acontecimientos que estaban pasando en la Agencia Cubana del Rap. Mucha gente pensó que me habían expulsado de la Agencia, aunque yo no firmé ningún papel y pienso que una expulsión debe estar precedida por una sanción. Así pues convoqué mucha más gente de la que firmaron y hay gente que ni tan siquiera se atrevieron a leer la carta por miedo, por conformismo. Hay gente que tiene miedo a perder eso poquito que tiene.
Por otra parte la Agencia, el Departamento de Seguridad del Estado, varias entidades, se han encargado de difamar el trabajo mío y me pintan como si fuera un opositor cuando yo soy una persona defensora de la libertad de expresión en todos los sentidos, ya sea estés en contra o a favor. Pienso que todos tenemos derecho a hablar, a expresar lo que sentimos con respecto a una causa determinada. Yo conozco gente opositora bien importante de este país y nadie va a decirme quién puede ser amigo mío y quien no, yo quiero saber lo que piensan y el día que tenga un familiar opositor va a seguir siendo familiar mío por encima de todos los sistemas de gobiernos habidos y por haber en este mundo.
Mucha gente pensó que yo iba a hablar del problema mío, del de Raudel, que a los dos nos expulsaron. Supuestamente el motivo era que no reportábamos dinero cuando en esa agencia casi nadie reporta dinero, menos del 5%, por así decirlo, reporta el dinero que ellos exigen que tienen que reportar.
Una de las razones por las que yo no reporto dinero es que yo decidí hacer mis contratos de trabajo y no contar con la Agencia para nada, porque yo no concibo que la gente esté en una oficina sin hacer nada y tú consigas la orden de trabajo y arriba de eso ellos están cobrando por una cosa que tienen que hacer ellos y estás haciendo tú. Por eso desvinculé mis actividades de la Agencia y a mí que no me digan que yo no estaba haciendo nada porque yo estaba dando conciertos en Latinoamérica, shows en Miami, estaba grabando discos, estaba haciendo conexiones e incluso, otro de los motivos por el cual me botaron es que yo fui invitado a un Foro de Juventud y Democracia junto a la Cumbre que hubo en Panamá; fui testigo de todo lo que hizo la supuesta oficialidad cubana que llevaron ahí y en un evento adjunto a la Cumbre dije lo mismo que siempre he dicho aquí, que hay mucha censura, no hay igualdad de condiciones en los aspectos económico, cultural, social, político. Dije lo que siempre he dicho aquí a viva voz y en mis canciones, no me transformé en otra persona porque siempre he sido el mismo aquí, allá y acullá. Claro que, días antes, había salido Raúl diciendo que todo el que no fuera por la sociedad civil que ellos armaron aquí eran todos unos contrarrevolucionarios, eso fue una amenaza directa, pero a mí no me importó y fui para allá.
PMU: Entonces, no fue por un principio político, ¿fue por un asunto privado?
Soandry del Río: No, no fue un asunto privado, fue un asunto de todos. Hace rato que tenía que haber pasado, pero he estado ocupado en el exterior y me he dado cuenta que algo que debo crear en el grupo es que no me vean a mí como un líder porque cuando yo no estoy, la cosa se enfría.
PMU: Entonces, ¿por qué no efectúas el rompimiento legal con la Agencia si dices que no te sientes bien representado por ella y que es inoperante?
Soandry del Río: Una de las estrategias que me propuse desde el momento que yo entré a la Agencia, porque desde el momento que entré sabía que no funcionaba, fue tratar de luchar desde adentro en el sentido de poder hacer cosas y confrontarlos y hacer que se traguen sus palabras. Eso fue lo que hice con Puños Arriba. Legalmente conseguí un local y legalmente hice todo paso por paso con la abogada de la Agencia, y así y todo hicieron lo que les dio la gana y eso desembocó en la protesta frente al Instituto Cubano de la Música, y no les quedó más remedio que aceptar que nosotros teníamos la razón. Esa fue una de las formas que yo vi de confrontarlos, pero por otra parte, ya me autoconvencí que no vale la pena estar.
Me parece que el rap debe volver a donde vino: a las calles. Me parece que las instituciones son una farsa, una mentira, una pérdida de tiempo en reuniones, en discursos vacíos, en promesas vacías, en millones de cosas que todo eso lo explico en la carta. Independientemente de que la carta, hasta cierto punto, refleja lo falsos que son, pues en la carta digo: si tú miras el contrato legal que cada artista firma, no hay un solo acápite que la Agencia cumpla con lo que tiene que hacer. Tú no puedes vender un producto si no lo promocionas y ahí no se imprime un poster promocional, no se invierte dinero en promoción ninguna, no se busca un espacio ninguno, casi todo tiene que hacerlo el artista, el artista tiene que ser un empresario con las manos amarradas porque tampoco puede hacer lo que le da la gana. Esas son las razones por las que no reporté ninguna actividad a la Agencia. Busquen las actividades ustedes, que tienen una oficina, los medios de transporte, ustedes lo tienen todo. Es un Estado pobre para algunas cosas y rico para otras, porque cuando hay una marcha, al momento aparece el petróleo, aparecen las guaguas y te imprimen setecientos pullovers.
Fue una carta que tenía que haber pasado antes de lo que me pasó. En ningún momento hablo de mí en la carta, hablo de aspectos generales que tienen relación con todos los artistas. Quieren encasillar el hip hop en esto, en alguna actividad en La Madriguera, en alguna cosa así, cuando se pueden hacer cosas muchísimo más grandes, cuando se puede llamar la atención del mundo y se puede trabajar con entidades extranjeras y ellos no quieren.
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7 de septiembre de 2015
Me sorprendí y un poco me afligí cuando me enteré de la existencia de una carta enviada por Soandry del Río a Julián González Toledo, Ministro de Cultura de Cuba, el 25 de mayo de 2015. Yo que me precio de estar bien informada, no conocía esta petición de escucha bajo los argumentos de promesas incumplidas, censura y discriminación. No es nada nuevo que se conozca hasta la última cifra de muertos en el Medio Oriente, pero se desconozca el acontecer nacional, en su totalidad, al menos, pareciera una suerte de mira hacia otro lado, hacia donde yo quiero, olvida lo que pasa justo a tu lado y que pudiera involucrarte más profundamente y donde tú sí pudieras actuar. ¿Es este un modelo que nos separa de la innovación sin interés en el éxito histórico, capaces de interrumpir procesos naturales, sociales e históricos, alguien reclamando un espacio de visibilidad, de expresión? Aquí lo que está en juego no es la vida (en un sentido biológico), sino el mundo (nuestra percepción y proyección de él).
Más adelante, una entrevista concedida en exclusiva para PMU por Soandry del Río, uno de los signatarios de la mencionada carta que puede leer completa en el perfil de Facebook de Soandry del Río y en una publicación del Diario de Cuba.
PMU: ¿Cuál fue el motivo de la carta?
Soandry del Río: Fue iniciativa mía por toda una serie de acontecimientos que estaban pasando en la Agencia Cubana del Rap. Mucha gente pensó que me habían expulsado de la Agencia, aunque yo no firmé ningún papel y pienso que una expulsión debe estar precedida por una sanción. Así pues convoqué mucha más gente de la que firmaron y hay gente que ni tan siquiera se atrevieron a leer la carta por miedo, por conformismo. Hay gente que tiene miedo a perder eso poquito que tiene.
Por otra parte la Agencia, el Departamento de Seguridad del Estado, varias entidades, se han encargado de difamar el trabajo mío y me pintan como si fuera un opositor cuando yo soy una persona defensora de la libertad de expresión en todos los sentidos, ya sea estés en contra o a favor. Pienso que todos tenemos derecho a hablar, a expresar lo que sentimos con respecto a una causa determinada. Yo conozco gente opositora bien importante de este país y nadie va a decirme quién puede ser amigo mío y quien no, yo quiero saber lo que piensan y el día que tenga un familiar opositor va a seguir siendo familiar mío por encima de todos los sistemas de gobiernos habidos y por haber en este mundo.
Mucha gente pensó que yo iba a hablar del problema mío, del de Raudel, que a los dos nos expulsaron. Supuestamente el motivo era que no reportábamos dinero cuando en esa agencia casi nadie reporta dinero, menos del 5%, por así decirlo, reporta el dinero que ellos exigen que tienen que reportar.
Una de las razones por las que yo no reporto dinero es que yo decidí hacer mis contratos de trabajo y no contar con la Agencia para nada, porque yo no concibo que la gente esté en una oficina sin hacer nada y tú consigas la orden de trabajo y arriba de eso ellos están cobrando por una cosa que tienen que hacer ellos y estás haciendo tú. Por eso desvinculé mis actividades de la Agencia y a mí que no me digan que yo no estaba haciendo nada porque yo estaba dando conciertos en Latinoamérica, shows en Miami, estaba grabando discos, estaba haciendo conexiones e incluso, otro de los motivos por el cual me botaron es que yo fui invitado a un Foro de Juventud y Democracia junto a la Cumbre que hubo en Panamá; fui testigo de todo lo que hizo la supuesta oficialidad cubana que llevaron ahí y en un evento adjunto a la Cumbre dije lo mismo que siempre he dicho aquí, que hay mucha censura, no hay igualdad de condiciones en los aspectos económico, cultural, social, político. Dije lo que siempre he dicho aquí a viva voz y en mis canciones, no me transformé en otra persona porque siempre he sido el mismo aquí, allá y acullá. Claro que, días antes, había salido Raúl diciendo que todo el que no fuera por la sociedad civil que ellos armaron aquí eran todos unos contrarrevolucionarios, eso fue una amenaza directa, pero a mí no me importó y fui para allá.
PMU: Entonces, no fue por un principio político, ¿fue por un asunto privado?
Soandry del Río: No, no fue un asunto privado, fue un asunto de todos. Hace rato que tenía que haber pasado, pero he estado ocupado en el exterior y me he dado cuenta que algo que debo crear en el grupo es que no me vean a mí como un líder porque cuando yo no estoy, la cosa se enfría.
PMU: Entonces, ¿por qué no efectúas el rompimiento legal con la Agencia si dices que no te sientes bien representado por ella y que es inoperante?
Soandry del Río: Una de las estrategias que me propuse desde el momento que yo entré a la Agencia, porque desde el momento que entré sabía que no funcionaba, fue tratar de luchar desde adentro en el sentido de poder hacer cosas y confrontarlos y hacer que se traguen sus palabras. Eso fue lo que hice con Puños Arriba. Legalmente conseguí un local y legalmente hice todo paso por paso con la abogada de la Agencia, y así y todo hicieron lo que les dio la gana y eso desembocó en la protesta frente al Instituto Cubano de la Música, y no les quedó más remedio que aceptar que nosotros teníamos la razón. Esa fue una de las formas que yo vi de confrontarlos, pero por otra parte, ya me autoconvencí que no vale la pena estar.
Me parece que el rap debe volver a donde vino: a las calles. Me parece que las instituciones son una farsa, una mentira, una pérdida de tiempo en reuniones, en discursos vacíos, en promesas vacías, en millones de cosas que todo eso lo explico en la carta. Independientemente de que la carta, hasta cierto punto, refleja lo falsos que son, pues en la carta digo: si tú miras el contrato legal que cada artista firma, no hay un solo acápite que la Agencia cumpla con lo que tiene que hacer. Tú no puedes vender un producto si no lo promocionas y ahí no se imprime un poster promocional, no se invierte dinero en promoción ninguna, no se busca un espacio ninguno, casi todo tiene que hacerlo el artista, el artista tiene que ser un empresario con las manos amarradas porque tampoco puede hacer lo que le da la gana. Esas son las razones por las que no reporté ninguna actividad a la Agencia. Busquen las actividades ustedes, que tienen una oficina, los medios de transporte, ustedes lo tienen todo. Es un Estado pobre para algunas cosas y rico para otras, porque cuando hay una marcha, al momento aparece el petróleo, aparecen las guaguas y te imprimen setecientos pullovers.
Fue una carta que tenía que haber pasado antes de lo que me pasó. En ningún momento hablo de mí en la carta, hablo de aspectos generales que tienen relación con todos los artistas. Quieren encasillar el hip hop en esto, en alguna actividad en La Madriguera, en alguna cosa así, cuando se pueden hacer cosas muchísimo más grandes, cuando se puede llamar la atención del mundo y se puede trabajar con entidades extranjeras y ellos no quieren.
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