Los Embajadores: rapeando con el alma
21 de septiembre de 2015
Los Embajadores, así se llama el dúo compuesto por Lázaro Delgado Rojas (Lacho El Cacho) y Yasmanys Aguilera Castro (Yasmatyan), que desde el año 2008 unieron sus talentos con un solo propósito: hacer rap cristiano, fusionándolo con el pop, el reggae, la música electrónica, el merengue, entre otros ritmos caribeños.
Los primeros pasos del dúo transcurrieron con improvisación y algunos tropezones. Según palabras de Lacho El Cacho, “comenzamos a buscar unos backgrounds, nos regalaron tres, y ahí nos sentamos a componer”. Su primera presentación en público tuvo lugar durante un festival en una iglesia evangélica pentecostal. La acogida fue sorprendente y decidieron continuar adelante con el proyecto, pero siempre bajo la mirada escrutadora de las autoridades eclesiásticas que no miraban con buenos ojos la música rap.
Otro de los factores en su contra es el hecho de no ser músicos profesionales con un título que los respalde. Ni tan siquiera -confiesan ellos mismos- tuvieron una formación elemental en una escuela de música. Nunca han tenido un representante o agente que los ayude a colocar su música, ni les coordine presentaciones. Sin embargo, esto no los detuvo ni los desanimó. Decidieron darlo todo en cada escenario, (para ellos la música es una misión sagrada). La ovación y el respeto del público, que reconoce vivamente su talento, siempre han estado presentes. Esto último se debe a la convicción con la que hacen su música, basada en no buscar fama, gloria o lucro, sino en llegar a los corazones de muchas personas, sobre todo de los jóvenes que atraviesan por momentos difíciles, para proponerles, desde la poética del rap, un cambio positivo en sus vidas. A esto se suma la disciplina y la consagración en su actitud hacia lo que hacen, (de las cuales muchos músicos profesionales con mejores recursos deberían aprender), junto una inquebrantable fe en Dios. Quizá por ello y con toda justicia le pusieron a su primer disco Más que talento (2010). Este disco consta de quince canciones y fue realizado con financiamiento propio en un estudio independiente llamado La embajada musical, bajo la dirección del experimentado Orlis, que tiene su sede en un apartamento de microbrigada en el reparto Mikito, del municipio Guanabacoa. Los temas de las canciones abordan distintas problemáticas sociales: como son la integridad de los sentimientos, el valor de los principios, el honor, la integridad, y sobre todo, hacer ver que la fe puede mover montañas y transformar vidas. Estos temas son el eje principal de las letras de sus canciones y estarán presentes en el resto de su discografía. La canción más representativa de este disco es “Vuelve”, que según los miembros del dúo, fue la gran aceptación de este número lo que les hizo disipar toda duda y afirmar su confianza propia como artistas.
En el año 2012, Los Embajadores sacaron un segundo disco llamado Lo nuevo, bajo el sello independiente de La embajada musical. En esta ocasión decidieron grabar solo diez temas. Sin embargo, el perfeccionamiento de los backgrounds y los arreglos musicales, en comparación con la primera entrega discográfica, se hace evidente, sobre todo en canciones como “Adentro y afuera”, “La película” y “Vuelo 626”
La buena acogida de los temas “Vuelve”, “La película” y “Vuelo 626”, hizo que el mismo año 2012 el dúo intentara tocar las puertas de las instituciones culturales estales. Se entrevistaron con un miembro de la administración del cine teatro La Rampa, para valorar la posibilidad de hacer un concierto. El funcionario estatal los trató con mucha cortesía. Pero al saber que eran músicos cristianos independientes, les dijo que “tenía que ‘elevarlo’ a la oficina de Asuntos Religiosos, que no se preocuparan, él los llamaba”. Todavía están esperando la respuesta.
Sin embargo, la buena providencia les sonrió. Tiempo después del citado fiasco institucional, un artista cristiano de las artes escénicas que suele hacer presentaciones como payaso, y quien afortunadamente tiene respaldo institucional de una empresa, los invitó a cantar tres números durante un show juvenil en el cine Yara. La acogida del público, que pasaba de las mil personas, fue sorprendente. No obstante, los miembros del dúo reconocen que se sienten muy desconcertados cuando piensan en otro intento de abrirse paso entre los complicados vericuetos de la burocracia cultural cubana, es por ello que su divisa es “hazlo tú mismo”.
En el 2013, se lanzaron a realizar un videoclip con la canción “Vuelo 626”. A pesar de todos los defectos que pudiera tener este video, hecho con actores voluntarios y escasos recursos tecnológicos, deja en claro que la voluntad de este dúo es indestructible. El video puede verse en YouTube (www.youtube.com/watch?v=sOXZCTub568).
En el 2014, Los Embajadores comenzaron a grabar un nuevo disco llamado Camino al cielo, del cual ya tienen grabados seis temas. Pero el autofinanciamiento para conseguir dinero y cubrir los gastos de la producción musical depende mucho del inestable flujo económico de sus negocios como cuentapropistas (ambos se dedican a la venta de DVD, CD y llenado de memorias, especializados en temas cristianos). No obstante, esperan poder terminar el disco en el presente 2015. Una vez que esté listo, piensan distribuirlo -tal y como hicieron con los dos anteriores- de manera informal, buscando todas las vías posibles que brinda el consumo audiovisual alternativo, “pero esta vez -dijeron- vamos a tener en cuenta El Paquete, ya que la gente lo ve desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí”.
Otro proyecto que han echado andar es la creación de un programa audiovisual llamado Con talento, dedicado a realizar entrevistas a artistas cristianos poco promocionados o marginados. El programa ya cuenta con una primera entrevista a un rapero cristiano llamado Campos. Este programa es solo la punta del iceberg, quieren promocionarlo, a pesar de las limitaciones del Internet cubano, en las redes sociales y crear conexiones entre los artistas cristianos.
Confesaron a PMU que su sueño más grande es cantar en un estadio y rapear con el alma, para tocar multitud de corazones.
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21 de septiembre de 2015
Los Embajadores, así se llama el dúo compuesto por Lázaro Delgado Rojas (Lacho El Cacho) y Yasmanys Aguilera Castro (Yasmatyan), que desde el año 2008 unieron sus talentos con un solo propósito: hacer rap cristiano, fusionándolo con el pop, el reggae, la música electrónica, el merengue, entre otros ritmos caribeños.
Los primeros pasos del dúo transcurrieron con improvisación y algunos tropezones. Según palabras de Lacho El Cacho, “comenzamos a buscar unos backgrounds, nos regalaron tres, y ahí nos sentamos a componer”. Su primera presentación en público tuvo lugar durante un festival en una iglesia evangélica pentecostal. La acogida fue sorprendente y decidieron continuar adelante con el proyecto, pero siempre bajo la mirada escrutadora de las autoridades eclesiásticas que no miraban con buenos ojos la música rap.
Otro de los factores en su contra es el hecho de no ser músicos profesionales con un título que los respalde. Ni tan siquiera -confiesan ellos mismos- tuvieron una formación elemental en una escuela de música. Nunca han tenido un representante o agente que los ayude a colocar su música, ni les coordine presentaciones. Sin embargo, esto no los detuvo ni los desanimó. Decidieron darlo todo en cada escenario, (para ellos la música es una misión sagrada). La ovación y el respeto del público, que reconoce vivamente su talento, siempre han estado presentes. Esto último se debe a la convicción con la que hacen su música, basada en no buscar fama, gloria o lucro, sino en llegar a los corazones de muchas personas, sobre todo de los jóvenes que atraviesan por momentos difíciles, para proponerles, desde la poética del rap, un cambio positivo en sus vidas. A esto se suma la disciplina y la consagración en su actitud hacia lo que hacen, (de las cuales muchos músicos profesionales con mejores recursos deberían aprender), junto una inquebrantable fe en Dios. Quizá por ello y con toda justicia le pusieron a su primer disco Más que talento (2010). Este disco consta de quince canciones y fue realizado con financiamiento propio en un estudio independiente llamado La embajada musical, bajo la dirección del experimentado Orlis, que tiene su sede en un apartamento de microbrigada en el reparto Mikito, del municipio Guanabacoa. Los temas de las canciones abordan distintas problemáticas sociales: como son la integridad de los sentimientos, el valor de los principios, el honor, la integridad, y sobre todo, hacer ver que la fe puede mover montañas y transformar vidas. Estos temas son el eje principal de las letras de sus canciones y estarán presentes en el resto de su discografía. La canción más representativa de este disco es “Vuelve”, que según los miembros del dúo, fue la gran aceptación de este número lo que les hizo disipar toda duda y afirmar su confianza propia como artistas.
En el año 2012, Los Embajadores sacaron un segundo disco llamado Lo nuevo, bajo el sello independiente de La embajada musical. En esta ocasión decidieron grabar solo diez temas. Sin embargo, el perfeccionamiento de los backgrounds y los arreglos musicales, en comparación con la primera entrega discográfica, se hace evidente, sobre todo en canciones como “Adentro y afuera”, “La película” y “Vuelo 626”
La buena acogida de los temas “Vuelve”, “La película” y “Vuelo 626”, hizo que el mismo año 2012 el dúo intentara tocar las puertas de las instituciones culturales estales. Se entrevistaron con un miembro de la administración del cine teatro La Rampa, para valorar la posibilidad de hacer un concierto. El funcionario estatal los trató con mucha cortesía. Pero al saber que eran músicos cristianos independientes, les dijo que “tenía que ‘elevarlo’ a la oficina de Asuntos Religiosos, que no se preocuparan, él los llamaba”. Todavía están esperando la respuesta.
Sin embargo, la buena providencia les sonrió. Tiempo después del citado fiasco institucional, un artista cristiano de las artes escénicas que suele hacer presentaciones como payaso, y quien afortunadamente tiene respaldo institucional de una empresa, los invitó a cantar tres números durante un show juvenil en el cine Yara. La acogida del público, que pasaba de las mil personas, fue sorprendente. No obstante, los miembros del dúo reconocen que se sienten muy desconcertados cuando piensan en otro intento de abrirse paso entre los complicados vericuetos de la burocracia cultural cubana, es por ello que su divisa es “hazlo tú mismo”.
En el 2013, se lanzaron a realizar un videoclip con la canción “Vuelo 626”. A pesar de todos los defectos que pudiera tener este video, hecho con actores voluntarios y escasos recursos tecnológicos, deja en claro que la voluntad de este dúo es indestructible. El video puede verse en YouTube (www.youtube.com/watch?v=sOXZCTub568).
En el 2014, Los Embajadores comenzaron a grabar un nuevo disco llamado Camino al cielo, del cual ya tienen grabados seis temas. Pero el autofinanciamiento para conseguir dinero y cubrir los gastos de la producción musical depende mucho del inestable flujo económico de sus negocios como cuentapropistas (ambos se dedican a la venta de DVD, CD y llenado de memorias, especializados en temas cristianos). No obstante, esperan poder terminar el disco en el presente 2015. Una vez que esté listo, piensan distribuirlo -tal y como hicieron con los dos anteriores- de manera informal, buscando todas las vías posibles que brinda el consumo audiovisual alternativo, “pero esta vez -dijeron- vamos a tener en cuenta El Paquete, ya que la gente lo ve desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de Maisí”.
Otro proyecto que han echado andar es la creación de un programa audiovisual llamado Con talento, dedicado a realizar entrevistas a artistas cristianos poco promocionados o marginados. El programa ya cuenta con una primera entrevista a un rapero cristiano llamado Campos. Este programa es solo la punta del iceberg, quieren promocionarlo, a pesar de las limitaciones del Internet cubano, en las redes sociales y crear conexiones entre los artistas cristianos.
Confesaron a PMU que su sueño más grande es cantar en un estadio y rapear con el alma, para tocar multitud de corazones.
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