Un genuino defensor de la música tradicional



En estos tiempos la música tradicional no goza de gran aceptación en el país, pero todavía hay quienes no desisten en el empeño de cultivarla. Para conocer a uno de estos tenaces artistas nos trasladarnos hasta el asentamiento de Gastón de la Línea, en plena campiña del municipio tunero Majibacoa. Allí nos recibió Orlando Carán Oro, un aventajado trecero que por iniciativa propia y sin ningún respaldo institucional, se dio a la tarea de amenizar las tardes con un conjunto de pequeño formato.

PMU: Gracias por recibirnos, seguro que a mucha gente le agradará conocer sobre su noble quehacer.

Orlando: Gracias a ustedes por tenerme en cuenta y darme la posibilidad de llegar a toda Cuba, y más allá.

PMU: ¿Cómo surge la idea de realizar presentaciones espontáneas para promover la música tradicional cubana y al mismo tiempo divertir?

Orlando: Siempre he sido un genuino defensor de la música tradicional, y en otra época compartía con muchos amigos, a veces en lugares distantes. La cuestión es que los años van cayendo y la disposición tiende a disminuir, pero me di cuenta que todavía tengo fuerza para hacer lo que me gusta y al mismo tiempo impulsar una música tradicional muy particular, una que pocos hacen y que corre el riesgo de perderse.

Tengo bien claro que las preferencias son géneros modernos, pero haré mi máximo esfuerzo para influir a todos los que viven en mi radio de acción para que también se enamoren de la música que nos legaron nuestros abuelos. Además, a nadie le puede gustar lo que desconoce, por ahí está la cosa y lo digo porque ya veo resultados.

PMU: ¿Qué características tiene esa música?

Orlando: La música a la que me refiero tiene una estructura un tanto diferente a la que se escucha en la radio y exhibe la televisión, ya que emplea textos muy cortos y estribillos notablemente largos, donde solo se emplean de tres a cuatro acordes. Algunos manifiestan que estamos estancados en el tiempo, ya que esta estructura es típica de las primeras décadas del siglo pasado, pero mi meta es mantenerla viva, porque ya nadie se ocupa de hacerla.

PMU: ¿Quiénes integran tu conjunto?

Orlando: El conjunto está integrado por mi hijo Orlandito en la guitarra, Carlitos en la percusión, mi sobrina en las maracas y yo en el tres. Cantamos mi hijo y yo, y ocasionalmente la sobrina.

PMU: ¿Quién o quienes respaldan tus presentaciones?

Orlando: Desde el inicio tengo bien claro que me basta con la colaboración de la familia y la oportuna atención de los vecinos. Varias personas vienen de lejos a compartir con nosotros. En este sentido no me puedo quejar porque si a los músicos nos hace falta algo, siempre aparece. Por ejemplo, si nos antojamos de un trago de café enseguida lo tenemos. Otro tipo de respaldo estamos dispuestos a aceptarlo, siempre y cuando no atente contra nuestros principios artísticos.

PMU: ¿Cómo son esas tardes cuando hacen música?

Orlando: No quiero sonar exagerado, pero es lo mejor que pasa en este lugar, fundamentalmente los domingos, que es cuando acuden más personas. En ocasiones nos quedamos tocando hasta tarde en la noche, porque en la medida que nos piden temas nos vamos embullando y no sabemos cuándo parar.

PMU: ¿Qué temas interpretan con más frecuencia?

Orlando: El repertorio es amplio, pero “Yo no quiero mujer bandolera”, “Gallina con arroz”, “La punta de maíz”, “La mateodora” y “El platanal de Bartolo” los hacemos siempre.

PMU: ¿Cómo se ha diseminado la existencia del conjunto?

Orlando: Todo el que ha participado, o que nos ha escuchado, parece que lo divulga donde quiera que va. Mi cuñado se sorprendió el otro día cuando le preguntaron por el conjunto en la ciudad de Las Tunas.

PMU: ¿Qué tiempo le dedicas a la música?

Orlando: Le dedico suficiente. Quisiera que todo fuera tiempo musical, pero soy agricultor y si no atiendo los cultivos no tengo ingresos.

PMU: ¿Cuánto has ganado como músico?

Orlando: He ganado respeto, consideración, cariño y muchas amistades. Como siempre digo, “mi música educa y divierte también”.

PMU: ¿Es verdad que tienes una manera muy peculiar de tocar el instrumento?

Orlando: Es cierto, a todos le llama la atención, pero ya estoy acostumbrado. Les cuento que aprendí solo, hace unos cuantos años y todavía no me sé el nombre de los acordes, toco de oído.

PMU: ¿Esta música y la forma de hacerla, morirá contigo?

Orlando: Mi objetivo es precisamente evitar eso, y creo poder conseguirlo, al menos aquí en mi terruño. Además, el relevo está asegurado con mi hijo Orlandito, quien es un fiel defensor de la tradición.

PMU: ¿Tenemos entendido que son pocos los músicos que pueden acompañarse con el tres?

Orlando: Es verdad, yo mismo no conozco otro caso. Es como hacer lo que hacen el tres y la guitarra juntos. Es difícil, pero se puede con mucha, pero mucha práctica.

PMU: ¿Por qué quedan pocos treceros?

Orlando: Sucede que se dan una serie de factores, como son: es un instrumento difícil de aprender, son pocos los que se dedican a enseñar y para colmo los venden muy caros.

PMU: ¿Cuál es su opinión sobre lo que ocurre con la música tradicional?

Orlando: Muchos quieren mantenerla, pero como van las cosas, la tendencia es a desaparecer en el futuro.

PMU: ¿Cuáles son los proyectos futuros?

Orlando: Seguir haciendo lo nuestro aquí en el barrio.

PMU: ¡Buena suerte!

Orlando: Gracias por esta oportunidad.

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