Camagüey disfrutó el flow del rap femenino



Llegaron pisando fuerte y contagiaron a la conservadora y patrimonial ciudad de Camagüey, con su enérgica y comprometida lírica. El flow de las chicas raperas reunidas en la I Jornada Itinerante de Hip Hop Femenino Cubano “Somos mucho más”, entre el 25 y el 27 de septiembre último se hizo sentir en su público, y aunque lamentablemente las audiencias no fueron todo lo grande que se hubiera deseado, quienes estuvieron se convencieron de que se debe contar con las mujeres para hablar de rap en Cuba.

Sorprendidos algunos hombres, encantadas otras mujeres, pero de manera general el clima fue de una profunda aceptación hacia un mensaje y una estética que defienden el respeto a la diversidad sexual, de pensamiento, de acción; la denuncia contundente a la violencia doméstica, sexual, contra los niños; el rechazo rotundo al racismo y a cualquier forma de discriminación. Además, el público agradeció la experiencia por novedosa y única sobre todo en esta parte del país, donde nunca se habían visto tantas raperas actuando juntas a la vez, y manifestó las ganas de que la experiencia no quede en una primera y única edición.

“Al verlas en acción realmente te dan ganas de bailar, de rapear con ellas, de seguir su flow, que nos contagió de una gran energía positiva”, dijo Elia Peláez, quien siguió cada uno de los conciertos, debates y micros abiertos, como se le denomina a la versión femenina de las controversias o “peleas de gallos” masculinas. “Este tipo de festival es muy bueno, pues las artistas se pronuncian con lenguaje diferente a la comunidad social en el país, proclaman su criterio sobre la violencia, la injusticia a nivel mundial contra el género femenino. Creo que todas juntas son una sola voz que se alza de manera muy limpia, muy linda, tienen conocimiento de lo que hacen”.

A Mariana Ramírez, amante del rap y de la cultura underground en general, también le agradaron mucho otras actividades paralelas como la exposición colectiva de fotografía “Mujeres”, y las dos conferencias sobre el papel de las féminas en el hip hop en Cuba. “Estas chicas tienen un dominio del tema amplio y una gran seguridad personal. Lo demostraron en la expo de fotos, en las sesiones teóricas para debatir sobre su discurso, en su interrelación tan cercana y amistosa con el público en cada concierto o descarga. Además, es meritorio que algunas son madres y esposas, y aún así viajan para dar a conocer lo que están haciendo, y quieren mantenerlo a nivel nacional”.

Aunque se le conoce por ser en Camagüey una dedicada promotora del rock, Yamilka Figueroa también disfrutó muchísimo de la Jornada Itinerante de Hip Hop, pues no es de esos ortodoxos que creen que la devoción hacia un género te impida disfrutar de toda la riqueza del arte. “Este evento es completamente novedoso en la ciudad, nunca antes se había hecho y fue muy bueno, muy bien logrado en la proyección escénica, pues fue un trabajo completo, sobre la base de todos los géneros, fusionando con música cubana, electrónica. Además, con un lenguaje de género, hablan de todos y todas, los cubanos no tenemos cultura de eso y puede ser chocante, pero lo están haciendo bien, defendiendo la imagen femenina, abogando por cosas muy importantes con un lenguaje que llega al corazón”.

Para Yamilka, seguidora de la música y el arte cubanos, la ubicación del lugar atentó contra la posibilidad de que más personas asistieran, asimismo criticó la poca divulgación que tuvo el evento entre los medios de comunicación provinciales y nacionales, los cuales salvo alguna que otra pequeña referencia, no hicieron nada por divulgar, ni destacar la jornada. “Es una lástima que la concurrencia no fuera mayor, el gran público camagüeyano se perdió un hecho cultural tan satisfactorio como este. El espacio escogido no es el medio indicado para eso, tal vez las plazas o parques más céntricos hubieran sido mucho mejor.” Sin embargo, los seguidores habituales de este género y muchos otros representantes de la cultura underground en general, sí asistieron, como lo hacen en otros festivales y encuentros, y ellos en esta ciudad suman varios cientos, por lo que no hubo espacio para que el acontecimiento se desluciera.

Lleva razón Yamilka, pues el Club El Bosque, donde se celebraron dos de los conciertos, es un espacio cerrado con un área bastante extensa, que ha acumulado por décadas entre los moradores de Camagüey una penosa reputación, porque era lugar de reunión habitual de antisociales, adictos, proxenetas, prostitutas y otras lacras sociales. Evidentemente, en estos momentos la institución labora por sanar y mejorar esa imagen, pero aún falta mucho por situarlo como un referente de sano e inteligente esparcimiento entre los camagüeyanos. Por ahora, los representantes del hip hop se han apoderado del espacio y con mucha paciencia, amor y entrega, esperan convertirlo en el palacio underground del territorio, donde tengan cabida en igualdad de condiciones todos los que aman al hip hop, al rock, a la trova, o a cualquier otra manifestación o género que no cuente con el favor de las instituciones.

Para que no faltase el criterio masculino y además, de un rapero contumaz, habló Eliecer Velazco, uno de esos hombres sorprendidos por el crecimiento de la fuerza femenina en el hip hop cubano. “No es común ver a tantas mujeres cantando rap juntas, y a mí me impactó escucharlas defendiendo lo mismo que defiendo yo, con ese encanto en el escenario, como dominan los ritmos, los temas… ha sido impactante y fenomenal, solo queda que se repita”.

Y ese es el reto que queda para el futuro, lograr que un evento que caló profundo en sus protagonistas, tanto sobre el escenario como frente a él, sea convocado a la permanencia y al cuidado de sus gestores, para que nadie sea capaz de tergiversar sus esencias y dejar que se manipule y encauce en contra del hip hop una iniciativa tan abarcadora y necesaria.

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