El repentismo se abre paso en el movimiento underground cubano
26 de octubre de 2015
Tenía siete años cuando subió a un escenario por primera vez y desde entonces, la alegría parece posarse en su voz al entonar cada décima. Hijo del popular poeta Alexis Díaz Pimienta, radicado en el exterior, Alex Díaz Hernández es un joven cubano de estos tiempos, que labra su futuro y apuesta por una nueva estética dentro del repentismo que se hace en la Isla.
Con solo 19 años de edad, impresiona su juventud y entusiasmo al adentrarse en los caminos donde han dejado su impronta definitiva: Justo Vega, Pablo León, Jesusito Rodríguez y Omar Mirabal, por citar algunos. Género difícil y lleno de posibilidades creativas, más que tradición familiar para Alex, representa felicidad, realización personal y artística.
Sobre su trayectoria y perspectivas acerca de esta categoría musical, fiel exponente de las costumbres y raíces culturales de la nación, el muchacho residente en el municipio capitalino de 10 de Octubre conversó con PMU.
“Me inicié muy pequeño en los talleres de repentismo, pues mi padre es fundador y creador de estos talleres en Cuba. Desde entonces, he participado en festivales y canturías, y poco a poco he ido creciendo y ganando en el dominio de la métrica exacta, la música y las maneras de hacer”.
Contrario a la creencia popular que circunscribe al punto cubano y sus diferentes aristas como algo exclusivo de la cultura y poblaciones campesinas, el joven citadino profesa junto a muchos otros como él en la capital, una entrañable devoción por el estudio del arte de la poesía improvisada. “Lo que sucede -precisó Alex- es que la mayoría de los jóvenes de la ciudad no conocen el repentismo a fondo, pues solo saben lo que ven en la televisión, en los pocos espacios que se le dedican al género. Y ese no es termómetro para medir lo que se puede hacer y se hace desde la décima y el repentismo en Cuba.
Además, aunque existen algunas peñas en ciudad de La Habana, ellas no cuentan con la calidad y con una propuesta realmente atractiva para los públicos más jóvenes. Y cuando digo esto, me refiero a que las personas que impulsan estos espacios son en su mayoría de la tercera edad, e improvisan y cantan temas ajenos por completo al contexto e intereses de la juventud. Creo que la reacción sería muy diferente si pudieran ver también a jóvenes mezclando la improvisación con otros ritmos y sonoridades musicales propias de otros géneros, fusionando y mostrando una propuesta novedosa”, afirmó.
Particularmente, Alex es de los que concibe el arte como un constante proceso de creación. En su opinión, la décima y la improvisación no tienen que ser acompañadas necesariamente del laúd y la guitarra para ser categorizadas dentro del movimiento repentista, sino que perfectamente pueden fusionarse con otros instrumentos y melodías sin perder su esencia y raíces tradicionales. Así lo demostró durante la Tercera Edición del Festival Cumanayagua Alternativa, celebrado el pasado verano en esa localidad de la provincia de Cienfuegos. Desde las tarimas del poblado sureño, combinar el punto cubano con las sonoridades del blues, el country o el hip-hop, e improvisar con el acompañamiento de guitarras eléctricas, bajo y cajones flamencos, fueron algunas de las metas ya cumplidas para este joven repentista. Pero como para cualquier artista, los desafíos nunca acaban.
Continuar fusionando diferentes ritmos con la improvisación, lograr una carrera como repentista y ser reconocido por su quehacer, son otros de los sueños de Alex. Así como poder participar y compartir en canturías junto a los grandes repentistas de este país. “Aunque llegar hasta ahí es difícil, -precisa- pues el nivel es alto y hay que contar con muchas habilidades y dominio de la métrica”.
Escribir décimas forma parte del estudio y preparación de este joven en su día a día, pues para un poeta, es su deber ser, nos aclaró sonriente. Sin embargo, lograr un desempeño perfecto es una empresa que requiere esfuerzo, pues la décima se compone con diez versos octosílabos y una rima consonante. “Por tanto, siempre supone un gran reto para cualquier repentista salir al estrado a improvisar. En el resto del mundo no se es tan estricto en el ejercicio de la controversia como en Cuba, donde se ha perfeccionado muchísimo este estilo. Resulta entonces, bastante complicado porque hay palabras que no tienen rima, otras que tienen muy poca, y cuando se sale a improvisar, uno no tiene idea de cuál será el rumbo, nada es preconcebido, hay que crear en el momento y puedes encontrar o no la rima al seguir un pie forzado”, precisó el capitalino.
Lo cierto es que presenciar a poetas repentistas con su estirpe clásica, en el estilo de la controversia, pregunta-respuesta, con décimas llenas de citas cultas y referencias científicas, históricas y sociales, o haciendo gala de su agilidad mental y el uso correcto del idioma, realmente resulta un espectáculo digno de admirar. De ahí la importancia de promocionar y generar nuevos espacios para el desarrollo de esta manifestación, pues aunque son varios los repentistas que la cultivan con mucha calidad, incluyendo a niños y jóvenes como Leandro Camargo, Yaser García, Rolando Ávalos o el propio Alex, siguen siendo insuficientes los esfuerzos dedicados al género.
Al respecto, el joven explicó a PMU: “Durante el verano tengo una peña en el Pabellón Cuba, los domingos a las cuatro de la tarde. El público que asiste es numeroso y ello nos permite mostrar el quehacer del repentismo en la Isla, pero desafortunadamente, esto es solo en vacaciones”.
Portador de una voz que seduce, un rigor expresivo y poetizado, Alex logra llevar al público a ese mundo emocional de los que aman la música en su más amplia expresión. Así lo hizo en las diferentes jornadas del Festival Cumanayagua Alternativa 2015, experiencia sobre la cual concluyó: “Me siento muy feliz por haber participado en este festival, y no solo desde lo personal, sino porque se haya seleccionado el repentismo como género para participar en este ambiente de música underground. Espero que esta no sea la última vez, pues el repentismo actualmente es cada vez más alternativo, se mezcla con muchas vertientes de la música cubana, y eso es lo que he tratado de hacer aquí y pretendo seguir haciendo”.
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26 de octubre de 2015
Tenía siete años cuando subió a un escenario por primera vez y desde entonces, la alegría parece posarse en su voz al entonar cada décima. Hijo del popular poeta Alexis Díaz Pimienta, radicado en el exterior, Alex Díaz Hernández es un joven cubano de estos tiempos, que labra su futuro y apuesta por una nueva estética dentro del repentismo que se hace en la Isla.
Con solo 19 años de edad, impresiona su juventud y entusiasmo al adentrarse en los caminos donde han dejado su impronta definitiva: Justo Vega, Pablo León, Jesusito Rodríguez y Omar Mirabal, por citar algunos. Género difícil y lleno de posibilidades creativas, más que tradición familiar para Alex, representa felicidad, realización personal y artística.
Sobre su trayectoria y perspectivas acerca de esta categoría musical, fiel exponente de las costumbres y raíces culturales de la nación, el muchacho residente en el municipio capitalino de 10 de Octubre conversó con PMU.
“Me inicié muy pequeño en los talleres de repentismo, pues mi padre es fundador y creador de estos talleres en Cuba. Desde entonces, he participado en festivales y canturías, y poco a poco he ido creciendo y ganando en el dominio de la métrica exacta, la música y las maneras de hacer”.
Contrario a la creencia popular que circunscribe al punto cubano y sus diferentes aristas como algo exclusivo de la cultura y poblaciones campesinas, el joven citadino profesa junto a muchos otros como él en la capital, una entrañable devoción por el estudio del arte de la poesía improvisada. “Lo que sucede -precisó Alex- es que la mayoría de los jóvenes de la ciudad no conocen el repentismo a fondo, pues solo saben lo que ven en la televisión, en los pocos espacios que se le dedican al género. Y ese no es termómetro para medir lo que se puede hacer y se hace desde la décima y el repentismo en Cuba.
Además, aunque existen algunas peñas en ciudad de La Habana, ellas no cuentan con la calidad y con una propuesta realmente atractiva para los públicos más jóvenes. Y cuando digo esto, me refiero a que las personas que impulsan estos espacios son en su mayoría de la tercera edad, e improvisan y cantan temas ajenos por completo al contexto e intereses de la juventud. Creo que la reacción sería muy diferente si pudieran ver también a jóvenes mezclando la improvisación con otros ritmos y sonoridades musicales propias de otros géneros, fusionando y mostrando una propuesta novedosa”, afirmó.
Particularmente, Alex es de los que concibe el arte como un constante proceso de creación. En su opinión, la décima y la improvisación no tienen que ser acompañadas necesariamente del laúd y la guitarra para ser categorizadas dentro del movimiento repentista, sino que perfectamente pueden fusionarse con otros instrumentos y melodías sin perder su esencia y raíces tradicionales. Así lo demostró durante la Tercera Edición del Festival Cumanayagua Alternativa, celebrado el pasado verano en esa localidad de la provincia de Cienfuegos. Desde las tarimas del poblado sureño, combinar el punto cubano con las sonoridades del blues, el country o el hip-hop, e improvisar con el acompañamiento de guitarras eléctricas, bajo y cajones flamencos, fueron algunas de las metas ya cumplidas para este joven repentista. Pero como para cualquier artista, los desafíos nunca acaban.
Continuar fusionando diferentes ritmos con la improvisación, lograr una carrera como repentista y ser reconocido por su quehacer, son otros de los sueños de Alex. Así como poder participar y compartir en canturías junto a los grandes repentistas de este país. “Aunque llegar hasta ahí es difícil, -precisa- pues el nivel es alto y hay que contar con muchas habilidades y dominio de la métrica”.
Escribir décimas forma parte del estudio y preparación de este joven en su día a día, pues para un poeta, es su deber ser, nos aclaró sonriente. Sin embargo, lograr un desempeño perfecto es una empresa que requiere esfuerzo, pues la décima se compone con diez versos octosílabos y una rima consonante. “Por tanto, siempre supone un gran reto para cualquier repentista salir al estrado a improvisar. En el resto del mundo no se es tan estricto en el ejercicio de la controversia como en Cuba, donde se ha perfeccionado muchísimo este estilo. Resulta entonces, bastante complicado porque hay palabras que no tienen rima, otras que tienen muy poca, y cuando se sale a improvisar, uno no tiene idea de cuál será el rumbo, nada es preconcebido, hay que crear en el momento y puedes encontrar o no la rima al seguir un pie forzado”, precisó el capitalino.
Lo cierto es que presenciar a poetas repentistas con su estirpe clásica, en el estilo de la controversia, pregunta-respuesta, con décimas llenas de citas cultas y referencias científicas, históricas y sociales, o haciendo gala de su agilidad mental y el uso correcto del idioma, realmente resulta un espectáculo digno de admirar. De ahí la importancia de promocionar y generar nuevos espacios para el desarrollo de esta manifestación, pues aunque son varios los repentistas que la cultivan con mucha calidad, incluyendo a niños y jóvenes como Leandro Camargo, Yaser García, Rolando Ávalos o el propio Alex, siguen siendo insuficientes los esfuerzos dedicados al género.
Al respecto, el joven explicó a PMU: “Durante el verano tengo una peña en el Pabellón Cuba, los domingos a las cuatro de la tarde. El público que asiste es numeroso y ello nos permite mostrar el quehacer del repentismo en la Isla, pero desafortunadamente, esto es solo en vacaciones”.
Portador de una voz que seduce, un rigor expresivo y poetizado, Alex logra llevar al público a ese mundo emocional de los que aman la música en su más amplia expresión. Así lo hizo en las diferentes jornadas del Festival Cumanayagua Alternativa 2015, experiencia sobre la cual concluyó: “Me siento muy feliz por haber participado en este festival, y no solo desde lo personal, sino porque se haya seleccionado el repentismo como género para participar en este ambiente de música underground. Espero que esta no sea la última vez, pues el repentismo actualmente es cada vez más alternativo, se mezcla con muchas vertientes de la música cubana, y eso es lo que he tratado de hacer aquí y pretendo seguir haciendo”.
Comentarios Dejar un comentario
- kadir lópez MartÃnez
- 6 de noviembre, 2015 8:11 am (GMT-5:00)
- Sigue esa ruta mi hermano, hay que defender lo nuestro,yo tampoco nacà en el campo y soy repentista,gracias a los talleres que fundó tu padre y que el mÃo a hecho suyo para la continuación de nuestras raices,y también he improvisado bajo otra sonoridad, en esta ocación con el guapango mexicano,ah y para el próximo festival acuèrdate de ciego de ávila, que con los jovenes egresados de estos talleres ,resultó el subcampeón de cuba.un abrazo.
kadir - 6 de noviembre, 2015 8:11 am (GMT-5:00)