Guaracheando con sus canciones



Juan Pablo Rivera es un joven de 19 años que reside en el municipio capitalino Playa y según sus compañeros de toda la vida, trae consigo un gran talento para el canto. Juan Pablo, o Juan Pa como le dicen sus amistades más cercanas, nos cuenta que desde muy joven le gustaba cantar cualquier tipo de ritmo y en cualquier sitio, logrando así que las personas se dieran cuenta que para eso fue que nació. Actualmente trabaja como albañil en una brigada particular, pero no ha dejado de hacer lo que realmente le pone ritmo a su vida.

Le preguntamos sobre su música, sus inspiraciones y el origen de sus temas musicales. “Yo hago reggaetón porque me gusta un ‘bulto’ y estoy orgulloso de eso, aunque muchas gentes critiquen el género y digan que debería desaparecer. Soy de los que piensa que es necesario aclarar que lo que hacen los reguetoneros, es decir lo que yo hago, es necesario para el pueblo, si la gente no nos tuviera a nosotros, ¿con que género bailarían? No niego que a veces las letras dicen cosas que son vulgaridades tremendas y eso hay que arreglarlo, pero en el mundo entero hay personas que hacen cosas malas y buenas. Vaya, en realidad no se logra nada con reprimir, sino con enmendar lo mal hecho.

Mi música, la hago para que la gente baile, esa es mi inspiración ver a la gente gozar con cada tema que compongo. Porque sí, compongo los temas que canto y no te lo voy a negar, aunque parezca prepotencia, me gusta de la manera que escribo mis letras”.

Para este tipo de talentos, el apoyo familiar es fundamental, pues muchos creen que al dejar de tenerlo, todo se volvería gris en su vida, y comenzarían a surgir trabas y problemas. Juan Pa confiesa que recibe el apoyo incondicional de sus más cercanos amigos, pero no así el de su madre. “En mi vida artística me apoyan mis amistades más cercanas que reconocen mi talento, dicen que estoy pasado un ‘bulto’ de cuadras, y gracias a ellos sigo intentando cumplir mi sueño de cantar. Mi mamá dice que estoy perdiendo el tiempo, así que no cuento con su apoyo en esto y me duele a veces, pero bueno, esa es su forma de pensar y sé que no lo hace por mal, ella es mi madre y solo hace lo que piensa que es mejor para mí.

Como mi familia no me apoya en esto, tengo muchas complicaciones tanto económicas como psicológicas. Económicas porque yo ya trabajo, vivo solo y tengo que mantenerme, no puedo pedirle a mi madre que me dé dinero para poder grabar porque no me lo va a dar. Y psicológica, porque aunque no lo creas, la autoestima te baja un poco cuando tu propia madre te dice que lo que haces no tiene sentido”.

Para este joven, sus primeros pasos musicales ocurrieron de forma espontánea, sin escuelas, sin maestros y sin guía alguno. “Bueno, todo comienza cuando estaba en el tecnológico estudiando albañilería y realmente se me daba muy bien rapear. Lo recuerdo como si fuera ayer, me la pasaba todo el tiempo improvisando con los colegas que le descargaban cantidad a lo que yo hacía. Y nada, la gente me fue embullando, me cuadró y así fue que empecé”.

Dentro de la charla no podía dejar de indagar sobre lo que pensaba acerca de los cambios que ocurrían en el país. “Para mí, que nuestro país se lleve con los americanos está muy bien, solo que pienso que en realidad esto a nosotros los cantantes no nos va a beneficiar en nada, todo va a seguir igual que siempre. Van a ser las mismas dificultades. Ahora, para el país sí va a ser buenísimo, a ver si así salimos del atraso que tenemos, porque si no, vamos a seguir en la misma ‘melcocha’ de siempre”.

Contradictoriamente a lo que piensan algunas personas que he entrevistado en los últimos tiempos, para este muchacho la música cubana va por muy buen camino. “Acere, a mí me sirve un mundo lo que se está haciendo. Se ve cada vez más gente metida en el mercado de la música y el pueblo le descarga un ‘bulto’ a los nuevos talentos que se están imponiendo, sin importar los trabajos que pasan para poder aunque sea sacar un CD, que vale caro. Al final, la variedad trae calidad y le da opción a la gente de elegir lo que quieren escuchar, ¿entiende?”.

Aunque para Juan Pa las presentaciones han sido bien escasas por falta de un patrocinador, o por su escaso estatus económico, las pocas que ha tenido según dice, han sido bien gratificados para su espíritu. “Hasta ahora, me he presentado en La Hiedra, un círculo social que hay por La Lisa, y en El Coral. La verdad, me ha encantado ‘echarla’ como Dios manda y poner a la gente a bailar y a mover la cintura, que para eso es que yo canto. Si te soy honesto, te digo que yo no pienso volverme un gran artista ni mucho menos, mi objetivo a corto o a largo plazo, es solamente disfrutar de lo que hago y hacerlo lo mejor que pueda día a día”.

Juan Pa, según nos comenta, tiene un solo compromiso con la gente que lo sigue y vela por su trabajo. “Con mi público solo tengo el compromiso de hacer canciones sabrosas para que guaracheen bastante y disfruten, no solo de la música, sino también para que vivan la vida que es una sola y hay que vivirla cada segundo como si fuera el último”.

Ya casi terminábamos la entrevista, cuando se nos acercó un amigo de Juan Pablo y después de saludarnos, comentó que este muchacho tenía un talento innato, que simplemente lo siguiéramos de cerca para un día no muy lejano, recoger el resultado. Con la recomendación recibida, por nuestra parte solo desearle suerte a Juan Pa, y como él dice: ¡ojalá que la gente guarachee con sus temas!.

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