Un MC que esculpe prosas urbanas



PMU entrevistó a Natken Cárdenas Marín (Natken), un verdadero maestro de ceremonias (MC) cubano que no lo piensa dos veces a la hora de poner sobre la mesa temas sensibles, inherentes a esta cultura de resistencia denominada hip hop. La modestia y sencillez de este rapero sobresalen por encima de sus anchas vestiduras, pues develan el material del cual están hechos muchos de estos artistas urbanos.

¿Qué tiempo llevas haciendo rap en Cuba? “Hace más o menos 8 años que escribo rap. Me encanta la cultura hip hop y hasta ahora estoy aquí luchando, echando pa’lante. Tengo varias libretas con canciones. A algunas hay que hacerle arreglos, porque son números un poco anticuados, y quiero modernizarlos un poco para llevarlos al contexto actual”.

Existe un universo de géneros musicales. ¿Por qué escoger el rap? “Me gusta el rap porque es una forma de expresar las cosas que veo, lo que siento, mi firma de vida, la forma de vida de los demás, los trabajos y necesidades que pasamos en la calle, la delincuencia, las cosas buenas y malas, en general. Cuando escribo rap, me baso en todo. Hasta de una piedra escribo yo”.

¿Tienes algún demo de tu autoría? “Hasta ahora no he grabado ninguna canción. Tengo muchas canciones terminadas, pero no he podido grabar ninguna”.

¿Por qué no has podido hacerlo? “Por falta de recursos. Estoy hablando de poco acceso a estudios de grabación, la falta de una ayuda monetaria. En parte es difícil no sólo por el dinero, sino porque al rap lo tienen un poco encerrado, censurado. En el caso específico de los estudios de grabación independientes, muchos de ellos están faltos de recursos también y nosotros, los artistas urbanos, pasamos mucho trabajo para producir algún background, alguna música. También a la mayoría de nosotros los raperos nos tienen catalogados como protestantes. El rap es un género en verdad protesta, pero uno cuando hace una canción honesta que precisamente habla de las cosas malas que pasan en la vida, lo que tus ojos ven, lo que nadie tiene que venir a decirte o engañarte, es suficiente”.

¿Qué temáticas tratas en tus canciones? “El tema de los valores en nuestra sociedad, la violencia que existe hacia la mujer, la violencia que hay en las calles. Yo soy joven, tengo 28 años, pero no estoy de acuerdo con la violencia juvenil que hay en la calle. Porque se hacen daño, se maltratan, y lo malo de eso es que son los padres al final los que sufren las consecuencias. Hago mi arte para dar a conocer estos fenómenos y tratar de transmitir un mensaje positivo, en aras de que se puedan ir arreglando”.

Tengo entendido que además de rapear, elaboras tallas en madera… “Para ser exactos, empecé a los 11 años a tallar la madera. A los 15 años entré a un taller de la ACAA (Asociación Cubana de Artesanos Artistas) y estuve dando clases de dibujo, pero en ese tiempo vendía más como escultor. Y bueno, me fui por esa parte para ayudar más a mi familia. Tengo que ayudar a mi mamá, porque yo soy todo en la casa. Quisiera estudiar, pero tengo que trabajar aunque no quiera. Todavía estoy joven, no es que no quiera estudiar, sé que estoy a tiempo. Pero en estos momentos no lo considero una opción. Ahora trabajo porque es lo que me urge hacer”.

¿Sientes que el arte de hacer rap te ha liberado de alguna manera? “Sí, me ha ayudado bastante. He liberado muchas tensiones y libero estrés mientras hago mis canciones. Cada vez que alguna amistad se me acerca con problemas y yo puedo ayudarlo de alguna forma con mi arte, con mis consejos, pues me siento bien, orgulloso”.

¿Cómo ves los mecanismos de promoción hacia este género musical? “Muy deficientes, la verdad. Lo promocionan poco. Existen géneros musicales que los promocionan más. El reguetón, por ejemplo. Aclaro que no tengo nada en contra del reguetón. Todo lo que tenga que ver con música, lo respeto. Pero me gustan los géneros que transmitan enseñanzas, ideas. La música que no me aporta nada, no la consumo”.

¿Has recibido algún apoyo de instituciones culturales? “Hasta ahora, no. Y me he acercado a muchas de ellas. Voy a peñas de rap, a homenajes. Pero hasta ahora nadie se me ha acercado para ayudarme, nadie me ha orientado”.

¿Crees que exista unidad dentro del movimiento rapero en Cuba? “Debe existir unidad, cada vez que dos raperos se ven y se saludan, lo hacen como hermanazos. Debemos ayudarnos a respirar. Al final, el rap es un movimiento y estamos luchando por una causa que consideramos justa. Yo quiero aportar mi grano de arena para que al rap lo apoyen más. Quisiera que se oyera y saliera más por la televisión, que la juventud lo escuche más”.

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