Los músicos cubanos necesitamos independencia



Yasel Fernández Aguirre desea formar su propio proyecto musical, pues está cansado de vagar de agrupación en agrupación. Este talentoso trompetista necesita un grupo estable donde encauzar su carrera. En la sala de su casa tras un ensayo, conversó con PMU acerca de su trayectoria artística.

“Nací en San José de las Lajas, provincia de Mayabeque. Provengo de una familia musical. Mi padre y mi abuelo eran trompetistas. Por cierto, mi abuelo, Dagnino Fernández, fue muy bueno y en su época tocó con varias agrupaciones famosas, con Chapotin, Arsenio Rodríguez y el Niño Rivera.

Desde pequeño comencé a estudiar con mi papá, y a los 19 años ingresé en el conservatorio de música de Guanabacoa, Gerardo Guanche. El nivel medio superior lo hice en la Félix Valera, de la Víbora. Tuve que viajar mucho desde San José, pero me sacrifiqué por la trompeta, que es lo que amo. Me nutro de la música del Septeto Matamoros, Irakere, Arturo Sandoval, Alexander Abreu, el Conjunto Palmas y Cañas, y la Sonora Habanera, la que era antiguamente de Laito Sureda.

Me gusta mucho la música tradicional cubana, que es muy conocida a nivel mundial, y escucho algunas cosas de jazz. Es una paradoja que en nuestro país esos ritmos no sean populares entre los jóvenes. Todos están rondando el reggaetón sin encontrar sus raíces. No tengo nada en contra de ese género, pero en los medios se le debiera dar más espacio a la música tradicional, aquella que Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Ñico Saquito y el Guayabero hicieron famosa. El son es un patrimonio de la nación.

En mi tiempo libre grabo mis temas en casa del bajista Alyandro Gutiérrez, solamente con su ayuda y poco a poco, auto producido. Mezclamos las pistas y grabamos en vivo la trompeta y la batería, en San Miguel del Padrón. Canto algunos de mis temas y Alyandro, que tiene buenas condiciones vocales, y el intérprete Yoel Sánchez, también han montado varias de mis composiciones. Casi todas mis canciones rondan el bolero, la salsa, la timba cubana, el son tradicional y lo romántico. Me inspiro basado en vivencias personales. Fusiono esos estilos porque me nace, he tocado de todo. He ido cogiendo experiencia y ya me siento capaz de defender esa música. Como compositor solo estás limitado por tu imaginación. Me gustaría tocar en una banda llena de dinamismo, textura y profundidad. Uno necesita de músicos que sean capaces de interpretar solos repletos de virtuosismo, para enriquecer lo que hayas estampado en la partitura. Por estos días, cosa no fácil de lograr.

Hacer jazz es bien complicado para mí, pues no me gusta tocar para músicos. Eso no es comunicarse. Solo me siento realizado cuando lo que hago alcanza la sensibilidad de audiencias normales.

Vivo de hacer suplencias en bandas por ahí, pasando el sombrero y con el apoyo de mi familia. Todo cuesta mucho trabajo, los músicos no quieren vincularse a los proyectos nuevos. Quieren estar en agrupaciones establecidas, llegar y cobrar. Además, los directores quieren que sus composiciones se peguen para ganar más derechos de autor, para uno que llega nuevo como suplente es casi imposible colar sus temas. Para alguien como yo que comienza, es bien difícil imponerse.

También existe el problema de las empresas y las disqueras que no ayudan a nadie. Imagínate, no tengo donde arrimarme. Los músicos cubanos necesitan independencia.

He entregado mis temas en la radio, me he presentado a concursos como Los Boleros de Oro y el Juan Arrondo, de Guanabacoa; he recibido menciones y no me ponen en los medios. Sé que los temas tienen calidad, como cultivo el bolero y la música tradicional no les conviene ponerlos. Prefieren promocionar otros artistas que están pegados y que son ‘socios’. Aquí todo camina con el ‘sociolismo’.

No he podido grabar algún audiovisual por carencia de recursos. Quiero colarme en El Paquete, y filmar un video clip está entre mis prioridades. Las trompetas por la calle están carísimas y no hay piezas. Tuve la suerte de heredar el instrumento de mi abuelo, estoy tocando con una trompeta con más de sesenta años de antigüedad.

Quiero incursionar en el latin jazz. Insto a todos esos músicos jazzistas que estén buscando un proyecto, que me contacten. Todos son bienvenidos”.

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