No hay sueños grandes, sino soñadores pequeños
9 de noviembre de 2015
A pesar de las críticas constantes en diversos medios de difusión masiva, el reggaetón es un género urbano muy popular en Cuba, y hoy en día cuenta con una gran aceptación entre los jóvenes de nuestro país y cada vez salen más muchachos en busca del sueño de ser grandes en el escenario.
Aunque a veces hay muchos artistas que utilizan el género para ofender y dar mensajes a la sociedad poco agradables, se debe reconocer que hay otros exponentes mundiales que han hecho este género un poco más agradable a los ojos de los críticos y entes más conservadores.
Hoy le damos la oportunidad de expresar su opinión a un joven de 18 años, Juan Pablo Coco es su nombre, pero todos lo conocen como El Coco y vive de toda la vida, en el municipio de La Lisa.
El Coco desde hace un tiempo trabaja en la campaña contra vectores popularmente denominada “El mosquito”. En su tiempo libre de trabajo le gusta sentarse a conversar con los amigos, oír música, beber, o como él dice: “…echarme un rifle”. Pero su talento está en la música, en su ritmo urbano. “La música en general para mí es algo maravilloso, es mi vida y es lo que quiero hacer hasta el último respiro que tenga de vida”.
Hablando un poco de su música y sobre lo que estaba haciendo este joven en la actualidad, expresó: “Bueno, para mí todo comienza en un sonido que aparece en mi cabeza después de haber experimentado algo nuevo en mi vida, luego, lo llevo al papel y es cuando comienzo a crear la letra de la canción acompañada de un background de reguetón, que muchas veces son de otros cantantes, porque no siempre tengo el dinero disponible para mandar a hacer uno, pero ni eso me impide que haga lo que me gusta hacer”.
Al preguntarle si no le preocupaba que lo acusaran de plagio, respondió: “A mí que más me da, yo no hago música para vender, ni para comerciarla, la hago para sentirme bien yo y para que las personas escuchen lo que hago y me sigan. Solo tomo los background, muchos en disimiles bares de la ciudad cantan las canciones exactas de otros artistas…”.
Precisamente hablando del tema de otros artistas, El Coco ha recibido la influencia de muchos de ellos a la hora de componer sus letras. “A mí internacionalmente me ha influido mucho Tego Calderón, Don Omar, y Wisin y Yandel. Ahora, de aquí de Cuba el que me cuadra es Chocolate, porque se ve que es de la calle y que llegó a donde está por su talento, aunque sea un poco bruto por estar en el ‘reparterismo’ todo el tiempo, le descargo y sé que si él quiere puede llegar bien lejos”.
Como todo joven, tiene sus aspiraciones, sus sueños, y sus metas a seguir. “Me gustaría mucho darme a conocer y ser querido por la gente, y por eso tengo como proyecto futuro grabar mi primer disco, porque aunque tengo varios temas, no tengo el disco. Es que me pasó algo de película, tenía mis temas en la computadora, se rompió y lo perdí todo. Fue algo verdaderamente frustrante, y aunque ya los doy por perdidos, me siento cada día peor. Solo tengo los dos temas y porque me los dio un amigo que los tenía, sino no quedara nada de mi trabajo.
A pesar de que me siento mal, me han dado muchos consejos mis amigos y familia, diciéndome que cuando estas cosas pasan no nos debemos poner mal, al contrario, debemos seguir adelante y bueno, espero que así sea”.
Como es normal en todo joven que empieza, las presentaciones de El Coco han sido bien escasas, pero a pesar de ello se le ve optimista. “Me presenté hace rato ya en el Teatro América, en una presentación de aficionados que dirigió Mariconchi, el humorista. También en el Círculo Social Mella que queda por Playa. Esas fueron las dos presentaciones que más recuerdo, porque de verdad que la pasé muy bien con mi antiguo grupo llamado La Nueva Generación. Grabamos hasta videos con una cámara prestada”.
El apoyo de su progenitora ha sido fundamental en la corta carrera del joven. “Mi madre, siempre mi madre, ella me apoya incondicionalmente en lo que quiero hacer, hasta me dejó montar en su cuarto un estudio improvisado de grabación que estaba al ‘berro’. Imagínate, que era un micrófono shure conectado a la computadora y andando a grabar.
Fuera de ella, también he recibido el apoyo de algunos amigos que siempre me ayudan en mi proyecto, pero si a alguien no puedo dejar de mencionar es al Varón”.
Como el noventa por ciento de los artistas underground, su mayor dificultad es la economía. “Acere, mi dificultad es la misma que tiene mucha gente aquí, que no hay ‘balas’ suficientes para hacer lo que hago, ¿entiendes? Mira, yo tengo que ayudar a mi madre con la casa, porque yo vivo con ella y con mi hermana, y yo soy el único hombre, así que tengo que asumir que la jugada está apretada, que tengo que ir despacio y que si quiero lograr algo, debe ser con paciencia”.
Sobre el tema controversial de las letras de los artistas de hoy en día, opinó: “Yo pienso que depende de lo que quiera decir uno. Yo respeto todos los textos, porque al final lo que dicen es lo que alguien realmente quiere expresar y no tengo porque criticar. Te pongo un ejemplo, en el mundo entero hay cantantes que dicen vulgaridades y no pasa nada, simplemente el que quiera oírlas lo oye y el que no, no. Eso forma parte de la diversidad”. Su respuesta me sorprendió un tanto, por lo cual hice hincapié preguntándole si para él estaba bien cualquier tipo de texto. “No, no quise decir eso, pero pienso que deben existir para satisfacer los gustos de personas que sí les encanta la diversidad, porque aunque no lo creas, hay personas que les gusta mucho la chabacanería, y si ellos son felices de esa manera y con ello no le hacen mal a nadie, ¿quién soy yo para criticarlos?”
Para terminar, le induje a enviar un mensaje a las personas que persiguen el sueño de ser artistas. “Solo quisiera decirle que sigan luchando por lo que quieren, que no se rindan y que recuerden siempre que no hay sueños tan grandes, sino soñadores muy pequeños”.
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9 de noviembre de 2015
A pesar de las críticas constantes en diversos medios de difusión masiva, el reggaetón es un género urbano muy popular en Cuba, y hoy en día cuenta con una gran aceptación entre los jóvenes de nuestro país y cada vez salen más muchachos en busca del sueño de ser grandes en el escenario.
Aunque a veces hay muchos artistas que utilizan el género para ofender y dar mensajes a la sociedad poco agradables, se debe reconocer que hay otros exponentes mundiales que han hecho este género un poco más agradable a los ojos de los críticos y entes más conservadores.
Hoy le damos la oportunidad de expresar su opinión a un joven de 18 años, Juan Pablo Coco es su nombre, pero todos lo conocen como El Coco y vive de toda la vida, en el municipio de La Lisa.
El Coco desde hace un tiempo trabaja en la campaña contra vectores popularmente denominada “El mosquito”. En su tiempo libre de trabajo le gusta sentarse a conversar con los amigos, oír música, beber, o como él dice: “…echarme un rifle”. Pero su talento está en la música, en su ritmo urbano. “La música en general para mí es algo maravilloso, es mi vida y es lo que quiero hacer hasta el último respiro que tenga de vida”.
Hablando un poco de su música y sobre lo que estaba haciendo este joven en la actualidad, expresó: “Bueno, para mí todo comienza en un sonido que aparece en mi cabeza después de haber experimentado algo nuevo en mi vida, luego, lo llevo al papel y es cuando comienzo a crear la letra de la canción acompañada de un background de reguetón, que muchas veces son de otros cantantes, porque no siempre tengo el dinero disponible para mandar a hacer uno, pero ni eso me impide que haga lo que me gusta hacer”.
Al preguntarle si no le preocupaba que lo acusaran de plagio, respondió: “A mí que más me da, yo no hago música para vender, ni para comerciarla, la hago para sentirme bien yo y para que las personas escuchen lo que hago y me sigan. Solo tomo los background, muchos en disimiles bares de la ciudad cantan las canciones exactas de otros artistas…”.
Precisamente hablando del tema de otros artistas, El Coco ha recibido la influencia de muchos de ellos a la hora de componer sus letras. “A mí internacionalmente me ha influido mucho Tego Calderón, Don Omar, y Wisin y Yandel. Ahora, de aquí de Cuba el que me cuadra es Chocolate, porque se ve que es de la calle y que llegó a donde está por su talento, aunque sea un poco bruto por estar en el ‘reparterismo’ todo el tiempo, le descargo y sé que si él quiere puede llegar bien lejos”.
Como todo joven, tiene sus aspiraciones, sus sueños, y sus metas a seguir. “Me gustaría mucho darme a conocer y ser querido por la gente, y por eso tengo como proyecto futuro grabar mi primer disco, porque aunque tengo varios temas, no tengo el disco. Es que me pasó algo de película, tenía mis temas en la computadora, se rompió y lo perdí todo. Fue algo verdaderamente frustrante, y aunque ya los doy por perdidos, me siento cada día peor. Solo tengo los dos temas y porque me los dio un amigo que los tenía, sino no quedara nada de mi trabajo.
A pesar de que me siento mal, me han dado muchos consejos mis amigos y familia, diciéndome que cuando estas cosas pasan no nos debemos poner mal, al contrario, debemos seguir adelante y bueno, espero que así sea”.
Como es normal en todo joven que empieza, las presentaciones de El Coco han sido bien escasas, pero a pesar de ello se le ve optimista. “Me presenté hace rato ya en el Teatro América, en una presentación de aficionados que dirigió Mariconchi, el humorista. También en el Círculo Social Mella que queda por Playa. Esas fueron las dos presentaciones que más recuerdo, porque de verdad que la pasé muy bien con mi antiguo grupo llamado La Nueva Generación. Grabamos hasta videos con una cámara prestada”.
El apoyo de su progenitora ha sido fundamental en la corta carrera del joven. “Mi madre, siempre mi madre, ella me apoya incondicionalmente en lo que quiero hacer, hasta me dejó montar en su cuarto un estudio improvisado de grabación que estaba al ‘berro’. Imagínate, que era un micrófono shure conectado a la computadora y andando a grabar.
Fuera de ella, también he recibido el apoyo de algunos amigos que siempre me ayudan en mi proyecto, pero si a alguien no puedo dejar de mencionar es al Varón”.
Como el noventa por ciento de los artistas underground, su mayor dificultad es la economía. “Acere, mi dificultad es la misma que tiene mucha gente aquí, que no hay ‘balas’ suficientes para hacer lo que hago, ¿entiendes? Mira, yo tengo que ayudar a mi madre con la casa, porque yo vivo con ella y con mi hermana, y yo soy el único hombre, así que tengo que asumir que la jugada está apretada, que tengo que ir despacio y que si quiero lograr algo, debe ser con paciencia”.
Sobre el tema controversial de las letras de los artistas de hoy en día, opinó: “Yo pienso que depende de lo que quiera decir uno. Yo respeto todos los textos, porque al final lo que dicen es lo que alguien realmente quiere expresar y no tengo porque criticar. Te pongo un ejemplo, en el mundo entero hay cantantes que dicen vulgaridades y no pasa nada, simplemente el que quiera oírlas lo oye y el que no, no. Eso forma parte de la diversidad”. Su respuesta me sorprendió un tanto, por lo cual hice hincapié preguntándole si para él estaba bien cualquier tipo de texto. “No, no quise decir eso, pero pienso que deben existir para satisfacer los gustos de personas que sí les encanta la diversidad, porque aunque no lo creas, hay personas que les gusta mucho la chabacanería, y si ellos son felices de esa manera y con ello no le hacen mal a nadie, ¿quién soy yo para criticarlos?”
Para terminar, le induje a enviar un mensaje a las personas que persiguen el sueño de ser artistas. “Solo quisiera decirle que sigan luchando por lo que quieren, que no se rindan y que recuerden siempre que no hay sueños tan grandes, sino soñadores muy pequeños”.
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