Beat 32: ¿génesis de un nuevo movimiento musical en Camagüey?



La Jornada de Música Electrónica Beat 32 en Camagüey pareció ser algo muy pequeño, apenas un puñado de “locos” que sacaron laptops, sintetizadores, bafles y proyectores de imágenes a una de las calles más concurridas de la ciudad, nada más y nada menos que la Carretera Central en el tramo que bordea al Casino Campestre, el parque urbano más grande de Cuba. Pero no lo fue. No se puede pensar en algo como pequeño cuando ello quiere ser la semilla para algo mayor, la génesis de un movimiento cultural que busca dinamizar el consumo musical en una ciudad de tanta importancia para el movimiento underground como esta, y a la vez quebrar esa homogenización que algunos géneros, como el reggaetón, han impuesto para modificar los patrones de entretenimiento con respecto a dos décadas atrás.

Con esa premisa, Beat 32 se asumió a sí misma como la antesala de lo que será oficialmente la Primera Jornada de Música Electrónica en 2016, para la que trabajan muchos músicos alternativos, quienes esperan mejorar y ampliar las sedes de los conciertos y presentaciones de esta primera experiencia. Para esa oportunidad venidera, la convocatoria será más amplia, pues como en otros festivales organizados en esta región, la vanguardia artística alternativa joven busca un intercambio con artistas de todo el país, y de ser posible, también de otras latitudes.

Ahora, aunque hasta acá llegó un consagrado como DJ Pedro Santiago, Pedro Luis Santiago Martínez, de Santiago de Cuba y se esperaba la presencia de DJ Dark, Alain Medina Naranjo, de La Habana, los protagonistas esenciales fueron los camagüeyanos, esos que aún sin un nombre reconocido en el relativamente incipiente movimiento de la electrónica en Cuba y fuera del pequeño star system que se agrupa en la capital habanera, trabajan, tienen sus peñas, se presentan en parques, plazas y escuelas, y juntos buscan sentar las bases de lo que pudiera ser en un futuro un auténtico movimiento de la cultura dance en Camagüey.

Actualmente, el término movimiento les viene todavía grande y ellos lo saben, pero como bien dice DJ Áfrika, Rafael Miranda Tergas, uno de los que más ha trabajado a lo largo de este año 2015 para formar ese pequeño núcleo que en los días 13 y 14 de noviembre se lanzó al gran público con Beat 32, “todo está en marcar con certeza la dirección de hacia dónde se quiere llegar”.

El mejor sabor que dejó la Jornada es que aunque solo sean unos pocos, tienen un enorme compromiso con el arte que cultivan y con sus ganas de posicionarlo como una alternativa defensora de importantes valores como el amor, el respeto por la diversidad de todo tipo, la libertad de expresión y creación, y la ruptura de patrones hegemónicos que imponen las industrias culturales, y de las cuales Cuba no está exenta.

Aunque los conciertos o fiestas se desarrollaron en la Casa del Joven Creador, lo mejor de Beat 32 fue que no quedó en espacios cerrados, sino que se abrió a los transeúntes, para que los camagüeyanos conocieran a algunos de sus DJ y VJ. De noche, desde los balcones y hasta en plena calle, se concibió una suerte de plataforma de lanzamiento de los DJ Joker, Yuchtel Rabassa, Resident, Duniel Rodríguez y Áfrika, y de los VJ 2D, Juan Carlos Gil Palomino y S@nt, Alberto Santos.

En cada caso, la reacción de los públicos fue diferente, y quizá en ello está la clave de hacia dónde dirigir los esfuerzos si se pretende alcanzar un mayor impacto en la memoria colectiva. Mientras en las noches se observó una positiva interacción de los asistentes con el ambiente que quiso promover Beat 32, en las tardes la reacción de los transeúntes fue más conservadora, pero en ningún caso fue negativa. El objetivo de sumar en plena calle a la mayor cantidad posible de personas motivadas, o al menos curiosas e interesadas en lo que allí ocurría, se logró. Aunque la aglomeración no llegó a cifras significativas, al menos se cumplió el fin de interactuar con el público y el hecho no resultó anacrónico o fuera de lugar, y todos los asistentes marcaron el ritmo con los contagiosos temas de house, techno, deep house

Con un poco de tristeza bien contenida, uno de los participantes comparaba esa reacción con la archiconocida masividad de consumo que impone el reggaetón y como este es capaz de llegar a más público que otros géneros. Teniendo en cuenta la hegemonía mercantil comentada anteriormente, lleva un poco de razón, pero precisamente ese puede ser uno de los derroteros futuros para el movimiento de DJ camagüeyanos: penetrar los espacios donde la electrónica puede ganar adeptos como una alternativa más de consumo musical, espacios que una o dos décadas atrás poseía y de los cuales fue desplazada.

La próxima jornada de música electrónica puede ser la clave para ello si se piensa en una convocatoria más amplia e inclusiva. Muy concentrados en mostrar, en esta primera oportunidad, lo que se está haciendo en Camagüey en materia de música electrónica underground, o como la define DJ Áfrika: “la electrónica real, pues la otra, la comercial, no es electrónica”, olvidaron, o tal vez lo pasaron por alto deliberadamente, que en muchos clubes y centros nocturnos, o incluso en los propios espacios públicos, existen otras personas que, con mayor o menor profesionalidad, mezclan música e imágenes para el entretenimiento de los que asisten a esos lugares, y ese pudiera ser el caldo de cultivo perfecto para comenzar a operar el cambio de mentalidad sobre los gustos musicales masivos.

Sin prostituir esa esencia genuina que defiende DJ Áfrika, suerte de eje magnético alrededor del cual gravita en estos momentos la labor de los DJ underground (no en vano su proyecto lleva ese nombre) de Camagüey, pudieran considerar esa variante como alianza estratégica para ampliar la base del movimiento hoy anhelado, cuya concreción dependerá del tiempo y del empeño que estos chicos pongan en lograrlo.

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