Jomi Rodríguez, orgullo por el Cerro



Una chica hermosa se contonea por una calle habanera. Su belleza tiene locos a los hombres. Varios la piropean y ella no les presta atención a ninguno. Alguien le dice: “¡Oye, tú andas por las nubes!”. Un joven músico siempre anda cerca. Escucha con atención y observa las escenas que esta ciudad sensual le ofrece: “Entonces, me empezó a dar vueltas en la cabeza ese momento para la letra de una canción”. Así de simple, puede surgir un tema en la mente inquieta de Leosbel Rodríguez, cantante y compositor de 27 años, que vive y crea en El Cerro. Bastan unas pocas palabras, un hecho, para la inspiración de Jomi, como se ha dado en llamar desde la infancia.

“Un día que yo cumplía años, estábamos en plena fiesta entre amigos. Alguien dijo: ‘nadie se va de aquí, esto es hasta que salga el sol’. De inmediato, le surgió precisamente el tema ‘Hasta que salga el sol’”. Otro tanto pasó con “Reina y señora”, compuesto con motivo de una conversación que sostuviera él con uno de sus amigos: “Me senté a escuchar por lo que estaba pasando y escribí. Luego, me lo agradeció porque el tema le ayudó. Para mí, la música es eso, ayudar al que está mal. ¿Para qué voy a escribir sobre los mismos problemas que vemos diariamente, si ya todos sabemos lo que hay? ¿Para qué voy a hablar de lo que ya sabemos? Entonces, cuando se arreglen los problemas, ¿vamos a escribir de que ya se arreglaron?”.

Al parecer, su hábito de visitar espacios de la urbe y de entrar en contacto con la gente, le han ayudado mucho a observar y a escribir sobre el mundo de los sentimientos y las relaciones sociales. En cada rincón de la ciudad aparece una historia digna de ser contada y cantada.

Aunque nació en Pinar del Río, desde muy pequeño Jomi Rodríguez se trasladó al céntrico municipio capitalino: “yo digo que nací en Pinal del Río por casualidad y vine como a los tres meses”. Al ser un muchacho muy conversador, no nos fue difícil entablar un diálogo enriquecedor. Vivir en el corazón de La Habana, en una localidad tan popular como El Cerro, le ha sumado encantos a la música que crea. “Donde yo vivo es genial porque aquí tú te nutres de muchas cosas: de gente culta, del que no lo es, del que tiene experiencias. El Cerro es un barrio marginal, pero como en cualquier barrio, las personas se ayudan. Por eso digo que vivir aquí no es un obstáculo, parte de lo que soy es esto y parte del por qué quiero llegar a ser alguien, es porque mi barrio también lo necesita”.

Dedicado como siempre a los ritmos urbanos del hip-hop, el rap y la llamada “moña”, su arte ha sufrido una mutación en los últimos tiempos. Fusiona géneros con algo de música electrónica y con los estilos inconfundibles de X Alfonso, Raúl Paz y Ogguere. Sonriendo nos asegura que su música comenzó a cambiar cuando escuchó por primera vez a Robbie Williams: “Me abrió las puertas porque en un principio el tipo de música que yo hacía era reggaeton, entonces, cuando lo escuché dije ‘¡Ñó!, esto es lo máximo, algo así es lo que quiero hacer’. Otros artistas que sigo mucho son Rihanna y Chris Brown”.

Si bien trabaja con un amigo que hace los arreglos basados en los temas que él crea, se considera un artista en solitario. Sin embargo, aspira con el tiempo a hacerse acompañar de una agrupación mucho más variada, que al menos tenga percusión, piano, una corista y una voz prima.

Los pocos años que el Jomi lleva en la creación musical, le han servido para darse cuenta de cómo funciona ese “mundillo” en la actualidad. Le golpea más que nada, la imposibilidad de presentarse en los centros nocturnos por no ser graduado de una escuela de arte. Este es un obstáculo que le resta oportunidades de realización profesional. “No está permitido porque tienen miedo a que les pase cualquier cosa. Dicen que hay que dejarle el trabajo a los que son graduados”. La mejor alternativa en estos casos es el factor amistad, personas que se arriesguen a dejar actuar a los músicos jóvenes. Otro viejo dilema que señala el joven cantautor, es la censura que se practica activamente a las agrupaciones underground. Esta va desde el uso de los temas hasta el vocabulario utilizado en las letras de las canciones.

A pesar de los inconvenientes, Jomi ha podido presentarse con éxito en la Casa de la Música de Galiano. En ese escenario de renombre se han escuchado temas de su autoría como “No te pares”, “Esta noche”, “Muévete” y “Aroma de mujer”. En otras ciudades como Pinar del Río y Bayamo supo mover también al público con su música, y se queda siempre satisfecho cuando termina de cantar y la gente le aplaude y le sigue.

“Hay quienes se han olvidado de hacer música por la satisfacción de hacerla. Lo que pasa es que muchos grupos que estamos escuchando son de mediocres y los verdaderos talentos no se oyen porque no se promocionan, o porque no tienen el título. Yo creo que un papel te dice que tú eres músico, pero no demuestra que lo eres. Tú puedes haber pasado diez cursos en las mejores escuelas o con los mejores maestros, y ser mal músico. Puede que no tengas ningún título de nada y sin embargo, ese talento lo traes en la sangre. Mira a Benny Moré”.

A pesar de existir muchos géneros y agrupaciones en la música cubana, solo unos pocos alcanzan a dejarse ver en la escena actual. “Hay muchos movimientos que tienen mucha fuerza y no son valorados, y hay otros que son tradicionales en Cuba y tampoco tienen el espacio necesario, o tienen demasiado. Entonces, eso es relativo” (…) Al final, la música es un negocio, tú vendes y a la gente le interesas mientras vendas”.

Atrás


Comentarios   Dejar un comentario
No hay comentarios en este momento.