El cambio depende de ustedes



Andy Antonio Valbuena Sánchez es un joven de un talento aun por explotar, ya que solo tiene 17 años, vive en el municipio capitalino Playa y acaba de terminar en julio de este año, sus estudios como albañil en la escuela Olo Pantoja, de La Lisa. Este joven, a pesar de su corta edad, tiene grandes ideas y sabe lo que dice al hablarnos de cualquier tema con una gran elocuencia y sensatez que dan crédito a lo planteado.

Como casi siempre que comienzo una entrevista con algún joven talento, mi primera pregunta se enfoca en su desarrollo musical actual, y Andy Antonio nos responde sin vacilar. “Yo hago reggaeton y soy rapero. Sí, porque raperos no son solo los que cantan hip hop, ellos no son los únicos que se catalogan así, también los que rapean dentro de cualquier rama del género urbano, pienso que deben ser catalogados de esta manera. Yo hago mi música con amor e inteligencia, y como pueda por supuesto. Realmente, no me inspiro en ningún suceso, o al menos no siempre, prefiero a veces inventar mi propia historia y dar alas a mi imaginación, ya que siempre un tema bueno no puede salir de un suceso real”.

Para este músico, las aspiraciones artísticas que se traza son como la bujía de un automóvil, a pesar que dice que el dinero está en un segundo plano, tiene responsabilidades familiares que asumir. “Acere, yo solo quiero llegar a ser escuchado por toda la gente de nuestro país, y ser tomado en cuenta para dejar de ser el desconocido que soy. No pienso hacerme millonario, ni mucho menos, pero sí me gustaría hacer un poco de dinero para ayudar a mis abuelos que es con quienes vivo”.

Debido a su respuesta, me surgió una interrogante que no pude dejar de compartir con él, ¿para ti la música es un negocio o arte? “Yo quisiera que fuera solo un arte, pero en la vida real, para muchos son las dos cosas, mi hermano. Porque al final, el que canta profesionalmente y lo hace bien, a la hora de dar un concierto no lo va a poner gratis solo porque es arte. Además, el cantante necesita seguir produciendo porque ese es su trabajo, de eso es lo que come y necesita vivir al igual que cualquiera. Así que pienso que el tema es complicado y tiene mucho de dónde sacarle”.

No es un secreto que en nuestro país, la música es un negocio redondo para muchos. Existen numerosos chicos con talento, que a pesar de que su corazón está en la música, saben que no tienen muchas opciones en el mercado si no tienen algo de dinero en sus bolsillos. Andy tiene su opinión al respecto. “Para mí, eso es algo real que se debe intentar de erradicar, aunque es muy difícil, porque los mismos que representan cultura en nuestro país, son los primeros que ponen trabas, y más si perteneces a un movimiento urbano. Tal parece que es pecado rapear”.

El tema de los papeles afecta a la mayoría de estos jóvenes músicos que empiezan en el mundo del underground y Andy no es la excepción. “Bueno, obstáculos y dificultades son lo que se sobran, y parten desde lo más alto. Por ejemplo, yo prácticamente no puedo cantar en ningún lado por no tener papeles de ninguna empresa, ni estar categorizado en ninguna casa de cultura. No porque no quiera, sino que para tener los papeles de alguna empresa, hay que ser mayor de edad, y para categorizarse, que yo sepa, no se puede rapear. Entonces, yo, el pobre rapero de 17 años no puedo hacer nada por mejorar mi vida”.

También le pregunté su opinión sobre el nivel actual de la música cubana. “Mira, a mí me sirve lo que se está haciendo. La música cubana está evolucionando a un nivel grandioso y ojala siga así. Lo que creo que hay mucha gente que están inflando, porque tienen mucho dinero, poco talento y eso es precisamente lo que retrasa el desarrollo. Tú te imaginas que si en lugar de ellos, estuvieran los que realmente tienen talento, ¿cómo estuviera el nivel musical de nosotros? ¡Por los cielos!”.

Increíblemente, este joven hizo un comentario que nadie había hecho hasta el momento, dándole una valoración positiva a lo que habían hecho en el programa Sonando en Cuba, donde habían dado la posibilidad de cumplir sus sueños a verdaderos talentos, pero, ¿por qué solo promover a los que cantan son y no darles la oportunidad a otros géneros como la balada, el urbano, fusión, rap y otros? Yo en lo personal, me siento identificado con lo que dice Andy Antonio, ya que no se acaba de reconocer al género urbano como parte de nuestra cultura, de una vez y por todas.

Variando un poco el tema, le pedí su criterio sobre las letras que se oyen hoy en día y el impacto de ellas en la sociedad. “Compadre, tú pensaras que yo estoy loco, pero yo apoyo todo tipo de letras, porque al final, lo que diga cualquiera depende del mundo en que vivan, y aunque todos vivamos en Cuba, no somos de la misma clase social y nuestras vivencias nunca son las mismas. En el mundo entero es así y pienso que se debe respetar la letra de los demás, sea cual sea. Lo que importa es el intento”.

En su corta carrera musical, son muchas las experiencias que ha tenido Andy, pero nunca olvida la primera vez que salió al escenario. “Mira, la primera vez la eché en una peña, allá por La Tropical. A la gente le cuadró la talla cantidad, descargaron con los temitas que eché y para mí eso fue tremendo, porque era la primera vez que cantaba frente a un público. Vaya, fue mi primera experiencia y creo que nunca la voy a olvidar”.

Andy no quiso despedirse sin antes enviarles un mensaje a los lectores de la revista. “Yo quisiera decirles que el cambio depende de ellos, ya que ellos son los que escuchan a los que cantamos. Pido que trabajen por el cambio, que no callen lo que piensan, si no les gusta una canción, háganlo saber, y si saben que cierto artista no debe estar donde está, simplemente protesten, es su derecho”.

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