DJ Áfrika: a 32 beats y más
4 de enero de 2016
Según teorías sobre la música electrónica, la mezcla perfecta es aquella que posee 32 beats o tiempos por ciclo. Pero el ritmo del amor a ese género de Rafael Miranda Tergas, DJ Áfrika, sobrepasa cualquier métrica y contagia inevitablemente a todo el que lo escuche soñar con su natal Camagüey convertida en un referente en el cultivo de la electrónica underground o, para él, la electrónica a secas, pues la otra, la comercial, no es electrónica real.
Imagen de gurú no tiene este chico de 27 años, ni siquiera la que pudiera asociarse al significado de su nombre artístico. Pero aunque él no se atrevería a autodefinirse como líder, su proactividad lo ha llevado a ser el epicentro de lo que en materia de ese género se está haciendo en esta ciudad, al punto que sobre él descansó la producción y dirección de la I Jornada de Música Electrónica en Camagüey.
El evento fue pensado para convertirse en una plataforma de lanzamiento de los disc jockeys (DJ) y video jockeys (VJ) de Camagüey. El objetivo es promocionar la música electrónica underground en esta ciudad, no la que se consume habitualmente como producto del mercado. También para que el público conozca el trabajo de los cultores camagüeyanos del género, todo ello en el contexto de la cultura dance, de la experimentación artística, de darle un nuevo sentido a las fiestas que vaya más allá del reggaeton y la música banal, comentó DJ Áfrika.
Es cierto que hasta el momento, la música electrónica no ha tenido el cauce abierto en Camagüey, al menos si se le compara con otras artes con mayor visibilidad en esta ciudad cultural por excelencia. Sin embargo, la fuerte labor de producción de Miranda y la participación que ha provocado en otros cultores del género, han colocado a Camagüey en el mapa nacional de la electrónica, e incluso en el internacional.
Un reciente concierto del cubano Alain Medina Naranjo, DJ Dark, y del alemán Markus Knauthe, DJ Painkiller, marcaron el punto de giro para los empeños de DJ Áfrika. “Con ellos aprendí mucho desde la observación y la escucha, pues a veces a los DJ nos cuesta un poco expresar con palabras lo que hacemos, por ello lo mejor es mirar a otros, captar sus vibraciones cuando están mezclando, pinchando los discos. El concierto de CTRL, la plataforma de producción y lanzamiento de nuevos DJ en algunos países de Europa de la cual forman parte DJ Dark y Painkiller, resultó para mí un viraje de lo que pensaba del movimiento electrónico en Camagüey. Acabé de convencerme de que en esta ciudad se podía adquirir una cultura del techno, del dance más underground, por la forma en la que un público no habituado a este género compartió con nosotros hasta el final”.
Con la mirada puesta en esa dirección, 2015 fue un año muy fructífero para este DJ, sobre todo en lo concerniente a producción, para lo cual le favorece su formación universitaria, a punto de concluir en la filial camagüeyana de la Universidad de las Artes.
A su regreso de La Habana, donde vivió por un tiempo e intercambió con afamados DJ como Joyvan Guevara (DJoy de Cuba), fundó el Proyecto Underground junto a Yuchtel Rabassa (DJ Joker), plataforma con la cual han llevado la música electrónica a diferentes escenarios tales como escuelas, parques y plazas. “Apenas estamos en la arrancada, pero aspiramos a convertirnos en un futuro en un sello discográfico para apoyar la producción de los DJ camagüeyanos y cubanos, pues el acceso a las disqueras es uno de los problemas fundamentales por los cuales atraviesa el género, al ser muy poco el interés de las ya establecidas en los circuitos oficiales. Por el momento somos un equipo sin integrantes fijos, cualquiera puede irse o quedarse según lo decida, y trabajamos sin fines de lucro, aunque eso no significa que no nos interese generar ganancias, pues la electrónica es cara, necesitamos de mucha tecnología a la cual debemos acceder con nuestros propios recursos, ya que las instituciones estatales ni nos reconocen, ni nos ayudan”.
DJ Áfrika considera que las instituciones culturales pudieran apoyarlos en sus empeños de promover la música electrónica, y con ella los valores de paz, amor, solidaridad y respeto por la diversidad que defienden. A su juicio, requieren de más espacios de promoción por canales masivos como los medios de comunicación, y la posibilidad de recuperar el protagonismo en clubes y centros nocturnos donde hace 10 o 20 años, la cultura dance, o disco como era más conocida, constituía una opción de entretenimiento muy demandada.
“Afortunadamente, la ampliación del acceso a las nuevas tecnologías está cambiando las formas de promocionar nuestro trabajo, y poco a poco se ve cómo sumamos público a las presentaciones, pero todo eso podría ser mejor si la prensa se hiciera eco de nuestros eventos y conciertos, pero creo que se puede hacer todavía más, como abrir programas de radio y televisión donde se difunda esta cultura”, añadió.
Como DJ productor, Rafael no solo mezcla música de otros autores, también crea sus propios temas donde fusiona ritmos del género como el deep house, el techno, el electro, con sonoridades bien latinas y sobre todo cubanas. “No hay por qué pensar en la música electrónica como algo ajeno o extranjerizante, -afirma- cuando su universalidad permite llevar a su sonido los más disímiles ritmos”.
La fuerza de voluntad de este joven apasionado por la música electrónica desde su adolescencia, se resume a través de su nombre artístico, que aunque pudiera pensarse, no tiene que ver precisamente con el color de su piel. “Áfrika porque es un grito de libertad para ese continente donde nació la humanidad. Áfrika porque significa espíritu de lucha, de rebeldía. Áfrika porque de allí vienen mis creencias religiosas. Áfrika porque sin ella, la cultura en el mundo simplemente existiera a medias”.
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4 de enero de 2016
Según teorías sobre la música electrónica, la mezcla perfecta es aquella que posee 32 beats o tiempos por ciclo. Pero el ritmo del amor a ese género de Rafael Miranda Tergas, DJ Áfrika, sobrepasa cualquier métrica y contagia inevitablemente a todo el que lo escuche soñar con su natal Camagüey convertida en un referente en el cultivo de la electrónica underground o, para él, la electrónica a secas, pues la otra, la comercial, no es electrónica real.
Imagen de gurú no tiene este chico de 27 años, ni siquiera la que pudiera asociarse al significado de su nombre artístico. Pero aunque él no se atrevería a autodefinirse como líder, su proactividad lo ha llevado a ser el epicentro de lo que en materia de ese género se está haciendo en esta ciudad, al punto que sobre él descansó la producción y dirección de la I Jornada de Música Electrónica en Camagüey.
El evento fue pensado para convertirse en una plataforma de lanzamiento de los disc jockeys (DJ) y video jockeys (VJ) de Camagüey. El objetivo es promocionar la música electrónica underground en esta ciudad, no la que se consume habitualmente como producto del mercado. También para que el público conozca el trabajo de los cultores camagüeyanos del género, todo ello en el contexto de la cultura dance, de la experimentación artística, de darle un nuevo sentido a las fiestas que vaya más allá del reggaeton y la música banal, comentó DJ Áfrika.
Es cierto que hasta el momento, la música electrónica no ha tenido el cauce abierto en Camagüey, al menos si se le compara con otras artes con mayor visibilidad en esta ciudad cultural por excelencia. Sin embargo, la fuerte labor de producción de Miranda y la participación que ha provocado en otros cultores del género, han colocado a Camagüey en el mapa nacional de la electrónica, e incluso en el internacional.
Un reciente concierto del cubano Alain Medina Naranjo, DJ Dark, y del alemán Markus Knauthe, DJ Painkiller, marcaron el punto de giro para los empeños de DJ Áfrika. “Con ellos aprendí mucho desde la observación y la escucha, pues a veces a los DJ nos cuesta un poco expresar con palabras lo que hacemos, por ello lo mejor es mirar a otros, captar sus vibraciones cuando están mezclando, pinchando los discos. El concierto de CTRL, la plataforma de producción y lanzamiento de nuevos DJ en algunos países de Europa de la cual forman parte DJ Dark y Painkiller, resultó para mí un viraje de lo que pensaba del movimiento electrónico en Camagüey. Acabé de convencerme de que en esta ciudad se podía adquirir una cultura del techno, del dance más underground, por la forma en la que un público no habituado a este género compartió con nosotros hasta el final”.
Con la mirada puesta en esa dirección, 2015 fue un año muy fructífero para este DJ, sobre todo en lo concerniente a producción, para lo cual le favorece su formación universitaria, a punto de concluir en la filial camagüeyana de la Universidad de las Artes.
A su regreso de La Habana, donde vivió por un tiempo e intercambió con afamados DJ como Joyvan Guevara (DJoy de Cuba), fundó el Proyecto Underground junto a Yuchtel Rabassa (DJ Joker), plataforma con la cual han llevado la música electrónica a diferentes escenarios tales como escuelas, parques y plazas. “Apenas estamos en la arrancada, pero aspiramos a convertirnos en un futuro en un sello discográfico para apoyar la producción de los DJ camagüeyanos y cubanos, pues el acceso a las disqueras es uno de los problemas fundamentales por los cuales atraviesa el género, al ser muy poco el interés de las ya establecidas en los circuitos oficiales. Por el momento somos un equipo sin integrantes fijos, cualquiera puede irse o quedarse según lo decida, y trabajamos sin fines de lucro, aunque eso no significa que no nos interese generar ganancias, pues la electrónica es cara, necesitamos de mucha tecnología a la cual debemos acceder con nuestros propios recursos, ya que las instituciones estatales ni nos reconocen, ni nos ayudan”.
DJ Áfrika considera que las instituciones culturales pudieran apoyarlos en sus empeños de promover la música electrónica, y con ella los valores de paz, amor, solidaridad y respeto por la diversidad que defienden. A su juicio, requieren de más espacios de promoción por canales masivos como los medios de comunicación, y la posibilidad de recuperar el protagonismo en clubes y centros nocturnos donde hace 10 o 20 años, la cultura dance, o disco como era más conocida, constituía una opción de entretenimiento muy demandada.
“Afortunadamente, la ampliación del acceso a las nuevas tecnologías está cambiando las formas de promocionar nuestro trabajo, y poco a poco se ve cómo sumamos público a las presentaciones, pero todo eso podría ser mejor si la prensa se hiciera eco de nuestros eventos y conciertos, pero creo que se puede hacer todavía más, como abrir programas de radio y televisión donde se difunda esta cultura”, añadió.
Como DJ productor, Rafael no solo mezcla música de otros autores, también crea sus propios temas donde fusiona ritmos del género como el deep house, el techno, el electro, con sonoridades bien latinas y sobre todo cubanas. “No hay por qué pensar en la música electrónica como algo ajeno o extranjerizante, -afirma- cuando su universalidad permite llevar a su sonido los más disímiles ritmos”.
La fuerza de voluntad de este joven apasionado por la música electrónica desde su adolescencia, se resume a través de su nombre artístico, que aunque pudiera pensarse, no tiene que ver precisamente con el color de su piel. “Áfrika porque es un grito de libertad para ese continente donde nació la humanidad. Áfrika porque significa espíritu de lucha, de rebeldía. Áfrika porque de allí vienen mis creencias religiosas. Áfrika porque sin ella, la cultura en el mundo simplemente existiera a medias”.
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