El Menor y su piquete



Más conocido como El Menor, Ernesto Duartes es un muchacho de 25 años sensible e inteligente. Aunque nació en Regla, actualmente vive en el capitalino municipio de San Miguel del Padrón con su novia. Se declara amante del reggaetón y del hip-hop, aunque muchos piensen que esos dos géneros son como agua y aceite. Al mismo tiempo trabaja en el Complejo Lácteo de La Habana, pero no sacrifica su carrera artística por nada del mundo, pues cree que puede cambiar el mundo, aunque está consciente que antes de cambiar el mundo, debe empezar por su propio país, por su propio barrio.

PMU: ¿Desde cuándo supiste que podías llegar a ser músico?

El Menor: Bueno, desde los 14 años me di cuenta de que me gusta cantar, pero me metí de a lleno en esto desde los 21. Aunque parezca mentira, me gusta hacer reggaetón y hip-hop. Lo digo porque generalmente la gente que hace hip-hop, le tira mucho al reguetón y no intenta crear una armonía entre dos ritmos, que al final es música, simplemente música.

PMU: Háblame un poco más de lo que haces y del grupo al que perteneces.

El Menor: El piquete de nosotros se llama Los Generadores, pues lo mismo generamos una idea, una moda, un concepto o una protesta por algo concebido por el sistema o la sociedad. En el piquete me dedico a cantar y a componer. Ya tengo algunos temas como “Paraíso”, “Sueño azul”, “Mi verdad”, creo que los nombres lo dicen todo, soñamos, queremos la verdad y al final obtener un paraíso, lo cual anhelamos todos los cubanos. Hay otros tantos a los que no les he puesto título aún, los cuales sacaré en los próximos meses si Dios y el estado cubano me lo permiten.

Del grupo te puedo decir que todos somos muchachos jóvenes, optimistas de la vida, la cual está llena de adversidades y más en Cuba, pero siempre buscamos lo positivo de lo negativo. El rap es nuestra herramienta principal, pero hacemos mezclas con reguetón, que según los que nos siguen, hacen una excelente fusión. Claro, siempre hay quienes nos critican y nos tildan de vendidos, pues como te decía, el hip-hop y el rap siempre han estado en contra del reguetón, pero nada, simplemente la idea es crear nuevas pautas y sacar nuevas fusiones. La vida no es lineal, pues si lo fuera nunca hubieran evolucionado nuevos ritmos o nuevas tendencias.

PMU: ¿Qué tendencias o artistas han influido en ti y en tu forma de hacer e interpretar la música?

El Menor: Bueno, entre los músicos cubanos los que más han influido en mí son principalmente Los Aldeanos, ya que su valor social y político trasciende entre los artistas del género. Internacionalmente valoro mucho las cosas de Ja Rule, Pitbull y 50 Cent.

PMU: ¿Cómo llevas el tema de la promoción y el apoyo institucional? ¿Has encontrado respaldo?

El Menor: Claro que he buscado apoyo, porque si no te anuncias no eres conocido, pero no he encontrado respaldo. Para nadie es un secreto que el sistema cubano nos tacha, para ellos somos nulos. Hay muchos que dicen que le molestamos, pero yo diría que simplemente nos ignoran.

Otro problema es el dinero, en estos tiempos es una llave, un título, un certificado y si no tienes… buen viaje. Me he presentado en algunos espacios como el cine-teatro de San José de las Lajas, el círculo social Julio Antonio Mella, el ranchón del Complejo Lácteo y el Salón Rosa del Cotorro, pero actualmente no me presento en ningún lugar.

Eso sí, mis padres me han apoyado muchísimo cada vez que incursiono en algo. Las amistades han sido de un gran valor y mi pareja actual ha sido el motor impulsor de muchas cosas, y es la que me alienta en momentos de flaquezas.

PMU: No ser aceptado para cantar o actuar en las instituciones debe ser para ti un obstáculo difícil de superar, ya que de eso depende tu reconocimiento.

El Menor: A decir verdad, de todos, el obstáculo mayor aquí es el dinero. Aunque tengas mucho talento y todos lo sepan, si no tienes dinero o padrino es como si no tuvieras talento. Luego, existen otras cosas que son propias de Cuba, donde es un poco difícil de subir y hacerse profesional en el mundo del arte. Y no solo por el dinero, también hay problemas raciales que, aunque se diga que no, sí existen y que nadie tenga duda sobre eso. No es lo mismo que vean llegar a un rubio que toca jazz, a que llegue un negro que cante rap, ni siquiera nos escuchan, simplemente nos tachan.

PMU: Es cierto que los músicos underground no la encuentran fácil y se les hace complejo llegar a tener algún éxito. Eso lo vivimos a diario. Además del apoyo afectivo de tus seres queridos, ¿existe algún mecanismo espiritual que utilices para sobrellevar esos obstáculos en la vida?

El Menor: Normalmente intento sentirme bastante bien en la medida de lo posible, trato de estar muy centrado y es lo que me pasa en estos momentos. Mi pareja actual me ayuda mucho en eso, nos llevamos de maravilla y nos queremos mucho, su compañía me ayuda mucho a llevar muchas de las cosas de la vida.

Y bueno, en general amo la vida y distraerme en paseos con personas interesantes. Me encanta el paisaje campestre, sentarme de vez en cuando en el malecón, bailar y las buenas conversaciones.

PMU: A pesar de todo, me imagino que has tenido logros y te han pasado cosas positivas.

El Menor: El mejor logro que tengo es que he crecido como compositor. Aunque no tenga papeles, aún estoy teniendo cada vez mejores ideas para crear. Por lo demás, creo que estoy en el camino de lograr que mucha gente pueda escuchar lo que tengo que decir.

PMU: Cuando piensas en la obra que has logrado hacer, ¿a quién o a qué le agradeces en la vida?

El Menor: Agradezco a todas las personas que me han apoyado directamente. Y también a aquellas otras que sin saberlo me han apoyado indirectamente, porque tratando de hacerme mal me han hecho ver otros puntos de vista fortaleciéndome espiritualmente, incluso, hasta en los momentos en que me siento a componer.

Por otra parte, vivo en un barrio marginal, con muchos problemas sociales y económicos. Pero puedo decirte que gracias a eso y a muchas otras cosas que suceden a mi alrededor, me nutro cada día para crear.

PMU: Ahora bien, cuando estás actuando, ¿te ha sucedido algo anecdótico que quieras contar?

El Menor: Anécdotas tengo unas cuantas. Una vez estábamos esperando a que nos tocara cantar en la inauguración de la discoteca del Salón Rosa en el Cotorro, pero nos pusimos a ver una rifa y de paso a darnos unos traguitos. Llegado el momento de subir al escenario para hacer la coreografía, todo fue tan rápido que se me olvidó arreglarme el pantalón y abrocharme los zapatos. Por eso no pude alzar casi el pie al vacunar a una bailarina, un zapato se me escapó al público y perdí el ritmo. La suerte es que éramos tres y yo estaba en el medio, lo que me dio cobertura para improvisar, quitarme el otro zapato e incorporarme nuevamente a la coreografía. Aquello nunca se me olvidará.

PMU: Finalmente, ¿a dónde aspiras llegar en el mundo de la música?

El Menor: Bueno, en verdad quisiera que mi música le gustara a cualquier persona sin importar la edad. Para eso la hago, para que escuchen mis letras y reflexionen sobre su significado. Y, si se pudiera, quisiera tener la posibilidad de que mi música cruce las fronteras para aportar mi granito de arena por un mundo mejor, una sociedad mejor, una forma de pensamiento mejor, que traiga consigo un mundo realmente cambiado para bien. ¿Difícil? Yo diría que casi imposible, pero la palabra casi, nunca alcanza a lo imposible…

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