Aquí tiene nombre la melodía

1 de febrero de 2016



Hace años que Maikel Medina Aldama dedica su vida a la música, lo mismo a componer y cantar, que hace la producción de los discos de otros. Su carrera ha estado marcada por una inflexible disciplina, y sus ilusiones y deseos de perdurar en ese mundo han batallado muy duro para mantenerse arriba y no dejarse vencer por las dificultades.

Desde muy jovencito, este muchacho se dio cuenta de que tenía muy buena voz. Los chicos del barrio se lo decían y lo invitaban a que cantara con ellos cuando se ponían a experimentar en ese ámbito, por eso desde el 2009 comenzó a intentar convertir en realidad la idea de ser un cantante famoso.

“Ahora todos me conocen por Maikel La Melodía, a veces me lo achican y lo dejan en La Melo, este nombre me suena muy original, me gusta”, cuenta para nosotros, en su estudio de la barriada habanera del Vedado, este joven, que nunca ha estudiado en un conservatorio de música, pero que en los últimos años recibió clases de canto con la excelente pianista ya fallecida Amelia Ruíz, en la muy conocida Academia Mariana de Gonitch, bajo la tutela del maestro Hugo Oslé.

“Nunca me he dedicado a un solo género musical, me gustan todos y en ellos he incursionado”, dice Maikel, mientras recuerda cuando compuso su primera canción en el 2009, a la que puso por título “Todo está bien”, y que musicalizó con su amigo Italo, quien ahora es un famoso productor musical. También le satisface mucho haber cantado junto a Rey Alonso, uno de los integrantes de los Kini Kini, el grupo de Pachito Alonso, y con July Roby, El Emperador, con quien tiene varias canciones. Así como también con el conocido cantante Chocolate.

La Melo ha tenido siempre una musa muy activa y prueba de esto son las más de 500 canciones que ha compuesto, algunas reunidas en 7 discos publicados y unos 15 videos realizados.

Como tantos otros, Maikel intenta difundir su trabajo en las redes sociales, además de pagar su inclusión en el llamado Paquete Semanal que distribuye Abdel La Esencia.

“La primera vez que canté, lo hice en mi barrio, en mi cuadra –recuerda-. Después, algunos amigos me han permitido cantar alguna que otra canción en algunos lugares concurridos de La Habana tales como el Cabaret Copa Room del Hotel Habana Riviera, el club Le Select, la Casa de Modas Le Maison, el centro nocturno El Diablo Tun Tun, y en plazas abiertas en varias provincias del país”.

Nacido y criado en una familia humilde, Maikel La Melodía no ha encontrado siempre asideros firmes ni durables que lo orienten o lo ayuden a avanzar y prepararse. “En Cuba, el mundo musical está acaparado por unos cuantos, y hay que pagar muy caro cualquier apoyo para grabar, para presentarse, para ser reconocido”, afirma. La Melodía ha tenido grandes dificultades para salir adelante y ha tenido etapas en su vida de francos conflictos, los cuales no quiere ni recordar. Su empeño y verdadero talento se han sobrepuesto a duras pruebas, y siempre le ha quedado de cada batalla una canción, una melodía, y sobre todo, ha triunfado su voluntad de hacer y su gran voz.

“La carrera ha sido bien larga, nada ha sido fácil desde que empecé, no he tenido nunca la suficiente economía y sí muchos obstáculos, personas que me han rechazado y no me han aceptado, me han cerrado muchas puertas, pero otras se han abierto, –continúa-. Mis buenos amigos han aportado de una u otra manera su granito de arena regalándome equipos y otras cosas para ayudarme. Sin nada de amargura llegué a los 25 años, y todavía, como muchos artistas jóvenes en Cuba, no dejo de soñar en las oportunidades y en la posibilidad de que la gente conozca lo que hago, pero para eso debo ante todo romper las barreras del acceso a los medios de difusión, para lo cual hace falta no solo tener calidad, sino también dinero y conexiones disponibles”.

De niño le gustaba mucho el dibujo, de hecho es un buen pintor y estuvo un tiempo alternándolo con la música, pero lo que más le gusta es componer canciones y para enriquecer su vocabulario le dedica tiempo a la lectura.

No siempre ha podido cobrar su trabajo, ha veces ha actuado en un lugar y no le han pagado, y otras se ha presentado a sabiendas de que será gratis, pero la cuestión es darse a conocer.

Dice que sus canciones las escribe él, se inspira en las cosas que pasan en su vida, si está de buen humor hace canciones alegres, pero si está triste las hace tristes. Sus canciones reflejan los aspectos de su vida, dependen de su estado emocional, son circunstanciales.

En este año 2016 tiene varios conciertos ya organizados, gracias al trabajo de Holly, su representante. También tiene previsto actuar en las provincias de Ciego de Ávila y en el municipio especial de la Isla de la Juventud.

La familia le ha brindado todo su apoyo, siempre se han interesado en lo que hace y lo elogian y animan, su esposa, incluso, le ha ayudado a decorar su discreto estudio y lo apoya siempre.

Uno de sus secretos revelados a PMU es que él es su propio productor, durante los años de esfuerzo y entrega al mundo musical ha aprendido a utilizar programas informáticos como el Fruity Loop, en el que hace él mismo el background de sus canciones, graba y mezcla. Su nombre como productor es Copérnico y hace la producción de muchos solistas y grupos que comienzan.

Seguidor de la salsa y del rap, Maikel La Melo tiene el gran sueño de tocar en París, al pie de la Torre Eiffel. Este fabuloso plan nos da una idea de que Maikel La Melodía es de los que no se rinden, a pesar de los obstáculos ha mantenido su ilusión de ser grande y seguir con su música. Él desea que el público lo acepte y haga suyos sus compases.

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