Más que una peña de rap: ceremonia familiar underground



Otra vez asisto a la habitual peña de rap que se realiza en la sede de la AHS de la ciudad más santa (Santa Clara). La cita oficial es a las 9:00 p.m., pero desde que llegan los primeros asiduos comienza a sentirse el flow. Este sábado, cerca de 60 jóvenes y no tan jóvenes, llegaron para disfrutar del resultado que ya es sabido: mucha música underground y diversidad de estilos. Los maestros de ceremonia (MC), en esta ocasión, hicieron gala de cadencia, adaptando perfectamente su métrica y lírica al ritmo.

La noche abrió con “Dos metros sobre el cielo”, tema de El Analista solfeándole al amor. Cuando Omar El Analista le canta al amor, no solo expresa poesía hacia la mujer, sino también a toda América, pero sobre todo a su Cuba, como lo demostró con el tema “La candela es aquí”, donde habla del compromiso del cubano de “hacer” por su Cuba, pero dentro de su tierra. Igualmente, nos regaló un estreno, “Las cosas no caen del cielo”, donde incita a luchar por lo que se ama, y donde también como siempre, comparte con su letra su visión particular y el sentido de tener voz propia.

Si uno observara fríamente el sitio de la peña, el espacio pareciera a simple vista solo un lugar de descarga y ron. Sin embargo, se respira un ambiente familiar y de complicidad espiritual, en el que entramos a un rulo de música y poesía que nos hace pensar. Muestra de ello fue el “invitado especial inesperado” de la noche, un joven noruego del público que se encontraba visitando nuestra villa y pidió una oportunidad en la pista. Su desafío fue placentero y nos deleitó con “Gangsta’s Paradise”, tema afamado del filme “Dangerous Mind” (Mentes peligrosas). Con esta presentación espontánea, se caldeó el ambiente y todos corearon y bailaron con puños arriba.

Más tarde y como invitado habitual, llegó El Yoa, que sin reservas pidió cantar a capela “Crear para crecer”, un tema donde habla sobre el valor de la felicidad, la humildad y la amistad. Seguidamente disfrutamos “La esencia” y “Nosotros”, otros de sus temas, compartiendo escenario con Nicao y Héctor D. Este último, quien es además productor de rap, nos concedió “No me señales”, dedicada a los que juzgan y a la importancia de perseguir los sueños.

Acto seguido se sumó a la pista el siempre esperado por el público, Qco El Gancho, e hizo abuso de la métrica y del flow expresando su orgullo de ser artista underground. Nos entregó la preciosa “Oshún” y cerró su presentación con una mezcla de rap y rock dejando entusiasmada a la afluencia.

Pero estos no fueron los únicos que se presentaron en el escenario porque fue una noche de muchos convidados. El Verbo Díaz, quien tiene una cadencia peculiar y muy cubana, también entregó su compás y lírica con los títulos “Conjugando con el tiempo” y “Cobarde”. Además, Rafael El Gatillo acompañado de Herald El Pequeño Problemático, tuvo la misión de avivar nuevamente la pista y lo lograron con una obra provocadora y agresiva “Un mixtape”, del CD Deambular violento.

En la despedida, muchos ya prometían verse nuevamente en la próxima peña, porque aunque la noche estuvo cargada de flow, música y poesía, los seguidores siempre queremos más. Esa misma noche, más tarde, recordé una frase que recientemente leí de Frank Zappa, compositor y guitarrista, quien expuso en una ocasión: “La cultura oficial sale a tu encuentro, pero al underground tienes que ir tu”. Así que para los amantes del ritmo y la poesía, del rap y la música underground, les confieso que ciertamente se hace “revolución artística popular” en este patio del centro de la Isla.

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