Inconformidades sobre las tendencias a la desunión y tiradera entre artistas dentro del movimiento underground (Parte II)



En la pasada edición, en la primera parte de este artículo, tratamos temas relacionados con las diferencias que traen consigo desavenencias y contraproducciones dentro del universo actual underground cubano. En esta segunda parte continuaremos abordando las diversas cuestiones, otrora y contemporáneas, que determinan la desunión y tiradera dentro de los artistas del universo underground cubano.

La desunión en el underground se ve más enmarcada en géneros como el rap/hip hop, la salsa y el reggaetón, en los que centraremos las cuestiones que determinan sus diferencias discúrsales. Porque la desunión en estos tres géneros musicales, como en otros pero menos marcada, desde hace aproximadamente 20 años, está representada en el underground de manera casi obsesiva. Donde se construye constantemente un discurso de la diferencia y de la supremacía de unos sobre otros. Pero vayamos por parte.

Los inicios de la tiradera dentro del rap/hip hop, que por supuesto dio paso a la desunión entre estos artistas del movimiento underground cubano, lo podemos enmarcar a principios del 2002, después de la proyección del dramático largometraje “8 Millas” protagonizado por Eminem. El argumento de la película se basa en los primeros pasos del rapero y de cómo este quiere ganarse el respeto entre los raperos negros.

En nuestra isla muchas problemáticas incrementadas después de los años 90, como las diferencias de clases sociales, las carencias económicas, los diferentes escenarios sociales, relacionales y de convivencia, entre otras, fueron una fuente de inspiración y nutrición de los competidores para las interpretaciones de este género de naturaleza crítica. Sin embargo, en los primeros 10 años de este siglo, el reconocimiento de los raperos llegó a depender, en muchas ocasiones, de la lírica basada en el enfrentamiento, en las ofensas y/o burla hacia el o los contrincantes. De esta manera la profundidad en las letras quedó relegada a un segundo lugar para darle paso a la banalidad, la rivalidad, lo evidente, y dejar al género desprovisto de creatividad e inteligencia en las composiciones.Igualmente, existen elementos como la actitud, que es definida dentro de este género como el desenvolvimiento en el escenario, especialmente importante en los enfrentamientos entre los raperos. También la necesidad de que el contrario reconozca el poder y el ingenio de sus palabras. Actualmente, en estas competencias nacionales se representan los niveles de audiencia y gusto, lo que les hace desarrollarse en el escenario con la convicción de que uno es mejor que el otro y se lo hacen saber.

Un evento que caracteriza bien las rivalidades entre los artistas que practican dicho género musical lo constituye La Batalla de Gallos. Es una competencia de alcance mundial donde se reúnen MC (Maestros de Ceremonia) de todos los países hispanohablantes. Cuba ha participado en dicho evento y los artistas han representado con respeto el rap que se fabrica en la Isla. De esta idea sale un mismo tipo de evento, pero de alcance nacional, donde se deja ver con claridad, y exceso diría yo, la tirantez entre los artistas.

La difusión de dicho evento tiene un éxito rotundo debido a las competencias de estilo libre o freestyle, que se centran en la humillación al otro. El ingenio consiste en tener buenas ideas y originalidad para realizar un buen ataque a los defectos del rival o contestar correctamente a los ataques que se producen, así como rimar sobre sucesos que ocurriesen es el acto, demostrando una improvisación real. El flow, elemento musical importantísimo en el desarrollo del género, pasa a un segundo plano para darle prioridad a la capacidad de improvisación en la competencia. En muchos casos, la competencia ronda en el dominio y fluidez de la palabra y el ingenio para expresarlas. Pero en un gran porciento de los casos, se le da prioridad a la destrucción del contrario.

Los ganadores de la competencia los deciden diversos jurados basándose en criterios propios, pero también miden el ánimo recibido por el público en cada MC y su reacción. En esto también juega un papel importante el hecho de ser conocido o de jugar en casa, así como el ingenio, dado que una rima imaginativa puede levantar al público de manera instantánea. Este factor es de suma importancia, ya que los niveles de audiencia o gusto que le da el publico al MC de su preferencia, puede hacer que la balanza se incline hacia un lado u otro, a la hora que el jurado decida el ganador. En estos casos es el público, casi siempre, quien influye en la decisión del jurado. Estos seguidores ensalzan con sus alabanzas, la autoestima de los participantes, provocando que los enfrentamientos sean cada vez más poderosos.

En este evento, un MC debe improvisar con fuerza, decisión, desparpajo y seguridad para causar el mayor impacto, y mostrar y demostrar su superioridad verbal, que a fin de cuentas es de lo que se trata en una batalla, de ser más gallo. El machismo imperante en la isla a lo largo de más de medio siglo tributa en gran medida este comportamiento.

Desde pequeños de les enseña a los hombres que no deben ser débiles ante otros hombres, cuestión que se ve bien reflejada en esta competencia donde a través de lo verbal se ve la imposición de uno sobre otro. El ganador no solo demuestra que es mejor que el adversario en la cuestión lírica y el dominio verbal, sino también en la cuestión de género.

Como ya les adelanté al inicio de este artículo, existen otros dos estilos musicales que marcan tendencias de desunión y tirantez dentro del underground. Sobre la salsa y el reggaetón y sobre cuánto influyen sus composiciones en esta desunión, estaremos hablando en la próxima edición de PMU.

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