¿Redefiniendo el underground cubano? (Parte I)
8 de febrero de 2016
Aquí una sugerencia para cuestionarnos si somos artistas (activistas, gestores, público) underground de carácter. Generalmente, en Cuba se entiende por underground a los movimientos asociados al hip hop o al rock. PMU y otras publicaciones casi dan a entender esto, es decir, que se asocia este concepto con géneros musicales. Analizando más profundamente, nos damos cuenta que más allá de esta visión, que es muy particular de Cuba, existen características que aúnan a un underground universal, por así decirlo. Lo global es el signo de la nueva época, por lo tanto no se puede desestimar.
Estas son algunas de las características (sin un orden lógico y sin intentar marcar un criterio de análisis) que construyen el concepto de underground en Cuba, según mis lecturas de PMU y la interacción con diferentes escenas (público, artistas y gestores culturales):
1. Ausencia o desconexión con las instituciones culturales cubanas.
Para ser auténticamente underground en Cuba una regla básica es militar fueras de las filas que engloban las diferentes instituciones culturales de nuestro país o, en sus efectos, al pertenecer a ellas, sentir en carne propia el desinterés, el desapego y la escasez de las mismas.
Paradoja: Este elemento resulta a su vez una bandera que enarbolan muchos de los artistas de estas escenas para sostener una posición de protesta, cabría entonces preguntarse: ¿qué tan underground pretendemos ser cuando decidimos firmar un contrato de representación con una empresa cuya función declarada es comercializar y distribuir mi arte, promocionarme en los medios, representarme ante otras entidades empleadoras, apoyarme y, por consiguiente, moldear mi discurso? Sabemos que la política cultural puede ser en algunos aspectos una barrera, la pregunta es ¿cómo afrontamos esto? Si queremos realmente enarbolar la bandera del underground, no sueñes con un papel (oficial), es una distracción. Si quieres el papel, quieres el estrellato (de la manera convencional, no somos refractarios a la popularidad ni al impacto en los corazones ni a la convivencia de valores espirituales y materiales) y por tanto, entrar en el proceso de producción en serie de fórmulas probadas. ¿Por qué tanto problema con las instituciones cubanas?
Si quieres ser un artista profesional y quitarte el cartel de aficionado requieres de esta empresa, pero asume que un artista underground pertenece a su comunidad y es independiente (con los riesgos y libertades que esto conlleva). El Ministerio de Cultura en Cuba es lo que sería en otros lugares la Sony, la Warner Music, la Universal Music y todas sus ramificaciones, o sea, emporios culturales, industrias culturales en su sentido más crítico, y de hecho, no muy creativas. Sabemos que no les interesa esta cultura o que de una manera muy superficial las apoyan, y que en el caso de Cuba lo que buscan es controlarlas, administrarlas sin desconocerlas, quedándose con el cascarón y obviando la esencia. No justificamos el mal trabajo de las instituciones culturales, pero recalcamos, ¿qué tanto nos puede interesar esto si realmente somos underground?
Si eres underground y no perteneces a una institución, bienvenido al mundo de los ARTISTAS INDEPENDIENTES, pero si perteneces, simplemente, recuerda quién eres y qué quieres, y qué realmente tú sabes que puedes obtener de las llevadas y traídas instituciones.
Superado esto, un enfoque efectivo podría ser:
2. La autogestión cultural y artística.
El movimiento independiente o underground se caracteriza por la gestión independiente y autónoma, producción independiente de materiales discográficos y experiencias de música en directo (peñas, conciertos, etc.), las que generalmente ocurren en espacios inusitados y dan pie a la creatividad y al derroche o la ausencia de esta, bajo la justificación de que somos underground. Confundimos los márgenes entre ser underground y ser poco profesional por la falta de presión. Si la idea es comunicar, sal de tu propio yo, no le tengas miedo al concepto de producto cultural entendido como aquella construcción de significados y simbolismos. No legitimes la falta de profesionalidad.
Profesión hay que entenderla en la plenitud de sus significados, que acomunan la idea de promesa, de declaración oficial, de ejercicio de un oficio, es una palabra que muestra la misma raíz y dignidad en cada posición que se asuma. La profesión no es solo que te paguen (sabemos que el trabajo remunerado es una necesidad del sistema) sino también, y con más profundidad y fuerza, profesión es tu misión ordinaria (rescatando el valor de esta palabra como frecuente y sostenedora). El ejercicio de tu profesión, se mantiene en una cierta medida, no significa que busques el compromiso, sino la perfección posible de la cosa. Tener y hacer es también una forma de ser. Conoce tu oficio, conoce tu valor, conoce tu profesión y la retribución que mereces vendrá sin ser reclamada.
Otros aspectos que debes cuidar es la distribución independiente y local, por muy creativo que sea el proceso de distribución, las redes y el poder para ello son muy limitados y no trasciendan los límites del propio underground; comercialización por vías limitadas, locales y, en ocasiones, desfavorables (no es un secreto la cantidad de artistas que venden su arte en bajos precios a empresarios que se enriquecen con ello en el exterior), lo que está vinculado a la cultura jurídica (volveremos a este punto más adelante); y la comunicación de contenidos por medios alternativos, en muchos casos la mala comunicación carente de verdaderas campañas en los propios medios alternativos (volante, mensajería SMS, boca a boca, etc.) que garanticen, al menos en un 50%, la exposición del mensaje a los públicos objetivos.
Toda esta autogestión se caracteriza por altas dosis de empirismo creativo y productivo. Muchas veces no sabemos nada de nada, pero las circunstancias y los deseos de salir hacia adelante (¿hacia dónde exactamente?) nos hacen llevar a cabo proyectos con un margen de éxito reducido. Y nos preguntamos, ¿por qué sucede esto? La culpa no es del artista, a éstos no les queda más remedio que asumir la gestión de su carrera. ¿De quién es la culpa? Hay que sumar competencias.
Si eres underground y además, eres tu propio gestor (productor, manager, promotor) debes preocuparte por profesionalizarte, aprender a ser gestor lo que consiguientemente, te hará plantearte metas y objetivos que se harán palpable en una estrategia coherente y los resultados serán evidentes. No es una nueva idea, se trata de unir las habilidades del artista al empresario. No es que sea recomendable ni óptimo, pero si no queda más remedio, este es el camino para mejorar tu nivel. Sé más productor y menos espectador. ¡Actívate!
¿Cuál es tu profesión? ¿Eres un explorador de formas alternativas de estilos de vida o expresiones artísticas radicales y experimentales? No desconozcas el ambiente, la tradición, las opciones, los vacíos, las oportunidades. ¡Investiga!
¿Cuál es la diferencia entre el artista y el gestor? El artista es el creador, el gestor es el empresario, pero también está el híbrido que es al que no le queda más remedio… Dadas las características de Cuba y el movimiento independiente, casi siempre tenemos un artista/gestor. Reconócete, profundiza y legitima.
Leer la próxima parte de la serie
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8 de febrero de 2016
Aquí una sugerencia para cuestionarnos si somos artistas (activistas, gestores, público) underground de carácter. Generalmente, en Cuba se entiende por underground a los movimientos asociados al hip hop o al rock. PMU y otras publicaciones casi dan a entender esto, es decir, que se asocia este concepto con géneros musicales. Analizando más profundamente, nos damos cuenta que más allá de esta visión, que es muy particular de Cuba, existen características que aúnan a un underground universal, por así decirlo. Lo global es el signo de la nueva época, por lo tanto no se puede desestimar.
Estas son algunas de las características (sin un orden lógico y sin intentar marcar un criterio de análisis) que construyen el concepto de underground en Cuba, según mis lecturas de PMU y la interacción con diferentes escenas (público, artistas y gestores culturales):
1. Ausencia o desconexión con las instituciones culturales cubanas.
Para ser auténticamente underground en Cuba una regla básica es militar fueras de las filas que engloban las diferentes instituciones culturales de nuestro país o, en sus efectos, al pertenecer a ellas, sentir en carne propia el desinterés, el desapego y la escasez de las mismas.
Paradoja: Este elemento resulta a su vez una bandera que enarbolan muchos de los artistas de estas escenas para sostener una posición de protesta, cabría entonces preguntarse: ¿qué tan underground pretendemos ser cuando decidimos firmar un contrato de representación con una empresa cuya función declarada es comercializar y distribuir mi arte, promocionarme en los medios, representarme ante otras entidades empleadoras, apoyarme y, por consiguiente, moldear mi discurso? Sabemos que la política cultural puede ser en algunos aspectos una barrera, la pregunta es ¿cómo afrontamos esto? Si queremos realmente enarbolar la bandera del underground, no sueñes con un papel (oficial), es una distracción. Si quieres el papel, quieres el estrellato (de la manera convencional, no somos refractarios a la popularidad ni al impacto en los corazones ni a la convivencia de valores espirituales y materiales) y por tanto, entrar en el proceso de producción en serie de fórmulas probadas. ¿Por qué tanto problema con las instituciones cubanas?
Si quieres ser un artista profesional y quitarte el cartel de aficionado requieres de esta empresa, pero asume que un artista underground pertenece a su comunidad y es independiente (con los riesgos y libertades que esto conlleva). El Ministerio de Cultura en Cuba es lo que sería en otros lugares la Sony, la Warner Music, la Universal Music y todas sus ramificaciones, o sea, emporios culturales, industrias culturales en su sentido más crítico, y de hecho, no muy creativas. Sabemos que no les interesa esta cultura o que de una manera muy superficial las apoyan, y que en el caso de Cuba lo que buscan es controlarlas, administrarlas sin desconocerlas, quedándose con el cascarón y obviando la esencia. No justificamos el mal trabajo de las instituciones culturales, pero recalcamos, ¿qué tanto nos puede interesar esto si realmente somos underground?
Si eres underground y no perteneces a una institución, bienvenido al mundo de los ARTISTAS INDEPENDIENTES, pero si perteneces, simplemente, recuerda quién eres y qué quieres, y qué realmente tú sabes que puedes obtener de las llevadas y traídas instituciones.
Superado esto, un enfoque efectivo podría ser:
2. La autogestión cultural y artística.
El movimiento independiente o underground se caracteriza por la gestión independiente y autónoma, producción independiente de materiales discográficos y experiencias de música en directo (peñas, conciertos, etc.), las que generalmente ocurren en espacios inusitados y dan pie a la creatividad y al derroche o la ausencia de esta, bajo la justificación de que somos underground. Confundimos los márgenes entre ser underground y ser poco profesional por la falta de presión. Si la idea es comunicar, sal de tu propio yo, no le tengas miedo al concepto de producto cultural entendido como aquella construcción de significados y simbolismos. No legitimes la falta de profesionalidad.
Profesión hay que entenderla en la plenitud de sus significados, que acomunan la idea de promesa, de declaración oficial, de ejercicio de un oficio, es una palabra que muestra la misma raíz y dignidad en cada posición que se asuma. La profesión no es solo que te paguen (sabemos que el trabajo remunerado es una necesidad del sistema) sino también, y con más profundidad y fuerza, profesión es tu misión ordinaria (rescatando el valor de esta palabra como frecuente y sostenedora). El ejercicio de tu profesión, se mantiene en una cierta medida, no significa que busques el compromiso, sino la perfección posible de la cosa. Tener y hacer es también una forma de ser. Conoce tu oficio, conoce tu valor, conoce tu profesión y la retribución que mereces vendrá sin ser reclamada.
Otros aspectos que debes cuidar es la distribución independiente y local, por muy creativo que sea el proceso de distribución, las redes y el poder para ello son muy limitados y no trasciendan los límites del propio underground; comercialización por vías limitadas, locales y, en ocasiones, desfavorables (no es un secreto la cantidad de artistas que venden su arte en bajos precios a empresarios que se enriquecen con ello en el exterior), lo que está vinculado a la cultura jurídica (volveremos a este punto más adelante); y la comunicación de contenidos por medios alternativos, en muchos casos la mala comunicación carente de verdaderas campañas en los propios medios alternativos (volante, mensajería SMS, boca a boca, etc.) que garanticen, al menos en un 50%, la exposición del mensaje a los públicos objetivos.
Toda esta autogestión se caracteriza por altas dosis de empirismo creativo y productivo. Muchas veces no sabemos nada de nada, pero las circunstancias y los deseos de salir hacia adelante (¿hacia dónde exactamente?) nos hacen llevar a cabo proyectos con un margen de éxito reducido. Y nos preguntamos, ¿por qué sucede esto? La culpa no es del artista, a éstos no les queda más remedio que asumir la gestión de su carrera. ¿De quién es la culpa? Hay que sumar competencias.
Si eres underground y además, eres tu propio gestor (productor, manager, promotor) debes preocuparte por profesionalizarte, aprender a ser gestor lo que consiguientemente, te hará plantearte metas y objetivos que se harán palpable en una estrategia coherente y los resultados serán evidentes. No es una nueva idea, se trata de unir las habilidades del artista al empresario. No es que sea recomendable ni óptimo, pero si no queda más remedio, este es el camino para mejorar tu nivel. Sé más productor y menos espectador. ¡Actívate!
¿Cuál es tu profesión? ¿Eres un explorador de formas alternativas de estilos de vida o expresiones artísticas radicales y experimentales? No desconozcas el ambiente, la tradición, las opciones, los vacíos, las oportunidades. ¡Investiga!
¿Cuál es la diferencia entre el artista y el gestor? El artista es el creador, el gestor es el empresario, pero también está el híbrido que es al que no le queda más remedio… Dadas las características de Cuba y el movimiento independiente, casi siempre tenemos un artista/gestor. Reconócete, profundiza y legitima.
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