Razones para soñar con un cambio



El Jackson de Cuba, así le dicen a Jorge Carballo desde hace algunos años. Y este joven no solo se dedica a cantar, a la vez se desarrolla como humorista en varios shows de la Habana. Hoy tiene 32 años y aunque nació en el municipio capitalino del Cerro, actualmente vive en el céntrico 10 de Octubre. Cuando lo abordamos, descubrimos que de carácter es alegre, ocurrente y siempre tiene un chiste o una historia entre manos.

Mi primera pregunta no podría ser otra que la curiosidad por su bautizo artístico. “Bueno, me encantan los espectáculos y Michael Jackson era uno de los músicos que en el escenario contaba tremenda historia, y bien contada. Se gastaba un dineral, pero el concierto quedaba de maravilla. Aparte de que la forma en la que bailaba te hipnotiza. Entonces, yo un poco por esta parte, cogí lo que me gustaba de él y me lo incorporé. Han sido años de estudios, por eso me dicen así, claro que como él lo hacía, nadie lo va a hacer, pero eso me sirve para mezclarlo con otras cosas que he aprendido, y poder crear en un futuro, mi propio estilo”.

Pasamos la conversación a la música. “Me encanta la música americana, todo lo que tiene que ver con la moña, el rap, el hip hop, en especial este último. Tengo la suerte de tener un primo que actualmente está trabajando en un estudio y gracias a eso he podido grabar tres temas. Él está reuniendo dinero para crear su propio estudio, pero eso lleva dinero, así que mientras tanto, voy grabando allí lo que pueda y cuando se pueda. Porque yo no tengo el presupuesto suficiente para grabar, ni allí, ni en ningún lado, por lo que tengo que esperar a que el estudio esté disponible y no haya ningún músico grabando, ya que lo que ellos me hacen a mí es un favor. Pero bueno, no me quejo, no todo el mundo tiene esta suerte”.

Seguimos hacia sus temas, porque el Jackson también compone. “Todos mis temas los compongo yo. Yo tengo la música dentro de mi cabeza y cuando voy al estudio, le explico a mi primo qué es lo que quiero y así, él me hace la música”. Y ya que entramos en el tema de sus composiciones, le pedí que me hablara sobre sus canciones. “Yo le canto a lo que aparezca, yo no soy de la gente que se encasillan. Yo lo mismo le canto al amor, que a la amistad, que a los problemas que están en nuestra sociedad, que algún hecho que presencié, o algo que me pasó a mí o a cualquier persona. O sea, yo le saco música a todo a lo que le pueda sacar música, y hasta ahora me va muy bien así. Un tema puede estar en cualquier lado. (…) Ahora, sobre mis temas en específico te puedo decir que tengo ‘Dime hasta cuándo’. Cuando escribí este tema estaba saliendo con una muchacha que me gustaba cantidad, pero yo notaba que me estaba dando tremenda vuelta, no me llevaba a su casa y siempre tenía una justificación para todo. Entonces, le preguntaba, hasta cuándo y ella me daba una respuesta siempre, y decidí escribirle este tema. ‘Por las nubes’, un día estaba en un agro y había una señora mayor que estaba discutiendo con el despachador, de que hasta cuándo iban a subir las cosas, que cada día todo estaba más caro y de ahí salió ese tema”.

Mi próxima pregunta era sobre si cantaba en solitario o en una agrupación, y rápido contestó. “Soy solista, pero tengo un amigo que le gusta el mismo estilo musical que a mí y decidimos desde hace ya unos dos meses, unirnos para ver cómo nos va. Si nos va bien, seguimos y si no nos da resultado, pues seguimos con nuestra carrera en solitario. No obstante, he compartido espacio con varios grupos, pero como invitado. Por ejemplo, con La Unión, con Movimiento Urbano y Aguajeando”.

En la conversación no podíamos obviar su faceta de humorista. “No sé si te has dado cuenta que soy una persona divertida y me gusta hacer reír a los demás, por lo cual mezclo mi estilo underground con el humor. Algunas personas me dicen que las dos cosas no van de la mano, pero para mí si van y así me siento feliz”. Y realmente entre pregunta y pregunta siempre hacia un chiste, haciendo más amena la entrevista, e incluso me contó alguna que otra anécdota. “Esto es un poco gracioso. En una ocasión me invitaron a una fiesta, pero a cantar y hacer humor, cuando llego, me doy cuenta que era una fiesta de disfraces donde iban a dar premio y todo a los tres primeros lugares, pero como yo era quien iba a animar la fiesta, no me habían dicho nada. Pensaban que yo no me iba a prestar para eso y resulta ser que como era por votación, con un jurado y todo, a quien escogieron como mejor disfraz fue a mí. Ellos pensaban que yo había ido disfrazado, ya que estaba como yo siempre me visto cuando voy a trabajar, con mis guantes, sombrero y todo lo que me pueda poner, sin deslucir”.

Poniéndonos un poco más serios y para culminar, le pedí su opinión sobre la situación actual de nuestro país. “Mi esperanza mayor es que sigan viniendo a nuestro país personas de todo el mundo, músicos, gente que quiera invertir en los talentos de aquí, pero por lo que más rezo es que no vayan solamente a las escuelas de arte, que se metan en la calle, que a mi entender, ahí es donde está el verdadero arte. Que caminen, que busquen, que indaguen, ya que en los medios de difusión masiva no están los verdaderos músicos. Los verdaderos músicos están aquí, en la caliente, en el día a día, donde no hay dinero, pero hay felicidad. Eso es lo que más deseo por encima de todas los cambios que puedan ocurrirle a las nuevas generaciones. Quizá sea un sueño de mi parte, quizá sea una realidad, ¿pero qué, razón no hay para soñar?…”.

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