¿Se ha recrudecido o relajado la censura cultural en este casi año de relaciones entre Cuba y EUA?
29 de febrero de 2016
El 14 de agosto del pasado año, 2015, se procedió a la apertura de las embajadas de Cuba y EUA respectivamente. Esta novedad, esperanzadora para todos los cubanos a todos los niveles, específicamente económico, no elimina totalmente las contradicciones existentes entre ambos países, ya que aún persiste el embargo económico contra la Isla. Dicho acontecimiento constituye uno de los hechos más relevantes de la historia de Cuba desde la segunda mitad del pasado siglo hasta la actualidad. Las nuevas relaciones diplomáticas han implicado el reconocimiento y legitimidad del gobierno cubano por parte del gobierno norteamericano. Igualmente, han tenido repercusión en las interioridades de la sociedad cubana, sobre todo en lo económico como ya hemos dicho antes, pero también en sectores como la cultura, basadas en las particularidades de este sector.
Una de las primeras ventajas culturales del deshielo de las relaciones entre ambos países, fue que, por un lado, muchos artistas cubanos pudieran insertarse en escenarios internacionales como por ejemplo, la reconocida peña santaclareña La Trovuntivitis. Por otro lado, tributó a que algunos regresaran a casa después de tantos años de impedimentos por parte del gobierno, que los llevaron a alejarse de las represiones para salir en busca de un futuro impredeciblemente mejor.
Podemos decir que en el sector cultural cubano ha disminuido la censura. Por ejemplo, varios artistas han podido llevar su arte a los Estados Unidos, como Gente de Zona, quienes obtuvieron un premio Latin American Music Awards, con el tema “La Gozadera”, que produjeron con la colaboración del salsero Marc Anthony; o el destacado trovador Pablo Milanés que ganó un Grammy por su contribución en el campo de la grabación. Tampoco podemos dejar de mencionar el espectáculo que ofreció la reconocida banda Buena Vista Social Club, nada más y nada menos que en La Casa Blanca.
Así mismo, la literatura con el premio de Padura, el cine con el premio de Yordanka Ariosa por su actuación en la película “El Rey de La Habana” y las artes plásticas con la Bienal, tuvieron una relajación con respecto a la censura imperante. Pudiéramos afirmar, sin dudas, que con la censura en el campo cultural, el gobierno cubano ha aflojado. Pero… ¿podemos hablar de eliminación parcial, total e igualitaria para todos los artistas del ámbito cultural musical cubano? ¿Está el underground cubano eximido de esta relajación de la censura, después de las relaciones bilaterales entre ambos países? ¿Entra el rap underground dentro de la relajación de la censura musical en la Isla?
La respuesta es un NO rotundo y contundente. El rap-hip hop es el género censurable por excelencia dentro del mundo underground, por las letras de las canciones protestas dirigidas a criticar el control absoluto del gobierno cubano, y por la expresión lírica de los duros aspectos de la vida cotidiana. Porque el rap-hip hop, aunque no así todos sus intérpretes, es el género que todo sistema le tiene cierto respeto por la identitaria reacción anti-sistema político. Es el género que llama a la rebeldía, a la insurrección, a la insubordinación, y sobre todo, a la libertad de expresión.
Todo esto por supuesto, aterra a todos los sistemas políticos del planeta, pero principalmente al sistema cubano implantado desde 1959. Como dije antes, después de las nuevas relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, es cierto que muchos han podido volver a casa después de un período de exilio a causa de expresar las insatisfacciones con el gobierno, pero no con una libertad total, ni mucho menos con la censura al margen. Cada presentación de los que han vuelto en categoría de visitantes (residentes en el exterior) como Las Krudas Cubensi, por citar alguno, tienen implementado un sistema de vigilancia durante toda su presentación pública, que impedirá, en segundos, la más mínima rebeldía popular. El hecho de su presentación sin interrupciones es una total maniobra que justificaría ante la imagen mundial, la intención del sistema nacional cubano de respetar el derecho a la libertad de expresión.
Porque a pesar de que este paso irreversible jerarquice y facilite la comunicación entre ambos estados en el sector cultural. A pesar de que se consoliden las negociaciones para la solución de conflictos y otorgue cierta credibilidad al proceso de normalización de los acuerdos que respalden ambos países en este medio año de conversaciones y acuerdos bilaterales, queda cierta desconfianza y ciertas diferencias que no van a favorecer a determinados géneros musicales que se desarrollan en la Isla.
En esta serie de trabajos de investigación expuestos durante varias ediciones de PMU, hemos mencionado algunos grupos y géneros con los que el sistema se ha relajado respecto a la censura. También hemos hecho referencia a otros como el rap-hip hop que sienten, y sentirán, el recrudecimiento de la censura, en tanto continúen representando un peligro para la estabilidad del sistema. Por lo que llegamos a la conclusión que la relajación o el recrudecimiento de la censura en la Isla, desde el punto de vista cultural, depende en gran y total medida de si el arte que se realiza afecta o beneficia los intereses del Estado.
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29 de febrero de 2016
El 14 de agosto del pasado año, 2015, se procedió a la apertura de las embajadas de Cuba y EUA respectivamente. Esta novedad, esperanzadora para todos los cubanos a todos los niveles, específicamente económico, no elimina totalmente las contradicciones existentes entre ambos países, ya que aún persiste el embargo económico contra la Isla. Dicho acontecimiento constituye uno de los hechos más relevantes de la historia de Cuba desde la segunda mitad del pasado siglo hasta la actualidad. Las nuevas relaciones diplomáticas han implicado el reconocimiento y legitimidad del gobierno cubano por parte del gobierno norteamericano. Igualmente, han tenido repercusión en las interioridades de la sociedad cubana, sobre todo en lo económico como ya hemos dicho antes, pero también en sectores como la cultura, basadas en las particularidades de este sector.
Una de las primeras ventajas culturales del deshielo de las relaciones entre ambos países, fue que, por un lado, muchos artistas cubanos pudieran insertarse en escenarios internacionales como por ejemplo, la reconocida peña santaclareña La Trovuntivitis. Por otro lado, tributó a que algunos regresaran a casa después de tantos años de impedimentos por parte del gobierno, que los llevaron a alejarse de las represiones para salir en busca de un futuro impredeciblemente mejor.
Podemos decir que en el sector cultural cubano ha disminuido la censura. Por ejemplo, varios artistas han podido llevar su arte a los Estados Unidos, como Gente de Zona, quienes obtuvieron un premio Latin American Music Awards, con el tema “La Gozadera”, que produjeron con la colaboración del salsero Marc Anthony; o el destacado trovador Pablo Milanés que ganó un Grammy por su contribución en el campo de la grabación. Tampoco podemos dejar de mencionar el espectáculo que ofreció la reconocida banda Buena Vista Social Club, nada más y nada menos que en La Casa Blanca.
Así mismo, la literatura con el premio de Padura, el cine con el premio de Yordanka Ariosa por su actuación en la película “El Rey de La Habana” y las artes plásticas con la Bienal, tuvieron una relajación con respecto a la censura imperante. Pudiéramos afirmar, sin dudas, que con la censura en el campo cultural, el gobierno cubano ha aflojado. Pero… ¿podemos hablar de eliminación parcial, total e igualitaria para todos los artistas del ámbito cultural musical cubano? ¿Está el underground cubano eximido de esta relajación de la censura, después de las relaciones bilaterales entre ambos países? ¿Entra el rap underground dentro de la relajación de la censura musical en la Isla?
La respuesta es un NO rotundo y contundente. El rap-hip hop es el género censurable por excelencia dentro del mundo underground, por las letras de las canciones protestas dirigidas a criticar el control absoluto del gobierno cubano, y por la expresión lírica de los duros aspectos de la vida cotidiana. Porque el rap-hip hop, aunque no así todos sus intérpretes, es el género que todo sistema le tiene cierto respeto por la identitaria reacción anti-sistema político. Es el género que llama a la rebeldía, a la insurrección, a la insubordinación, y sobre todo, a la libertad de expresión.
Todo esto por supuesto, aterra a todos los sistemas políticos del planeta, pero principalmente al sistema cubano implantado desde 1959. Como dije antes, después de las nuevas relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos, es cierto que muchos han podido volver a casa después de un período de exilio a causa de expresar las insatisfacciones con el gobierno, pero no con una libertad total, ni mucho menos con la censura al margen. Cada presentación de los que han vuelto en categoría de visitantes (residentes en el exterior) como Las Krudas Cubensi, por citar alguno, tienen implementado un sistema de vigilancia durante toda su presentación pública, que impedirá, en segundos, la más mínima rebeldía popular. El hecho de su presentación sin interrupciones es una total maniobra que justificaría ante la imagen mundial, la intención del sistema nacional cubano de respetar el derecho a la libertad de expresión.
Porque a pesar de que este paso irreversible jerarquice y facilite la comunicación entre ambos estados en el sector cultural. A pesar de que se consoliden las negociaciones para la solución de conflictos y otorgue cierta credibilidad al proceso de normalización de los acuerdos que respalden ambos países en este medio año de conversaciones y acuerdos bilaterales, queda cierta desconfianza y ciertas diferencias que no van a favorecer a determinados géneros musicales que se desarrollan en la Isla.
En esta serie de trabajos de investigación expuestos durante varias ediciones de PMU, hemos mencionado algunos grupos y géneros con los que el sistema se ha relajado respecto a la censura. También hemos hecho referencia a otros como el rap-hip hop que sienten, y sentirán, el recrudecimiento de la censura, en tanto continúen representando un peligro para la estabilidad del sistema. Por lo que llegamos a la conclusión que la relajación o el recrudecimiento de la censura en la Isla, desde el punto de vista cultural, depende en gran y total medida de si el arte que se realiza afecta o beneficia los intereses del Estado.
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