¿Redefiniendo el underground cubano? (Parte IV)



Aquí el penúltimo criterio para la autoevaluación. Espero que más se irá revelando si asumes lo hasta este momento patentado. Lo que quiero que quede claro es que no estás solo, muchos más trabajan contigo para hacer el mundo un lugar más bello a través del arte y la creatividad.

5. Censura en los medios y espacios públicos

No es un secreto que la censura es otro de tus problemas principales (volvemos sobre esto una y otra vez porque lo abordamos desde diferentes perspectivas). Pero la censura no se puede convertir en ese monstruo que te devora y desarticula, la censura es solo una puerta ilusoria hacia la que caminabas y cuando intentaste abrir estaba cerrada, o lo que había detrás era demasiado espurio para atravesarlo. Hazte una ventana, desecha lo que no te sirve, saca ladrillo tras ladrillo, hasta saber cuál quieres dejar y cuál no. ¿Cuál será la estructura de tu comunicación con el entorno? Dos o tres ladrillos pueden servirte de escalón en el lugar correcto, en el lugar incorrecto son solo un reto o un tropezón, caminas dos pasos y se convierten en espaldar, recordatorio, esquina, lugar donde poner las nalgas, donde descansar el codo. Mi punto: la censura es un semáforo: no un vehículo; es un filtro: no la meta; es un desafío: no tu motivación; es una exigencia: no una calidad.

Primero, intentemos enumerar las posibles causas de la censura:

1) El propio género musical que se representa, el género que se trabaja, su contenido y forma. Sabemos y asumimos que son géneros que crean ronchas porque ponen el dedo en la llaga y proponen cambios estéticos e ideológicos incomprendidos por la sociedad y por los mediadores de las instituciones culturales.

2) La falta de sensibilidad, desconocimiento y el desinterés de estos mediadores (que están ahí para facilitar, pero no lo hacen) crea un ciclo vicioso (¿viciado?): formo parte de una sociedad (con la cooperación e intercambio que esto supone) y no comprendo, entonces no puedo ayudar a que otros te conozcan. Esto nos lleva a la pregunta: ¿qué es un mediador? Ten esta herramienta para saber cuándo estás ante uno. Seguramente podrá ayudarte.

Todo necesita un arreglo. Junta todas las piezas y ve qué es útil. Busca una ventaja en la situación. Observa qué hiciste mal para que no lo vuelvas a hacer. Identifica qué es lo que no hiciste y que te hubiera protegido.

Identifica, arregla y utiliza. Puedes distraerte con las prioridades u oportunidades que se les presenten a otras personas, puedes hacer trabajos no relacionados con tu tarea o sobrestimar los cambios que podían hacer. Puedes convencerte de que tus soluciones a problemas pasados tienen algo que ver con lo que te está sucediendo y arreglar algo que no está roto, o reparar algo equivocado que después creará otros problemas. ¿Quieres perder el tiempo así?

Si eres débil, te frustrarás en constantes tentativas de ir más allá del problema ya que te saltas los detalles o no confías en tus propios instintos para actuar en una forma nueva. Malgastas el tiempo en lugar de arreglar. Dejas tus esfuerzos a la deriva y te distraes sin probarlos por completo.

¿Qué sería lo óptimo? Ser práctico, efectivo, una máquina de aprendizaje en acción orientada. Observas suficientes detalles para actuar con precisión y tienes la suficiente confianza que te permite asumir riesgos proporcionados; pruebas los resultados con evaluaciones comparativas. Tu actuación es excelente en emergencias y situaciones de pánico.

Nos encerramos, nos programamos y nos autocensuramos. Esto crea una implosión. Evítala. Al vivir en nuestro mundo underground y no preocuparnos en lo que vamos a ofertar, al no estudiar, no considerar que debemos meditar nuestro estilo, al no informarnos y seguir encerrados, no logramos estratégicamente productos que seduzcan a los escépticos. ¡Sí! Tratamos un producto (una creación llena de contenidos simbólicos y consumibles), pero no descuidamos el proceso. Un artista underground sabe todo el sudor y satisfacción, claro, que hay en el proceso. Lo que nos diferencia de la industria cultural es que sabemos que hay mucho más detrás (y después) del espectáculo y las pocas horas de consumo.

No hay que alimentar las críticas de los que te dicen que no van a programar. Si hasta aquí estamos muy molestos y están de acuerdo conmigo que somos unos marginados, desgraciados y censurados, no me van a negar que muchos hemos aprendido a vivir gracias a la censura e incluso, que hemos percibido ganancias gracias a la censura, construyendo poco a poco lo que llamo el “marketing de la autocensura”, ese espacio en que el que somos consciente que la censura nos reporta ganancia y ya no la asumimos más con molestia, ni tristeza, ni siquiera con resignación, sino que comenzamos a vivirla y entonces la preparamos, la estructuramos y hasta la potenciamos, cayendo nuevamente en nuestro encierro underground. Estamos dando vuelta a ideas recurrentes, pero es que todos los síntomas tienen la misma causa. Despierta, saca la pereza, extirpa el tumor.

¿Estás confundiendo los medios con el fin? No te entretengas con la censura, ve por tu objetivo, lo que da sentido a tu camino. Ahora, ¿cómo superar la censura? Algunas propuestas:

• Deja de vivirla y sentirla y acomodarte a ella. Afuera hay un mundo. Saca provecho de tu condición independiente. Concientiza que tienes que luchar. No es que dejes de ser quien eres con tal de que no te censures, la solución es aprender a bordear la censura. Se trata de estar preparados, ser increíbles, darnos el gusto de demostrar al mundo lo bueno que somos y dejar que sea el mundo quien se pierda de nosotros.

• Haz que “el mundo” reconozca que no te entiende, que te discrimina por esto, que se ha vuelto viejo y conservador y no quiere ser inclusivo, que se defiende incluso de un buen aporte.

Hay otros caminos y lo más importante es tu propósito y llegar a él. No te estanques en la censura. Crea estrategias. Hay muchos dispuestos a ayudarte. Aquí tienes a PMU y a otros que te dan una ventana, herramientas para realizarte, un “escape”, opciones...

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