La vieja escuela del rock ‘n’ roll underground cubano habla (Parte IV y final)



Cerramos la entrevista con Luis Kohly conversando con él sobre las luces y las sombras de la mejor etapa de apertura del rock en Cuba (1995-2003), y sobre la actual crisis del rock ‘n’ roll en nuestro país.

PMU: ¿Pudiera decirse que desde mediados de los 90 hasta la primera década del 2000, el rock cubano tuvo su belle époque?

L.K: Sí, hubo mucha apertura. A principio de los 90, el país estaba en una crisis violenta y había que aflojar. Era necesario darles entretenimiento a los jóvenes. El presidente de la FEU (Federación de Estudiantes Universitarios) de aquel momento, Roberto Robaina, y el también ex Ministro de Cultura Abel Prieto, le dieron aire fresco a la cuestión del rock ‘n’ roll. Se afianza el Patio de María como plaza fuerte del rock en Cuba, se hace el roquetazo de la UNEAC, las bandas de rock cubanas comienzan a verse cada vez con más frecuencia en programas de televisión como “Joven, Joven”, “La naranja mecánica”, entre otros. Se comienza a hablar del rock cubano a nivel internacional... En fin, muchas cosas positivas.

PMU: ¿Y en la zona underground del rock, qué grupos surgieron?

L.K: Se formaron las primeras bandas de punk rock como Rotura y Futuro Muerto, también surgió la banda VIH, cuyos miembros estaban internados en el sanatorio de Santiago de las Vegas. También se hizo el primer video clip underground por el grupo Gens.

PMU: ¿Ese video se llamaba Los perros de la guerra?

L.K: Creo que sí, pero no estoy seguro.

PMU: ¿Cuál tú consideras que fue el saldo negativo de esa etapa?

L.K: En mi opinión, creo que los músicos se acomodaron, no salían buscar a su público, el estatus de profesionalidad les quitó ese espíritu de lucha, sobre todo cuando cerraron el Patio de María y años después abrieron el Maxim Rock.

PMU: Ahora que mencionas el cierre del Patio en el 2003, ¿cuáles fueron las causas del cierre?

L.K: Oficialmente no hubo ninguna explicación. Extraoficialmente se presume que fue por drogas, pero yo creo que ciertas personas de “arriba” tenían atravesada a María Gattorno y a los rockeros, por eso decidieron cerrar el lugar. Esta presión con los roqueros se vio evidenciada ese mismo año que cerraron el Patio, con el fuego que le abrió la policía a los frikis en la calle G.

PMU: Hablemos ahora sobre el Maxim Rock como Agencia Cubana de Rock. ¿Cuáles son tus consideraciones sobre la creación de este lugar como nuevo espacio para el rock cubano?

L.K: El cine Maxim, ahora Maxim Rock, era una vieja plaza pretendida para el rock ‘n’ roll. Ya desde finales del 88, la UJC nacional quería coordinar con nosotros para crear las primeras rockotecas en varios cines de barrio que estaban en desuso. Pero el proyecto no fraguó por el Período Especial.

En cuanto al Maxim Rock como Agencia Cubana de Rock, pienso que finalmente alguien descubrió que para controlar a los roqueros era mejor tenerlos aglutinados en un lugar, darles un escenario con luces y un audio de 8 kilos, con el que nunca antes habían soñado, y ya. Era mejor invertir en ellos, acomodarlos y comprarlos, que perseguirlos. El otro problema que yo le vi a la creación del Maxim Rock fue que María Gattorno no fuera seleccionada como su presidenta inicial, porque nadie mejor que ella para llevar un lugar así.

PMU: Luchy, después de esa etapa de apertura y ascenso del rock ‘n’ roll cubano, ¿qué tu consideras fue lo que pasó que ha caído en un estado crisis?

L.K: Respecto a tu pregunta, en primer lugar, creo que aquí en Cuba la crisis es general en demasiados aspectos y muy especialmente en el plano cultural, y particularmente en lo que respecta a la música, es evidente. Lo que no evoluciona, involuciona por desgaste, y en el caso del rock ‘n’ roll puedo mencionarte por arribita varios aspectos letales. Te insisto en el cierre del Patio de María con sus connotaciones, no es historia antigua, se consiguieron los efectos destructores que se querían, evidentes, la atmósfera del Maxim nunca le ha gustado a nadie, y la tecnología que al principio soborno a algunos, ya hoy está deteriorada y obsoleta. Con ella se hace lo que se puede, pero no magia, y al Patio eso le sobraba.

En segundo lugar, siempre estuvo claro desde antes de todo esto, que el público del rock ‘n’ roll en Cuba, es mayoritariamente adolescente y estudiante, que no puede pagar veinte pesos moneda nacional, dos o tres veces por semana, para entrar a un concierto. ¿A cuántos de estos adolescentes tú ves en los teatros pagando esa misma cantidad por otro tipo de espectáculo? No van porque simplemente no pueden, esto era sabido y en mi criterio, se hizo a propósito. ¿Las consecuencias?, una generación o más desculturizada, pues esos gustos y hábitos se adquieren en la adolescencia, esto no es nada nuevo. Fue dicho bien claro en todas las instancias, antes de que sucediera, y se ha seguido diciendo luego. En el Patio de María, a 5 pesos la entrada, asistían más de mil personas siempre. En el Maxim, apenas se recaudan dos o tres mil pesos por función. Los resultados económicos y culturales son diferentes. Pero haces un concierto en plaza abierta, con poca promoción y van unos cuantos miles de rockeros, no de curiosos. El rock ‘n’ roll no es para curiosos.

En tercer lugar, la falta de promoción es total, salvo a los festivales en el interior o el Brutal Fest. Pero las entradas se cobran como ya hemos dicho.

Y por último, a nivel internacional hace rato que no hay nada relevante en el rock y en Cuba es lo mismo. Además, creo que nuestros músicos se han acomodado un poco y sin dudas, hay muchos que están al servicio de aquellos que les interesa que la situación se mantenga así.

Con todo esto, es un milagro que aun exista rock ‘n’ roll en Cuba. Y encima de eso, existen muchos otros factores, menos evidentes y de menor peso aparente, como el costo del equipamiento, que para los músicos más jóvenes es inalcanzable. ¿De dónde va a sacar mil dólares para hacerse de un set de guitarra, un estudiante universitario cubano de 18 años o de Pre? Recuerdo que en los años setenta, los MIG eran estudiantes de secundaria… y sonaban bien.

PMU: ¿Qué tú crees que podría salvar al rock ‘n’ roll cubano de la crisis?

L.K: Además de solventar todo lo que te he dicho antes, te voy a decir lo que me dijo al respecto Andreas Kisser, guitarrista de Sepultura, cuando estuvieron aquí en La Habana: “Ustedes son excelentes músicos y tienen mucho que hacer, pero hasta que no salgan de gira con las grandes bandas, no se van a dar cuenta de sus posibilidades, así nos pasó a nosotros”.

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