¿Redefiniendo el underground cubano? (Parte V)
21 de marzo de 2016
Espero que estos artículos te hayan servido de orientación. No pretendemos una fórmula, pero sí una focalización. Se pierde mucha energía en distracciones y esto no nos permite alcanzar el objetivo, profundizarlo, incorporarlo, para finalmente superarlo y pasar al siguiente nivel, donde más oportunidades son posibles. No externalices todos tus problemas, hazte responsable y cambia lo que no te conviene. Hoy se puede volar porque a alguien le resultaba muy penoso caminar. Pon tu aporte. Pasa al siguiente nivel, el nivel de lo púbico, de lo político, donde acuden adultos plurales educados y que transforman a través de la aceptación y/o el cuestionamiento. Llega a este lugar humano, el que propone los mínimos y los máximos terrenales.
El último punto que queremos abordar es el:
6. Desconocimiento de aspectos jurídicos
Faltan los conocimientos relacionados con el derecho de autor, explotación de la obra y otros afines. Claro que reconocemos el valor que aporta la piratería (¡cuánto lo hemos usado/abusado!) es el derecho al entretenimiento, ahora se puede seguir (¿copiar?) a un autor, pero ¿plagiar? ¿Dónde está el límite ético? ¿Qué pasa si eres tú al que arrebatan el fruto de la originalidad? Compartir (lo que es de uno) es un valor esencial entre nosotros, pero ¿estás seguro de que alguien que puede robar tu autoridad (en el sentido de paternidad/maternidad de la obra) puede distribuir equitativamente? ¿Son las instituciones todas corruptas o algunas solo funcionan mal u otras verdaderamente representan valores a defender? No hagas tú el vacío de justicia. Tus derechos valen tanto como los de cualquiera. Aseguro que militar en el underground no es huir del deber (en el sentido más moral y natural), todo lo contrario, es proponer un nuevo sistema de derechos, de entendimiento y de respeto. Rompe las situaciones de desconfianza, comprueba que lo que crees que es justo, realmente lo es, dialoga con el entorno, no cometas el mismo error del dictador que pone la felicidad pública en parangón con la de él como única referencia. Haz, pues, una conquista moral y material, no eres igual, pero puedes usar instrumentos que te legitiman, que existen y son básicos para cualquiera. Hay la propiedad (aunque sea intelectual) y hay los recursos (jurídicos) para probarla, cuidarla, defenderla.
¿Cómo asumes los contratos de representación, de producción, etc.? ¿Lees lo que te proponen? ¿Te documentas? ¿Te das el tiempo para pensar y no te vuelves loco con una cifra con más de dos ceros? ¿Por qué tanto apuro? Hacerte “legal” puede ser difícil, conflictual, pero es ciertamente ineludible. Solo entrando en ese lugar se nos puede abrir la libertad y la igualdad, a condición de que sea continuamente conquistada y evolucionada. No eres invisible, hay gran dignidad en ti.
En el mundo underground no hace falta que se conozcan los aspectos jurídicos (argumento más que manido), pero tú negocias con gente que sí los conocen y los utilizan. Si no quieres usarlo, está bien, pero no dejes que otro los manejen mal, incluso hasta en tu contra. Si quieres liberar la energía que has movido, asegúrate de que otro no entorpezca el flujo. La ley (¿justa?) es (o debería ser) más bien un museo, ese lugar donde llegas a recordar los errores de otros y sus consecuencias, para así no repetirlos; o los aciertos de otros y sus logros para superarlos.
Busca el ideal, pero concreta a cada paso. No sublimes, reconoce que un “perder el tiempo patentando (preguntando, asegurando, documentando, formalizando)” puede significar un montón de feedback, seguridad y oportunidades para ganar la posteridad. Cambia el paradigma, toma la vía de la responsabilidad. Todo esto quiere decir: piensa en el futuro, ten confianza, construye la confianza. No permitas que te cambien, acéptate y haz que te acepten. Este último punto es ambicioso, complejo porque no lo reducimos, pero todavía necesario.
PMU está trabajando para explicarte esto, pero debes investigar, salir al campo y ganar tu espacio legítimo. ¿Te has autoevaluado? ¿Eres un campeón de la independencia o un escapista?
No te pierdas el próximo artículo sobre tu mundo underground comparado con el exterior. ¿Qué hacen los cubanos que se van (de Cuba) y tampoco pactan con la industria cultural? ¿Cómo es el underground de otras latitudes? ¿Hay realmente tanta diferencia?
(Continuará…)
Leer la serie desde el principio
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21 de marzo de 2016
Espero que estos artículos te hayan servido de orientación. No pretendemos una fórmula, pero sí una focalización. Se pierde mucha energía en distracciones y esto no nos permite alcanzar el objetivo, profundizarlo, incorporarlo, para finalmente superarlo y pasar al siguiente nivel, donde más oportunidades son posibles. No externalices todos tus problemas, hazte responsable y cambia lo que no te conviene. Hoy se puede volar porque a alguien le resultaba muy penoso caminar. Pon tu aporte. Pasa al siguiente nivel, el nivel de lo púbico, de lo político, donde acuden adultos plurales educados y que transforman a través de la aceptación y/o el cuestionamiento. Llega a este lugar humano, el que propone los mínimos y los máximos terrenales.
El último punto que queremos abordar es el:
6. Desconocimiento de aspectos jurídicos
Faltan los conocimientos relacionados con el derecho de autor, explotación de la obra y otros afines. Claro que reconocemos el valor que aporta la piratería (¡cuánto lo hemos usado/abusado!) es el derecho al entretenimiento, ahora se puede seguir (¿copiar?) a un autor, pero ¿plagiar? ¿Dónde está el límite ético? ¿Qué pasa si eres tú al que arrebatan el fruto de la originalidad? Compartir (lo que es de uno) es un valor esencial entre nosotros, pero ¿estás seguro de que alguien que puede robar tu autoridad (en el sentido de paternidad/maternidad de la obra) puede distribuir equitativamente? ¿Son las instituciones todas corruptas o algunas solo funcionan mal u otras verdaderamente representan valores a defender? No hagas tú el vacío de justicia. Tus derechos valen tanto como los de cualquiera. Aseguro que militar en el underground no es huir del deber (en el sentido más moral y natural), todo lo contrario, es proponer un nuevo sistema de derechos, de entendimiento y de respeto. Rompe las situaciones de desconfianza, comprueba que lo que crees que es justo, realmente lo es, dialoga con el entorno, no cometas el mismo error del dictador que pone la felicidad pública en parangón con la de él como única referencia. Haz, pues, una conquista moral y material, no eres igual, pero puedes usar instrumentos que te legitiman, que existen y son básicos para cualquiera. Hay la propiedad (aunque sea intelectual) y hay los recursos (jurídicos) para probarla, cuidarla, defenderla.
¿Cómo asumes los contratos de representación, de producción, etc.? ¿Lees lo que te proponen? ¿Te documentas? ¿Te das el tiempo para pensar y no te vuelves loco con una cifra con más de dos ceros? ¿Por qué tanto apuro? Hacerte “legal” puede ser difícil, conflictual, pero es ciertamente ineludible. Solo entrando en ese lugar se nos puede abrir la libertad y la igualdad, a condición de que sea continuamente conquistada y evolucionada. No eres invisible, hay gran dignidad en ti.
En el mundo underground no hace falta que se conozcan los aspectos jurídicos (argumento más que manido), pero tú negocias con gente que sí los conocen y los utilizan. Si no quieres usarlo, está bien, pero no dejes que otro los manejen mal, incluso hasta en tu contra. Si quieres liberar la energía que has movido, asegúrate de que otro no entorpezca el flujo. La ley (¿justa?) es (o debería ser) más bien un museo, ese lugar donde llegas a recordar los errores de otros y sus consecuencias, para así no repetirlos; o los aciertos de otros y sus logros para superarlos.
Busca el ideal, pero concreta a cada paso. No sublimes, reconoce que un “perder el tiempo patentando (preguntando, asegurando, documentando, formalizando)” puede significar un montón de feedback, seguridad y oportunidades para ganar la posteridad. Cambia el paradigma, toma la vía de la responsabilidad. Todo esto quiere decir: piensa en el futuro, ten confianza, construye la confianza. No permitas que te cambien, acéptate y haz que te acepten. Este último punto es ambicioso, complejo porque no lo reducimos, pero todavía necesario.
PMU está trabajando para explicarte esto, pero debes investigar, salir al campo y ganar tu espacio legítimo. ¿Te has autoevaluado? ¿Eres un campeón de la independencia o un escapista?
No te pierdas el próximo artículo sobre tu mundo underground comparado con el exterior. ¿Qué hacen los cubanos que se van (de Cuba) y tampoco pactan con la industria cultural? ¿Cómo es el underground de otras latitudes? ¿Hay realmente tanta diferencia?
(Continuará…)
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