Somos Mucho Más… en La Habana, en concierto. Y llegó la policía, ¡sí, señor!



Las huellas no son sólo lo que queda cuando algo ha desaparecido, sino que también pueden ser las marcas de un proyecto, de algo que va a revelarse.
-John Berger

Las huellas no solo nos dicen de dónde venimos, también nos dicen hacia dónde vamos. Hacer una huella es lo importante. Las mujeres están haciendo su propia huella, diciendo yo estoy aquí, yo valgo, yo soy digna, capaz y creativa. Quiero tu amor y tu respeto.

PMU le cuenta lo que su ojo Cannon, oídos e intuición experta percibieron para que sepa si no estuvo, para que confronte si asistió. Nuestro objetivo es acercarle a la gracia del momento que lo vida por primera, por segunda o por muchas veces.

El público empezó a llegar a las 18:00h. A disfrutar con la mezcla de DJ Migue, el muy seguido de la moña. También llegaban los amigos Gerson y Malcoms de Onda Livre, hijos (Diego en los cocteles, el futuro fotógrafo, la hija de Lucy y el nieto) y familiares, los seguidores de siempre y los valientes que encontraron el lugar como la dulce señora que tuve que redirigir a mitad de cuadra dándole como señal el volumen de la música y el género que se escuchaba, por supuesto: hip hop. Y, claro, multitud del staff de PMU.

El espectáculo empezó a las 21:00h. Todos estábamos ansiosos. Buen ritmo, buen flow, potente energía femenina. DJ Migue en las máquinas y Pedro de Los Negros Zulus, la Akdemia de VJ. Baniel coordinando todo como hormiga loca. Las chicas brillando con sus camisetas de marpasífico grabadas. Lindo uniforme que no logro igualarlas, la ropa no logró esconder el estilo y la gracia particular.

Siga las imágenes de la galería, pero solo después de intentar imaginar. Lo que encuentre puede sorprenderle.

Se hizo el primer bloque (mirar artículo precedente) con bomba y muy arriba. Se celebró en el intermedio con imágenes de la más reciente, pero intensa vida del proyecto y sus viajes por las provincias, al corazón de la comunidad, al corazón de quienes agradecen más. Pura sonrisa, puro abrazo, acción, acción.

No baje el clima que ya llega la Amazona de puro empuje y flow enérgico. Ya le dedicaba a la madre y ahora llama a la identidad y a la juventud a cuento.

Lucy, sí, Luz de Cuba invade el espacio y me hace saltar, brincar con spoken word en yoruba nigeriano precedido de limpieza de ignorancia en español, acompañado del buen ritmo del beat acelerado. Salta, se contonea, nadie puede decir que ya es una abuela, solo si mira al nieto que la contempla de brazos de la madre. Se enciende el espacio, y de pronto llega Baniel haciendo señales de que corte Las mariposas en la piel que ya enaltecen al público y que corea. ¿Qué pasó?

Llegó la policía ¡sí, señor! Dueños y organizadores fueron a entrevistarse con los oficiales. Esta vez fueron los vecinos que se quejaron. -Es miércoles y mañana es día laborable, recuerden son las 10pm ya!- dijo uno de los involucrados. Allí sale la dueña que pide una dispensa, allí sale La Fina que gana seguir la reunión hasta la hora acordada con un volumen más bajo. Invitaron a la policía a que siguieran haciendo su trabajo y comprobaran que todo estaba en orden, muy proactivo. No hubo enfrentamiento, hubo respeto y comprensión.

Se me ocurre pensar: ¿quién es el culpable? Esta vez no fue la censura como uno se adelantó a decir: -bajo la censura todo es mejor-. El error fue táctico y logístico: hay que sacar un permiso para una fiesta que sobrepase en algunos decibeles lo normal. ¡Razonable! ¡Hay vecinos! ¡Hay el otro! Próxima vez, no salten este paso que garantiza la protección del orden público.

La música siguió “un poquito más bajita”. Muy triste que faltaron los últimos temas de Yaimel y la Fina… pero celebramos el cumpleaños de Yaimel con luces, cámaras y acción. Lo juro, no faltó nada. ¡Memorable! Ni la buena ensalada fría y los cocteles que yo bien disfruté; ni de las necesidades del cuerpo debe olvidar el alma. Será mejor la próxima. Este es ya un reto bien difícil. El listón subió altísimo. Si no me lo cuentan no me entero del desfase, y aún con desfase, fue fluido, intenso, atinado, lleno de energía pacífica. ¡Me gustó! Me calmó, me relajó, me nutrió, pura energía femenina en todos mis sentidos y mi ser. Abundancia. ¡Más de eso, por favor!

Adelante Somos Mucho Más con unos pocos espectáculos que tengan este impacto, algo (por indefinido, no por pequeño) cambiará en los corazones, y en la mentalidad y en el espíritu ¿por qué no? Quiero estar en el próximo concierto. Ofrezco mi mano de obra muy poco calificada y le invito a que no quede indiferente cuando vuelva a escuchar una invitación de Somos Mucho Más.

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