Rensoli: visiones del hip hop cubano (Final)



Continuamos con la entrevista a Rodolfo Rensoli Medina realizada durante la celebración del Día de los Afrodescendientes en la sede del proyecto independiente Santa Mía de la Talla.

PMU: De alguna manera podría hablarse de una especie de renacer del movimiento en algunos lugares, aunque se mantengan posiciones encontradas como la de los raperos de mantenerse al margen, de evitar todo tipo de institucionalización y la de las instituciones de acercarse un poco, de intentar manejar mejor las cosas. ¿Para ti que hoy las instituciones quieran brindar espacios al movimiento es utilizable por los raperos para contar con un lugar más donde defender sus posiciones y sus criterios o habría que rechazar abiertamente esa posibilidad?

Rensoli: Pienso que es importante participar en todos los espacios que se ofrezcan. Lo que pasó en la Biblioteca Nacional fue absolutamente revelador y la gente se pudo expresar con entera libertad, fue muy emocionante escuchar todo aquello y tener la oportunidad de participar, de sentirse respetados, plenos, independientes y escuchados. Allí también hubo una motivación adicional, porque muy cerca del lugar donde nos reunimos fue donde se pronunciaron las famosas palabras de Fidel a los intelectuales cubanos. Aquello fue tan franco y emocionante que al otro día recogí las impresiones de muchas personas, que de hecho no tienen nada que ver con el movimiento, y expresaron que hasta ese día habían vivido con perjuicios respecto a los raperos. Algunos señalaron que cuando entraron y vieron aquella cantidad de negros y a Rensoli con sus pelos, identificaron aquello como un espacio peligroso y sin embargo, cuando interactuaron, oyeron y debatieron, tuvieron una reacción muy positiva.

Sin embargo, todavía estamos muy lejos de lo que queremos y necesitamos. Ese tipo de reacciones serían más importantes que se produzcan en las comunidades, en los barrios, como cuando hacíamos los coloquios con el pueblo en la Avenida Fayad Jamís en Alamar, en los que participaban numerosos raperos, y expresaban y compartían sus opiniones con el pueblo.

A mí me parece que esos son los verdaderos espacios que hay que ganar, que retomar, y creo que en las provincias están mucho más cerca de eso que en la capital. Quizá los promotores estén más lejos de propiciarlo porque tienen que enfrentarse a ciertas opiniones, timidez y reacciones adversas de las instituciones, para alcanzar esos espacios que ellos ven ganables, pero que hay que abordarlos y mantenerlos con acciones constantes y concretas.

Quiero agregar que conozco de la postura de muchos intelectuales que quieren, que desean que este tipo de debates, de opiniones, concurran a la palestra pública, que haya más pluralidad y diversidad en el universo cultural, que en ocasiones es repetitivo y monocorde.

PMU: Crees que en términos político-culturales, las expectativas que crea la supuesta apertura institucional fortalecería la estabilidad y el desarrollo del movimiento.

Rensoli: Yo pienso que debe favorecerlo, debería favorecerlo, sobre todo porque el rap saca a la luz planteamientos y temas que la sociedad cubana actual todavía muestra demasiada timidez en abordar y que no creo sea capaz de hacerlo del modo y la manera en que lo hace el rap.

Pero lo primero que habría que lograr es que las voces del rap estén dentro de los espacios y de los debates de las instituciones como la UNEAC y la AHS, para hacer partícipe a todos de las diferencias y de la manera de encontrar puntos comunes desde donde remodelar la plataforma de acción.

PMU: De la manera en que andan las cosas, tal parece que el futuro del movimiento de hip hop en Cuba es el de parcelación, del ostracismo individual y de proyectos independientes y alternativos.

Rensoli: No, absolutamente no. En uno de los últimos coloquios que hicimos en Alamar, alguien intentó impugnar mi tesis de concentrar las opiniones y las representaciones en una especie de núcleo, de centro, y todo el mundo lo refutó. Se decía que la tendencia mundial es que la gente se disperse y cree cada cual por su lado, pero yo no soy partidario de ello, hay que unir, agrupar las opiniones y moderarlas de la mejor forma posible, para que todas las expresiones tengan equilibradamente una representación en una suerte de resultante y se pueda sacar para otorgarle fuerza y unión al movimiento.

PMU: El movimiento de hip hop en Cuba conserva sus esencias, pero necesita de mayor participación en el debate social e institucional para consolidarse como agentes de cambio.

Rensoli: Yo asumiera ese riesgo, aún con la posibilidad latente de que las instituciones quieran luego apoderarse de los proyectos, cambiar sus sentidos, dirigir, orientar y hasta condicionar el pensamiento y la acción de los raperos. Creo que hay que defender esa posibilidad, porque me he dado cuenta de que es momento de asumir cambios, de acompañar a la sociedad, no solo poniendo el dedo en la llaga de los males y reclamando lo que consideramos justo por derecho.

He tenido hasta la oportunidad, pero en mi caso soy tan ajeno a la burocracia y a sus consecuencias que me he dado cuenta de que no es nada fácil asumirlo, aunque reconozco la importancia del asunto y ello me ha permitido mantener mis posiciones sin hacer concesiones y sin dejar de ser yo. Eso no ha sido un proceso fácil, me ha costado determinadas rispideces y enfrentar elucubraciones visibles o no, desvelos y desafíos de varios tipos, pero eso me ha permitido ganarme la confianza de mucha gente aparentemente dispar y hasta enemiga del movimiento.

Es como en el judo cuando los dos oponentes mantienen el agarre en las solapas y existe por un momento una especie de confianza mutua, mientras uno de ellos no pierda el balance y el equilibrio. Es algo dramatúrgico e inesperado.

PMU: A partir de esos puntos de vista ¿qué condiciones tendrían que cumplir aquellos artistas que acepten el reto de acercarse a las instituciones?

Rensoli: Creo que es muy fácil de resumir en pocas palabras. Se necesitaría sobre todo paciencia, inteligencia, sentido parabólico, que no común, y perspectivo.

No hubo mucho tiempo para otras preguntas y reflexiones, Rensoli quería estar en el escenario, multiplicarse entre la gente, mezclarse, tocar y hablar con todos, y lo acompañamos hasta allí para guardar su imagen de actor y visionario, de amigo, de filósofo, de rapero.

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Comentarios   Dejar un comentario
Manuel
24 de septiembre, 2019 10:53 pm (GMT-5:00)
Rensoli mi gran amigo de la infancia 40 años que no nos vemos