Las buenas noticias que llegan desde Malas Noticias
25 de abril de 2016
Desde el mundo del rock cubano no siempre llegan nuevas halagadoras, pues el género, a pesar de que muchos tratan de negarlo, pasa por una de sus peores crisis en los últimos años. Es por eso que tener la oportunidad de conversar con los integrantes de la banda matancera Malas Noticias, es solo una cuestión de nombre, pues en realidad de ellos solo recibimos buenas.
Malas Noticias destaca por un sonido auténtico, el cuidado de las letras y una proyección escénica clásica, pero que logra transmitir sinceridad y armonía en un entorno muy divertido. Sin embargo, lo que realmente los caracteriza es su entrega, sacrificio, organización y seriedad, que les ha permitido sobrevivir a todas las dificultades a lo largo de estos cuatro años de fundados.
Normalmente se presentan en lugares de Varadero y hacen covers en lugares turísticos, a pesar que conocen del peligro profesional que ello entraña. “El problema es que tenemos que vivir de algo, pues solo con el rock no es posible hacerlo, al menos en Cuba -dice Pedrito, quien está a cargo de los coros, drums y la dirección-, aunque cuidamos siempre de no perder nuestra identidad como banda. Lo principal es la experiencia que adquirimos, pero para nosotros los covers son solo el complemento necesario para el bien mayor que es nuestra música propia. Tristemente asistimos a la realidad de que cada vez mayor cantidad de bandas desaparecen y son absorbidas por ese ‘trabajo’”.
“Conocemos del trabajo de PMU y agradecemos todo lo que hacen para divulgar la música underground cubana -dice Yordi, voz y guitarra rítmica-, la página es una especie de fanzinero mayor que lucha por la no extinción del género en Cuba. De todas formas, creemos que mientras haya bandas batallando habrá fanzines para apoyarlas. Los tiempos cambian y hay que buscar alternativas, rendirse no es de rockeros. Que alguna institución quiera apoyarnos no está en nuestras manos, lo que sí está es el trabajo más organizado y para eso se necesita mayor unión”.
Con respecto al desinterés de las instituciones cubanas como el Instituto de la Música, la Agencia Cubana de Rock y la Asociación Hermanos Saíz por promover y apoyar el desarrollo del rock, los muchachos de Malas Noticias entre risas afirmaron que eran esas instituciones quienes deberían haber escogido su nombre, porque de ellas nunca se espera nada bueno para los rockeros.
“El mundo de la música underground es nuestro terreno natural, no el de ellos, no el de los funcionarios que comen porque existimos, pero no hacen nada por mantenernos -afirmó Pedrito-. No obstante, la solución no es quejarse como hacen muchos, no debemos esperar por ellos para salir a flote, pero soy de los que cree que todo se puede, aunque cueste el triple de trabajo, pero es muy duro saber que durante décadas los rockeros han sufrido represiones, incomprensiones, falta de espacios y hasta han intentado denigrarlos.
Súmele a eso que hasta hoy le resulta imposible a las bandas cubanas acceder al mercado nacional del disco, pues a las disqueras no les interesa grabar y difundir la música rock, por eso la mayoría de las bandas editan de forma independiente o buscan hacerlo fuera de las fronteras. Mejor aprovechamos la tecnología que tenemos hoy en mano y seguimos independientes, si algún día logramos crear una agencia que nos represente como debe ser, eso sí sería bienvenido, porque ahora mismo es algo que podríamos tener y no tenemos”.
Los integrantes de Malas Noticias son más dados a vivir el momento que a pensar mucho en el futuro, pero auguran que en el rock cubano debe crecer con la visita de importantes bandas del mundo, y que surgirán nuevas agrupaciones con sonoridades propias y que le otorguen mayor seriedad al trabajo que hoy se hace en ese sentido.
“Para nosotros -dice Pedrito-, ahora lo más importante es subsistir como banda, no dejar morir el entusiasmo y ponerle mucho más amor a lo que hacemos a diario, para lograr de alguna manera distinguirnos entre el resto de los rockeros en el país. Por supuesto, sin demeritar a ninguno de nuestros compañeros, para quienes deseamos la mejor de las suertes.
Tenemos muchos sueños por cumplir: realizar nuestro primer concierto en vivo en La Habana, insertarnos de lleno en las redes sociales y tratar de acceder a las plataformas digitales de comercialización de la música, aunque eso nos cueste mucho más de lo que realmente podemos disponer. Pero por ahora nos dedicamos a trabajar con mucho empeño, pues queremos adicionar a las presentaciones nuestros propios materiales audiovisuales y paralelamente queremos hacer dos videos clips, y ya recopilamos y montamos los temas que pensamos incluir en nuestro próximo disco. Por eso no vamos a tener tiempo de aburrirnos, por aquello de que el mejor entretenimiento es el trabajo y eso por ahora nos sobra”.
Así de emprendedores son los jóvenes de Malas Noticias, una banda matancera que labra su derecho a incluirse entre las mejores agrupaciones de rock del país y que avanza con los pies sobre la tierra en la consecución de esos objetivos y sobre todo repartiendo buenas nuevas a pesar de su nombre.
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25 de abril de 2016
Desde el mundo del rock cubano no siempre llegan nuevas halagadoras, pues el género, a pesar de que muchos tratan de negarlo, pasa por una de sus peores crisis en los últimos años. Es por eso que tener la oportunidad de conversar con los integrantes de la banda matancera Malas Noticias, es solo una cuestión de nombre, pues en realidad de ellos solo recibimos buenas.
Malas Noticias destaca por un sonido auténtico, el cuidado de las letras y una proyección escénica clásica, pero que logra transmitir sinceridad y armonía en un entorno muy divertido. Sin embargo, lo que realmente los caracteriza es su entrega, sacrificio, organización y seriedad, que les ha permitido sobrevivir a todas las dificultades a lo largo de estos cuatro años de fundados.
Normalmente se presentan en lugares de Varadero y hacen covers en lugares turísticos, a pesar que conocen del peligro profesional que ello entraña. “El problema es que tenemos que vivir de algo, pues solo con el rock no es posible hacerlo, al menos en Cuba -dice Pedrito, quien está a cargo de los coros, drums y la dirección-, aunque cuidamos siempre de no perder nuestra identidad como banda. Lo principal es la experiencia que adquirimos, pero para nosotros los covers son solo el complemento necesario para el bien mayor que es nuestra música propia. Tristemente asistimos a la realidad de que cada vez mayor cantidad de bandas desaparecen y son absorbidas por ese ‘trabajo’”.
“Conocemos del trabajo de PMU y agradecemos todo lo que hacen para divulgar la música underground cubana -dice Yordi, voz y guitarra rítmica-, la página es una especie de fanzinero mayor que lucha por la no extinción del género en Cuba. De todas formas, creemos que mientras haya bandas batallando habrá fanzines para apoyarlas. Los tiempos cambian y hay que buscar alternativas, rendirse no es de rockeros. Que alguna institución quiera apoyarnos no está en nuestras manos, lo que sí está es el trabajo más organizado y para eso se necesita mayor unión”.
Con respecto al desinterés de las instituciones cubanas como el Instituto de la Música, la Agencia Cubana de Rock y la Asociación Hermanos Saíz por promover y apoyar el desarrollo del rock, los muchachos de Malas Noticias entre risas afirmaron que eran esas instituciones quienes deberían haber escogido su nombre, porque de ellas nunca se espera nada bueno para los rockeros.
“El mundo de la música underground es nuestro terreno natural, no el de ellos, no el de los funcionarios que comen porque existimos, pero no hacen nada por mantenernos -afirmó Pedrito-. No obstante, la solución no es quejarse como hacen muchos, no debemos esperar por ellos para salir a flote, pero soy de los que cree que todo se puede, aunque cueste el triple de trabajo, pero es muy duro saber que durante décadas los rockeros han sufrido represiones, incomprensiones, falta de espacios y hasta han intentado denigrarlos.
Súmele a eso que hasta hoy le resulta imposible a las bandas cubanas acceder al mercado nacional del disco, pues a las disqueras no les interesa grabar y difundir la música rock, por eso la mayoría de las bandas editan de forma independiente o buscan hacerlo fuera de las fronteras. Mejor aprovechamos la tecnología que tenemos hoy en mano y seguimos independientes, si algún día logramos crear una agencia que nos represente como debe ser, eso sí sería bienvenido, porque ahora mismo es algo que podríamos tener y no tenemos”.
Los integrantes de Malas Noticias son más dados a vivir el momento que a pensar mucho en el futuro, pero auguran que en el rock cubano debe crecer con la visita de importantes bandas del mundo, y que surgirán nuevas agrupaciones con sonoridades propias y que le otorguen mayor seriedad al trabajo que hoy se hace en ese sentido.
“Para nosotros -dice Pedrito-, ahora lo más importante es subsistir como banda, no dejar morir el entusiasmo y ponerle mucho más amor a lo que hacemos a diario, para lograr de alguna manera distinguirnos entre el resto de los rockeros en el país. Por supuesto, sin demeritar a ninguno de nuestros compañeros, para quienes deseamos la mejor de las suertes.
Tenemos muchos sueños por cumplir: realizar nuestro primer concierto en vivo en La Habana, insertarnos de lleno en las redes sociales y tratar de acceder a las plataformas digitales de comercialización de la música, aunque eso nos cueste mucho más de lo que realmente podemos disponer. Pero por ahora nos dedicamos a trabajar con mucho empeño, pues queremos adicionar a las presentaciones nuestros propios materiales audiovisuales y paralelamente queremos hacer dos videos clips, y ya recopilamos y montamos los temas que pensamos incluir en nuestro próximo disco. Por eso no vamos a tener tiempo de aburrirnos, por aquello de que el mejor entretenimiento es el trabajo y eso por ahora nos sobra”.
Así de emprendedores son los jóvenes de Malas Noticias, una banda matancera que labra su derecho a incluirse entre las mejores agrupaciones de rock del país y que avanza con los pies sobre la tierra en la consecución de esos objetivos y sobre todo repartiendo buenas nuevas a pesar de su nombre.
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