Entrevista al rapero, cantante, productor y compositor Johan Baby
25 de abril de 2016
PMU entrevistó a Juan Ramón Mendieta Báez, cuyo nombre artístico es Johan Baby. Con tan solo 26 años dirigió una banda denominada JoBand, cultivadora de la denominada world music. En la actualidad, trabaja en solitario, aunque es el segundo artista de la constelación rapera cubana que ha colaborado musicalmente con el cantautor Pablo Milanés, luego del popular dúo Los Aldeanos.
PMU: Sé que provienes del universo hiphopero. Háblanos de esta etapa.
JB: Sí, estuve en varias agrupaciones como Swing Cubano, Juan Rapper y el Samurái. Realmente procedo de esos proyectos y de ahí surge mi inquietud por abarcar otros géneros como el jazz, funk, blues. Lo que soy hoy, desde el punto de vista musical, es el producto de lo que era en el pasado, de mis inquietudes como artista, como creador; de los diferentes sonidos y tímbrica que quería abarcar del movimiento hiphopero, de lo que es la música en general. Y a partir de ahí salió ese trabajo en JoBand, que es lo que se define como world music, que no es más que una mezcla de diferentes géneros hacia el nuevo mundo, hacia las nuevas corrientes y ofertas que trae el mundo, tanto nacional como internacional.
PMU: ¿En algún momento te sumerges en las tendencias musicales afro-estadounidenses? Quien escucha atentamente tu disco Nunca digas no, puede reconocer que sobrevuelan espíritus sonoros como Barry White, Wilson Pickett, Chic, Funkadelic, Al Green, The Trammps, JC Brooks & the Uptown Sound, entre otros…
JB: De hecho, sí. Para mí eso es muy importante. Mi humilde consejo para los que estén en esta rama del arte, es que no se encasillen a la hora de escuchar música. Desde pequeño yo escuchaba mucho a Michael Jackson, Barry White, Abba, Los Beatles, Earth, Wind and Fire, Chicago, y a ese gran productor que se llama David Foster. La liga de todo este concepto realmente marcó una época, una etapa muy grande que todavía los grandes productores musicales del mundo tienen que rebuscar estas sonoridades, las cuales tuvieron un patrón, un antes y un después, para definir lo que ahora hemos visto como otros géneros, como el dance, dubstep. Pero siempre mi concepto fue basado en estas agrupaciones, tanto nacionales como internacionales, porque el nacional para mí también fue un ejemplo a seguir. Los Zafiros, por ejemplo, fueron excelentes músicos y la música que hacían, también marcó muchas etapas.
PMU: Hasta el punto de que una de sus canciones ha sido incluida en un capítulo de la popular serie estadounidense Breaking Bad.
JB: Efectivamente. Se ha hablado bastante de ellos, pero no lo suficiente. Cuando hablamos de Los Zafiros, por ejemplo, hablamos de una suerte de Platters cubanos, que tuvieron algo que decir y ha habido que quitarse el sombrero ante ese arte. Entonces, la esencia está en explorar nuestras raíces. La rumba, por ejemplo.
En lo personal me ayudó mucho el patrón a seguir del grupo Orishas. Cuando hablamos de rap cubano, hablamos de Orishas como los primeros, gracias al apoyo de Hiram Riverí, llamado artísticamente el Ruzo. De varios elementos que ellos tenían en Francia, varios backgrounds y beats. Esa mezcla que tenían ellos con el latin jazz, como lo hemos clasificado nosotros los músicos cubanos, es la mezcla de lo que llamamos world music, que combina diferentes mezclas de géneros. Como por ejemplo, la agrupación Síntesis, que también son grandes maestros. La sonoridad que alcanzó esa gran maestra que ya se nos fue, llamada Lucía Huergo, pero que pudo escuchar mi música y me dio excelentes consejos, lo cual le agradezco a Dios.
PMU: Anteriormente mencionabas la palabra encasillamiento. ¿Crees que exista anquilosamiento en algunas tendencias musicales alternativas como el rap, por ejemplo?
JB: Pienso que sí. Excepto 2 o 3 productores que han querido innovar y ser diferentes, a los cuales de alguna manera se les ha tildado no digamos que de locos, pero sí como que están fuera del concepto arquetípico del rap. Todos sabemos que el hip hop es un movimiento, pero también es música. Es música protesta, pero música al fin y al cabo. Porque no es que tenga una nota más, tiene un Mi, Sol, Fa. Entonces, pienso que los raperos cubanos deberían trabajar sobre la base de innovar, crear su propia música. A no hacer tanto sampling, porque en un momento determinado esta dimensión sí sirvió, pero el mundo cambió y ha abarcado muchas otras cosas. Hoy vemos a un Yazek Manzano que es un gran jazzista, haciendo una colaboración con Wichy del Vedado, que elabora música disco. Entonces, tú dices: ¡guao! Entonces, a eso me refiero, a esas colaboraciones.
PMU: Hablando de colaboraciones, tengo entendido que tienes un tema a dúo con Pablo Milanés. ¿Nos comentas al respecto?
JB: Fue una inquietud que siempre tuve. Pablo Milanés, para muchos músicos y para el pueblo de Cuba, es una insignia a seguir. Cuando hablamos de música cubana, hablamos de Pablo y Silvio. Por no mencionar a otros grandes trovadores como Carlos Varela, Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, etcétera. Pero Pablo es el patrón a seguir de muchos trovadores, de muchas personas que lo siguen. Lo raro de mi historia es que vengo del rap y entonces, la gente no se imaginaba un tema que yo pudiera hacer con Pablo Milanés. Pero siempre seguí mucho su obra, sus canciones. Y un buen día tengo el gran privilegio de conocer a su arreglista, Miguel Núñez. Conversé con él y le dije: me gustaría que Pablo escuchara mi música, que escuchara mis letras. Él, una excelente persona, me dijo que sí. Incluso, cuando hablo con el propio Pablo, me dijo también humildemente que le presentara mi propuesta musical. Por supuesto, no fue una cosa de sentarme dos días, fue un largo trabajo. Luego, cuando le presento la idea a Miguel Núñez, desde el punto de vista de producción musical le pareció bastante novedoso y empezó a hacer los arreglos. A Pablo le encantó la letra. Al final, aquí está esta obra. Se titula “No pidas perdón”, un tema que Pablo metafóricamente hablando, me ha puesto el batón en la mano y ello constituye una gran responsabilidad.
No es un secreto para nadie que Pablo Milanés ha sido el gran maestro de todas las generaciones de la Nueva Trova y para mí ha sido un gran honor poderlas insertar en esta canción. Esperemos que siga teniendo ese impacto, ya que todavía es muy nueva, pero sé que va a llegar al punto donde tiene que llegar y donde todas las personas puedan saber que existe el joven talento músico que pueda acercarse a todas estas personalidades, como lo hizo el señor Pablo Milanés, el cual habló muy bien sobre mí y que posee un gran ímpetu por ayudar a los nuevos talentos para mejorar todo lo que es la música cubana.
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25 de abril de 2016
PMU entrevistó a Juan Ramón Mendieta Báez, cuyo nombre artístico es Johan Baby. Con tan solo 26 años dirigió una banda denominada JoBand, cultivadora de la denominada world music. En la actualidad, trabaja en solitario, aunque es el segundo artista de la constelación rapera cubana que ha colaborado musicalmente con el cantautor Pablo Milanés, luego del popular dúo Los Aldeanos.
PMU: Sé que provienes del universo hiphopero. Háblanos de esta etapa.
JB: Sí, estuve en varias agrupaciones como Swing Cubano, Juan Rapper y el Samurái. Realmente procedo de esos proyectos y de ahí surge mi inquietud por abarcar otros géneros como el jazz, funk, blues. Lo que soy hoy, desde el punto de vista musical, es el producto de lo que era en el pasado, de mis inquietudes como artista, como creador; de los diferentes sonidos y tímbrica que quería abarcar del movimiento hiphopero, de lo que es la música en general. Y a partir de ahí salió ese trabajo en JoBand, que es lo que se define como world music, que no es más que una mezcla de diferentes géneros hacia el nuevo mundo, hacia las nuevas corrientes y ofertas que trae el mundo, tanto nacional como internacional.
PMU: ¿En algún momento te sumerges en las tendencias musicales afro-estadounidenses? Quien escucha atentamente tu disco Nunca digas no, puede reconocer que sobrevuelan espíritus sonoros como Barry White, Wilson Pickett, Chic, Funkadelic, Al Green, The Trammps, JC Brooks & the Uptown Sound, entre otros…
JB: De hecho, sí. Para mí eso es muy importante. Mi humilde consejo para los que estén en esta rama del arte, es que no se encasillen a la hora de escuchar música. Desde pequeño yo escuchaba mucho a Michael Jackson, Barry White, Abba, Los Beatles, Earth, Wind and Fire, Chicago, y a ese gran productor que se llama David Foster. La liga de todo este concepto realmente marcó una época, una etapa muy grande que todavía los grandes productores musicales del mundo tienen que rebuscar estas sonoridades, las cuales tuvieron un patrón, un antes y un después, para definir lo que ahora hemos visto como otros géneros, como el dance, dubstep. Pero siempre mi concepto fue basado en estas agrupaciones, tanto nacionales como internacionales, porque el nacional para mí también fue un ejemplo a seguir. Los Zafiros, por ejemplo, fueron excelentes músicos y la música que hacían, también marcó muchas etapas.
PMU: Hasta el punto de que una de sus canciones ha sido incluida en un capítulo de la popular serie estadounidense Breaking Bad.
JB: Efectivamente. Se ha hablado bastante de ellos, pero no lo suficiente. Cuando hablamos de Los Zafiros, por ejemplo, hablamos de una suerte de Platters cubanos, que tuvieron algo que decir y ha habido que quitarse el sombrero ante ese arte. Entonces, la esencia está en explorar nuestras raíces. La rumba, por ejemplo.
En lo personal me ayudó mucho el patrón a seguir del grupo Orishas. Cuando hablamos de rap cubano, hablamos de Orishas como los primeros, gracias al apoyo de Hiram Riverí, llamado artísticamente el Ruzo. De varios elementos que ellos tenían en Francia, varios backgrounds y beats. Esa mezcla que tenían ellos con el latin jazz, como lo hemos clasificado nosotros los músicos cubanos, es la mezcla de lo que llamamos world music, que combina diferentes mezclas de géneros. Como por ejemplo, la agrupación Síntesis, que también son grandes maestros. La sonoridad que alcanzó esa gran maestra que ya se nos fue, llamada Lucía Huergo, pero que pudo escuchar mi música y me dio excelentes consejos, lo cual le agradezco a Dios.
PMU: Anteriormente mencionabas la palabra encasillamiento. ¿Crees que exista anquilosamiento en algunas tendencias musicales alternativas como el rap, por ejemplo?
JB: Pienso que sí. Excepto 2 o 3 productores que han querido innovar y ser diferentes, a los cuales de alguna manera se les ha tildado no digamos que de locos, pero sí como que están fuera del concepto arquetípico del rap. Todos sabemos que el hip hop es un movimiento, pero también es música. Es música protesta, pero música al fin y al cabo. Porque no es que tenga una nota más, tiene un Mi, Sol, Fa. Entonces, pienso que los raperos cubanos deberían trabajar sobre la base de innovar, crear su propia música. A no hacer tanto sampling, porque en un momento determinado esta dimensión sí sirvió, pero el mundo cambió y ha abarcado muchas otras cosas. Hoy vemos a un Yazek Manzano que es un gran jazzista, haciendo una colaboración con Wichy del Vedado, que elabora música disco. Entonces, tú dices: ¡guao! Entonces, a eso me refiero, a esas colaboraciones.
PMU: Hablando de colaboraciones, tengo entendido que tienes un tema a dúo con Pablo Milanés. ¿Nos comentas al respecto?
JB: Fue una inquietud que siempre tuve. Pablo Milanés, para muchos músicos y para el pueblo de Cuba, es una insignia a seguir. Cuando hablamos de música cubana, hablamos de Pablo y Silvio. Por no mencionar a otros grandes trovadores como Carlos Varela, Santiago Feliú, Gerardo Alfonso, etcétera. Pero Pablo es el patrón a seguir de muchos trovadores, de muchas personas que lo siguen. Lo raro de mi historia es que vengo del rap y entonces, la gente no se imaginaba un tema que yo pudiera hacer con Pablo Milanés. Pero siempre seguí mucho su obra, sus canciones. Y un buen día tengo el gran privilegio de conocer a su arreglista, Miguel Núñez. Conversé con él y le dije: me gustaría que Pablo escuchara mi música, que escuchara mis letras. Él, una excelente persona, me dijo que sí. Incluso, cuando hablo con el propio Pablo, me dijo también humildemente que le presentara mi propuesta musical. Por supuesto, no fue una cosa de sentarme dos días, fue un largo trabajo. Luego, cuando le presento la idea a Miguel Núñez, desde el punto de vista de producción musical le pareció bastante novedoso y empezó a hacer los arreglos. A Pablo le encantó la letra. Al final, aquí está esta obra. Se titula “No pidas perdón”, un tema que Pablo metafóricamente hablando, me ha puesto el batón en la mano y ello constituye una gran responsabilidad.
No es un secreto para nadie que Pablo Milanés ha sido el gran maestro de todas las generaciones de la Nueva Trova y para mí ha sido un gran honor poderlas insertar en esta canción. Esperemos que siga teniendo ese impacto, ya que todavía es muy nueva, pero sé que va a llegar al punto donde tiene que llegar y donde todas las personas puedan saber que existe el joven talento músico que pueda acercarse a todas estas personalidades, como lo hizo el señor Pablo Milanés, el cual habló muy bien sobre mí y que posee un gran ímpetu por ayudar a los nuevos talentos para mejorar todo lo que es la música cubana.
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