¿Cómo se visualiza el metal cubano?
2 de mayo de 2016
Aquellos que no están vinculados estrechamente con el metal cubano, porque no les gusta o por prejuicios, se están perdiendo un producto artístico dotado de complejidad creativa y cubanía. Cada cual es libre de escoger sus preferencias, pero sucede que los medios de difusión y autoridades de cultura todavía no lo visualizan correctamente. Aclaro que no todos sus exponentes cumplen con los estándares de calidad y originalidad, pero basta con poseer un poco de inteligencia musical para darse cuenta de que contamos con muy buenas bandas.
La poca atención que se le da al género en Cuba tiene sus antecedentes en el silencio al que fue sometido el rock anglosajón que se produjo durante los sesentas, y que comenzó a difundirse muchos años después. Por aquella época se le tildó de música proveniente de los países imperialistas y los fanáticos tuvieron que escuchar furtivamente programas radiales extranjeros. Luego, las cosas cambiaron un poco, pero igualmente no se le prestó mayor importancia bajo el pretexto de que era música foránea. Y así, dicho retardo todavía está vigente, pues son varios los espacios televisivos y radiales cuya propuesta por amplia mayoría se centra en los setentas, los ochentas y los noventas.
Las tendencias de vanguardia del metal están ausentes en los medios de difusión masiva, salvo alguna trasmisión fortuita de Dream Theater. La verdad es que con el paso del tiempo las cosas siguen igual y es una pena. ¿Acaso no existe un sesudo que se dé cuenta y tenga la valentía y los conocimientos necesarios para promover un cambio en torno al arcaico proceder de ignorar la buena música? Por favor, no cuesta mucho abrir las entendederas.
Con los mencionados antecedentes, el metal cubano no puede florecer como es debido y eso que tan solo le basta con un empujón, según mi criterio y el de algunos colegas que consulté. Las ganas de hacer que estoy viendo por estos días demuestran la perseverancia de un movimiento con convicciones verdaderas. Nuestros músicos hace rato que no copian a su ídolos europeos o norteamericanos, sino que realizan sus propias composiciones, tomando como fuente de inspiración leyendas y realidades del pasado, presente y futuro de la nación.
Debo aclarar que no basta con hacer a un puñado de bandas profesionales, coordinar unos pocos pequeños festivales y darles un chancecito de salir en la televisión mediante el programa Cuerda Viva. Para oxigenarle la vida al movimiento de metal cubano, hay que reconocerlos como genuinos exponentes de un producto artístico dotado de complejidad creativa y cubanía, como mencioné anteriormente. Además, hay que hacerles asequibles los instrumentos, hay que crear sellos discográficos especializados y romper con los viejos tabúes en torno a que el metal promueve la violencia y que es música satánica. Estamos en el siglo XXI para andarnos creyendo historias sin fundamentos y catalogando por las apariencias.
Será que las personas que tienen que ver con esto siguen mirando con los lentes incorrectos o son víctimas del desconocimiento. A veces se tiene el falso criterio de que alguien tiene la facultad de discernir siempre con justeza, pero ha quedado demostrado que no es así. Recordemos que la música es una manifestación del arte compleja, y tanto que el físico español Juan Ignacio Cirac expresó: “La música resulta un arte muy cercano a la mecánica cuántica”. En evidente alusión a que la cuántica no es cosa sencilla y cualquiera que tenga unas nociones de lo que hablo lo tomara más en serio.
Muchas veces uso como ejemplo la plástica, y en particular corrientes que conocemos por su nombre, como son: postimpresionismo, expresionismo, cubismo y pintura abstracta. Y me pregunto: ¿acaso realmente las entendemos? Creo que no, y me refiero a la mayoría de nosotros. Lo mismo sucede con el metal, hay que primero descifrarlo en el cerebro para luego poder asimilarlo y disfrutarlo, pero bueno, ese es un proceso por el cual no todos pasaremos con buenos resultados.
Espero que se entienda mi mensaje y el cambio llegue para beneficio de todos los que hacen y aman el metal cubano. Es hora de rectificar y comenzar a visualizar el metal cubano como una prioridad. Gracias.
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2 de mayo de 2016
Aquellos que no están vinculados estrechamente con el metal cubano, porque no les gusta o por prejuicios, se están perdiendo un producto artístico dotado de complejidad creativa y cubanía. Cada cual es libre de escoger sus preferencias, pero sucede que los medios de difusión y autoridades de cultura todavía no lo visualizan correctamente. Aclaro que no todos sus exponentes cumplen con los estándares de calidad y originalidad, pero basta con poseer un poco de inteligencia musical para darse cuenta de que contamos con muy buenas bandas.
La poca atención que se le da al género en Cuba tiene sus antecedentes en el silencio al que fue sometido el rock anglosajón que se produjo durante los sesentas, y que comenzó a difundirse muchos años después. Por aquella época se le tildó de música proveniente de los países imperialistas y los fanáticos tuvieron que escuchar furtivamente programas radiales extranjeros. Luego, las cosas cambiaron un poco, pero igualmente no se le prestó mayor importancia bajo el pretexto de que era música foránea. Y así, dicho retardo todavía está vigente, pues son varios los espacios televisivos y radiales cuya propuesta por amplia mayoría se centra en los setentas, los ochentas y los noventas.
Las tendencias de vanguardia del metal están ausentes en los medios de difusión masiva, salvo alguna trasmisión fortuita de Dream Theater. La verdad es que con el paso del tiempo las cosas siguen igual y es una pena. ¿Acaso no existe un sesudo que se dé cuenta y tenga la valentía y los conocimientos necesarios para promover un cambio en torno al arcaico proceder de ignorar la buena música? Por favor, no cuesta mucho abrir las entendederas.
Con los mencionados antecedentes, el metal cubano no puede florecer como es debido y eso que tan solo le basta con un empujón, según mi criterio y el de algunos colegas que consulté. Las ganas de hacer que estoy viendo por estos días demuestran la perseverancia de un movimiento con convicciones verdaderas. Nuestros músicos hace rato que no copian a su ídolos europeos o norteamericanos, sino que realizan sus propias composiciones, tomando como fuente de inspiración leyendas y realidades del pasado, presente y futuro de la nación.
Debo aclarar que no basta con hacer a un puñado de bandas profesionales, coordinar unos pocos pequeños festivales y darles un chancecito de salir en la televisión mediante el programa Cuerda Viva. Para oxigenarle la vida al movimiento de metal cubano, hay que reconocerlos como genuinos exponentes de un producto artístico dotado de complejidad creativa y cubanía, como mencioné anteriormente. Además, hay que hacerles asequibles los instrumentos, hay que crear sellos discográficos especializados y romper con los viejos tabúes en torno a que el metal promueve la violencia y que es música satánica. Estamos en el siglo XXI para andarnos creyendo historias sin fundamentos y catalogando por las apariencias.
Será que las personas que tienen que ver con esto siguen mirando con los lentes incorrectos o son víctimas del desconocimiento. A veces se tiene el falso criterio de que alguien tiene la facultad de discernir siempre con justeza, pero ha quedado demostrado que no es así. Recordemos que la música es una manifestación del arte compleja, y tanto que el físico español Juan Ignacio Cirac expresó: “La música resulta un arte muy cercano a la mecánica cuántica”. En evidente alusión a que la cuántica no es cosa sencilla y cualquiera que tenga unas nociones de lo que hablo lo tomara más en serio.
Muchas veces uso como ejemplo la plástica, y en particular corrientes que conocemos por su nombre, como son: postimpresionismo, expresionismo, cubismo y pintura abstracta. Y me pregunto: ¿acaso realmente las entendemos? Creo que no, y me refiero a la mayoría de nosotros. Lo mismo sucede con el metal, hay que primero descifrarlo en el cerebro para luego poder asimilarlo y disfrutarlo, pero bueno, ese es un proceso por el cual no todos pasaremos con buenos resultados.
Espero que se entienda mi mensaje y el cambio llegue para beneficio de todos los que hacen y aman el metal cubano. Es hora de rectificar y comenzar a visualizar el metal cubano como una prioridad. Gracias.
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